Palacio Legislativo, 23-08-2016 (Notilegis).- A 100 años de la promulgación de la Constitución Política, México tiene el reto de alcanzar una nueva cultura constitucional, la cual implica un cambio de mentalidad, para que el apego a la legalidad dé fuerza a las instituciones y a la propia Carta Magna, afirmó el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), diputado César Camacho. En el marco de la celebración por el centenario del documento fundacional, se presentó la obra “Fuentes Históricas de la Constitución de 1917” en la sede del Archivo General de la Nación, donde el legislador señaló que lo más complejo es el cambio de mentalidad que precede al de actitud. “El Estado de derecho es la convicción de que por encima de expresiones caprichosas, voluntaristas, coyunturales, está la fuerza de las instituciones y de la Constitución, que no son otras, sino la fuerza de México”, expresó. Con este evento, puntualizó, se cierra un ciclo que empezó hace dos meses, cuando juristas de otras partes de América Latina y España expusieron sus puntos de vista sobre la Constitución mexicana, desde una perspectiva histórica y con una visión de lo que podrá suceder. Recordó que la Jucopo convocó a diversos actos para llevar a cabo un ejercicio de memoria en común, para advertir, registrar, analizar y ponderar lo que ha ocurrido durante 100 años. “La Constitución del 17 no sólo está vigente, no sólo tiene la fuerza normativa que le da su carácter formal, sino está viva, vigorosa, fuerte, a punto de cumplir un siglo de ser norma suprema y también aspiración de los mexicanos”, afirmó. Explicó que la Carta Magna heredó el liberalismo político de 1857, reforzó el republicanismo e incorporó una robusta visión social; fue reconocida como la primera Constitución político-social del mundo y, lo más importante, “en prácticamente un siglo cada generación ha hecho su aportación al texto fundamental”. Añadió que de las 699 reformas constitucionales que se han consumado, 312 se realizaron en los últimos 20 años, y en el presente sexenio, 145. “Tenemos un Ejecutivo, ciertamente, vigoroso, pero un Poder Legislativo que hace valer su pluralismo y su colegialidad; y un Poder Judicial como nunca, garante de la Constitucionalidad y cuidadoso del respeto de la convencionalidad”. “Lo importante hoy es no echar la vista atrás y ubicarnos hace cien años, sino advertir y destacar lo que hemos sido capaces de hacer los mexicanos en ese tiempo”, enfatizó. Para la conmemoración de la Carta Magna, informó, la Cámara de Diputados emprendió 27 obras, 32 volúmenes, un mural escultórico; el retrato en altorrelieve de los 218 constituyentes; la efigie de Venustiano Carranza, e icónicas imágenes del Teatro de la República, en el que se advierte el trabajo de los constituyentes. En la obra se compilan, al menos, 46 colaboraciones de expertos nacionales e internacionales, en torno a las fuentes históricas de la Constitución del 1917, la cual fortaleció los derechos ciudadanos, en detrimento de capacidades gubernamentales, y se redistribuyó el poder de un Ejecutivo. En el evento, Constancio Carrasco Daza, presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, comentó que en esta obra se describe el contexto de la época y lo que llevó a elaborar una Constitución que reconoció los derechos sociales y las garantías individuales; la dignidad humana y la libertad individual como elementos esenciales de la reivindicación de las personas. La Carta Magna de 1917 obedeció a un contexto histórico para atender reclamos impostergables en la satisfacción de los derechos de los mexicanos, y se excluyeron los derechos políticos del control judicial, en el orden jurídico, a través del Juicio de Amparo y no se garantizaron a través de la tutela judicial, detalló. “Las fuentes históricas de la Constitución actual no reconocen la posibilidad de haber comprendido la dimensión de los derechos políticos como derechos humanos, lo que explica que la tutela y reivindicación de los derechos políticos electorales en México se constituyeron como cláusula pétrea del constitucionalismo a través de la interpretación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal”, acotó. El doctor Jorge Fernández Ruíz, coordinador y compilador de la obra, precisó que la Cámara de Diputados erigió, a través de la Junta de Coordinación Política, la obra colectiva “Las Fuentes Históricas de la Constitución Mexicana de 1917”, para rendir un homenaje a los autores de la Constitución, en la cual participó medio centenar de prestigiados autores, no sólo de México, sino de otros países de Europa y América. Este texto colectivo, subrayó, es un obelisco editorial en honor de los diputados que en 1917 forjaron en Querétaro nuestra Constitución, porque consagraron con ella la libertad, la democracia y la justicia social. En su turno, Juan Francisco Pérez Gálvez, de la Universidad de Almería, señaló que la Constitución de 1917 es una referencia para todos los constitucionalistas y administrativos, ya que “se adelantó a su tiempo, incorporó innovaciones relevantes y su huella supera la de muchos textos que no han llegado a tener la fortaleza y el vigor de ésta”. Añadió que la Carta Magna resume un repertorio de condiciones acerca del mundo. “Es un modelo del México de 1917, del México anterior y se proyecta con mucho –a pesar de sus más de 200 reformas- al momento presente”, comentó. La Constitución de México, agregó, ha conseguido, con cambios, mantener esa virtualidad intergeneracional “que, además de los valores que había incorporado, le da una relevancia extraordinaria”. La secretaria técnica del Comité para la Conmemoración del Centenario de la Constitución Política, Patricia Galeana, sostuvo que la obra observa la evolución del constitucionalismo desde la Carta Magna de 1215 (del Rey Juan I de Inglaterra) hasta la actual, así como todos los aportes que cada una de las cartas constitucionales han hecho en la defensa de los derechos y garantías de los ciudadanos para controlar el poder. La también directora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), estimó que este trabajo es una lectura obligada para quien se interese en conocer la historia que nos constituye como nación, “porque si nosotros no conocemos esa historia constitucional, no comprendemos la evolución política, los fundamentos jurídicos del Estado mexicano”. A su vez, el doctor Antonio María Hernández, de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, sostuvo que la Constitución de 1917 produjo el tránsito al constitucionalismo social, para garantizar igualdad de oportunidades y ayudar a sectores desposeídos. “Esa gloria imperecedera le tocará para siempre a la gran Constitución mexicana de 1917, producto de la revolución de 1910”. RED/JGM |