Palacio Legislativo 24-01-2017 (Notilegis).- Especialistas en sustentabilidad y responsabilidad social afirmaron que se requiere convencer con evidencia a las instituciones y empresas de que invertir en “infraestructura verde”, sí genera ahorros y beneficios económicos, ambientales y sociales.

Durante el segundo y último día del foro “Invirtiendo para la biodiversidad y el capital natural: lecciones aprendidas y desafíos futuros. Un intercambio entre Europa y México”, señalaron la necesidad de que los gobiernos, instituciones y empresas crean que la infraestructura natural puede brindar beneficios financieros, ambientales y sociales e, incluso, salvaguardar sus activos actuales en infraestructura.

Suzanne Ozmet, del The World Resources Institute, sostuvo que actualmente es difícil que la gente se interese en temas de responsabilidad social, porque hay una falta de metodología estandarizada de estudios que apoyen o resalten el costo-beneficio económico, financiero y social de invertir en infraestructura natural.

“La falta de datos de desempeño, ha sido el factor limitante para justificar estas inversiones, pues las compañías e instituciones, como las que brindan el servicio de agua, quieren evidencia de que la infraestructura natural sí genera un beneficio”, señaló.

Planteó la necesidad de que los inversores potenciales confíen en la infraestructura amigable con el medio ambiente, ya que genera beneficios no sólo para las instituciones y empresas, sino para las comunidades regionales y locales.

La experta refirió que actualmente se invierten en el mundo 24 mil millones de dólares anualmente en “infraestructura verde”, lo que, dijo, es apenas una pequeña proporción de un mercado potencial.

Agregó que para “conectar la ciencia con el manejo de riesgo en las compañías, se debe comenzar con un análisis financiero y económico, para ver cuál sería el retorno de inversión en infraestructura natural”.

Ozmet apuntó que hay estudios que revelan que la inversión en infraestructura verde puede ser mucho más un costo-eficiente que invertir en las formas tradicionales de infraestructura.

“Cuando queremos proteger un bosque, para proteger el agua, versus la construcción de una planta de tratamiento, los ahorros pueden ser muy grandes si nos enfocamos en la infraestructura natural”, expuso.

Reconoció que la “infraestructura verde” conlleva un riesgo, una incertidumbre, pero la tradicional también, pues se deprecian con el tiempo y destacó que en Estados Unidos, cerca de 40 ciudades han invertido en infraestructura natural para la protección del agua.

Jerome Tagger, de la empresa ImpactAlpha INC., explicó que las inversiones de impacto para la reactivación económica y ambiental, se conceptualiza en lo pragmático y no en el ámbito científico, ya que para los negocios y las finanzas la biodiversidad y la conservación, los indicadores que se utilizan son ambientales y sociales y económicos.

Comentó que la inversión de impacto funciona por medio de un universo de actores en los mercados de capital que están interesados en cuestiones ambientales y sociales, la cuales son “oportunidades de negocio” y a la vez generan un beneficio social o ambiental.

“Algunos invierten en el país o en algunas regiones con objetivos específicos como la pobreza, acceso a los servicios básicos y entonces invierten en edificios verdes, viviendas de bajo costo, prácticas agrícolas sustentables, escuelas, pastizales, energías limpias”, detalló.

Durante el foro, se llevaron a cabo este día los paneles “¿Cómo monitorear la complejidad? Indicadores sociales, ecológicos y económicos”, “Alineando el capital natural y financiero a través de transferencias fiscales y de la regulación pública” y “Buscando sinergias entre políticas, el sector financiero, la academia, la sociedad civil y los actores locales”.

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