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Palacio Legislativo, 03-04-2016 (Notilegis).- El coordinador del PES, Alejandro González Murillo, urgió a la Cámara de Diputados a aprobar reformas legales, para crear programas sobre consumo responsable e inteligente de bienes y servicios, dirigidos a jóvenes y mujeres. En un comunicado, indicó que se requieren reformas a las leyes del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), para combatir una “práctica riesgosa” que perjudica la vida productiva de mujeres y jóvenes: la compra compulsiva. Comentó que las modificaciones, que ya fueron presentadas en iniciativas, servirán para que ambas instituciones pacten convenios con instancias públicas y privadas, a fin de crear programas de orientación e información sobre consumo responsable e inteligente de bienes y servicios. González Murillo dijo que el consumo inteligente hace referencia a la adquisición racional de bienes y servicios, sin llegar a elevados niveles de consumo que sean insostenibles para el individuo, además de que le facilita mejores condiciones económicas. “De aprobarse las iniciativas de reforma, los jóvenes y las mujeres tendrán una visión más exacta de lo que quieren adquirir y estarán conscientes del impacto económico de sus compras, además de que se fortalecerá a instancias como el Inmujeres y el Imjuve”, subrayó. Explicó que la compra compulsiva es un fenómeno que implica la adquisición de bienes o servicios que no está totalmente justificada, ya que no se poseen los elementos necesarios para analizar si es buena idea o no adquirir algún producto, seguido de la sensación de arrepentimiento por el gasto innecesario. González Murillo refirió que, según una encuesta de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el 59 por ciento de las mujeres de entre 25 y 45 años de edad se ha arrepentido de realizar alguna compra, ya sea porque adquirió un producto innecesario, muy caro o que no era de su gusto. “Tal cifra demuestra que las encuestadas no habían tenido un proceso de consumo responsable e informado sobre qué era lo que querían, por lo que terminaron insatisfechas con su compra”, dijo. Aseveró que la compra compulsiva en la población joven, tanto masculina como femenina, responde a su falta de actitud crítica, la vulnerabilidad ante la publicidad y la inseguridad o déficit de autoestima. “Este fenómeno vulnera principalmente a los jóvenes por su inmadurez y es una reacción ante una sensación de ansiedad que conlleva la convicción de que gastar dinero aliviará la incomodidad”, sostuvo. Aseguró que aunque la Ley Federal de Protección al Consumidor, así como la Profeco, garantizan la educación y orientación sobre el consumo adecuado de bienes y servicios entre niños, indígenas, adultos mayores y personas con discapacidad, dejan fuera a los jóvenes, que también constituyen un sector vulnerable. EGV/HSF |
