|
Palacio Legislativo 04-08-2014 (Notilegis).- La diputada Julisa Mejía Guardado (PRD) dijo que “después de las reformas laboral, educativa y hacendaria, que han preparado el terreno para convertir en servidumbre a los mexicanos, la reforma energética es la puntilla a los sueños de una nación independiente y soberana”. En un comunicado, secretaria de la Comisión de Puntos Constitucionales consideró que “de todas las atrocidades que se han cometido en contra de México, ésta última es la peor de todas, porque no solamente será la entrega de los energéticos, sino también de las tierras, el agua y la vida de los mexicanos a las trasnacionales”. Mejía Guardado agregó que “con el octavo gasolinazo (que entró en vigor el pasado sábado 2 de agosto) y con la aprobación de las leyes secundarias de la reforma energética, los legisladores del gobierno y sus aliados sepultaron a México al entregarlo en bandeja de plata al extranjero”. Señaló que “por todos es sabido que el 40 por ciento del gasto social de nuestro país está cubierto por los ingresos petroleros”. Ahora, añadió, “con la entrega de nuestro petróleo, si la situación actual es muy mala, sin estos ingresos pregunto: ¿será mejor? ¿Qué acaso es difícil de entender, qué acaso no lo ven?” Hizo un llamado a la participación de todos en la consulta popular sobre el tema energético, prevista en el marco de las elecciones del 2015, “para revertir los cambios que lesionan la independencia económica y la soberanía nacional del país, e hipotecan el presente y el futuro de los mexicanos”. Mejía Guardado dijo que “existen ya en el país más de 52 millones de pobres. La canasta básica, que no sólo contiene alimentos, sino también educación, vivienda digna y decorosa, vestido, acceso a la cultura, medio ambiente sano y salud, se ha incrementado, desde el 2000 a la fecha, en un 250 por ciento”. Además, apuntó “cinco millones de niños en edad escolar en nuestro país, en pleno siglo XXI, no van a la escuela por causas de la pobreza y de la desigualdad, y la mortalidad de niños menores de un año es aún mayor que la de los países con ingresos medios”. Todo ello, dijo finalmente, “mientras el salario mínimo sólo ha aumentado el 85 por ciento”, en el mismo periodo. MAV/JGM |
