• El Estado mexicano deberá hacer frente a sus obligaciones, entre las que destaca la publicación de los programas sectoriales derivados del PND

• Se requiere estar atentos a temas como la reforma laboral y las disposiciones relativas al acero y aluminio para la industria automotriz, así como una mayor inversión en ciencia y tecnología.

Palacio Legislativo, 22-12-2019 (Notilegis). - El diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, dijo que con los avances para la implementación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), se otorga certidumbre a los mercados y dota de confianza a capitales nacionales y extranjeros para invertir en México.

“Estas acciones contribuyen a fortalecer la economía mexicana al facilitar un mayor flujo de inversiones y dinamizar las cadenas productivas de la región. Sin embargo, el Tratado no funcionará por sí solo; el Estado Mexicano se encuentra ante un gran reto: definir su propia política industrial, agrícola y de infraestructura y trabajar con todos los sectores productivos. Es decir, se requiere establecer un rumbo para el desarrollo industrial del país, para lo cual es necesaria la participación no sólo del sector empresarial, sino de diversos actores locales y sociales”, señaló.

El legislador afirmó que, tal y como se comprobó a partir de la experiencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los beneficios de los acuerdos comerciales no se reflejan automáticamente en el desarrollo de un país.

“Recordemos, por ejemplo, que durante la vigencia del TLCAN, la economía mexicana creció solamente alrededor del 2 por ciento anual, y los niveles de desigualdad entre la población más rica y la más desfavorecida se profundizaron. Además, el desarrollo territorial no fue uniforme, algunas regiones del país mostraron un gran progreso, mientras que otras se mantuvieron en los niveles de pobreza”, dijo.

Es por ello que el gobierno y los diversos actores privados y públicos de todos los niveles necesitan impulsar acciones específicas para que el comercio internacional pueda traducirse en una herramienta del crecimiento económico de México.

En tal sentido, recordó que los programas sectoriales del gobierno federal deberán ser publicados a más tardar durante los primeros días del próximo mes de enero, conforme lo establecido por la Ley de Planeación.

Por ello, hizo un llamado a las dependencias del Ejecutivo Federal para que publiquen, dentro de dicho plazo, los programas sectoriales correspondientes.

El diputado reiteró que ante la inminente entrada en vigor del T-MEC, el gobierno mexicano tiene ante sí una serie de importantes responsabilidades, entre las que destaca la necesidad de llevar a cabo diálogos constantes con el presidente de los Estados Unidos, con la finalidad de garantizar la continuidad de las políticas acordadas a nivel bilateral o trilateral.

Afirmó que es indispensable un constante seguimiento al desempeño de empresas mexicanas para constatar que, en la práctica, estén en posibilidad de cumplir con las nuevas medidas.

“Además, necesitamos estar atentos ante posibles prácticas desleales, mismas que afectarían la esencia del acuerdo. Y algo muy importante: las disposiciones del Tratado se deberán reflejar efectivamente en el bienestar de la población, al permitir el acceso a bienes y servicios a precios más competitivos, traduciéndose, eventualmente, en una mejor calidad de vida”.

Ramírez Cuéllar recordó que en la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2020, la Cámara de Diputados incluyó el Anexo 32 “Implementación de la reforma en materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva”, en el que se establece el monto que se destinará a las acciones correspondientes a la Reforma Laboral.

“Esta acción contribuyó a dar certeza a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá. No obstante, hoy nos encontramos ante una controversia en este tema, pues el gobierno estadounidense busca establecer, en su Ley de Implementación del Tratado, observadores laborales para revisar los avances de México en la reforma.

“Independientemente del T-MEC, es esencial evitar cualquier aplicación extraterritorial de las leyes estadounidense o canadiense, situación que representaría una grave afectación a nuestra soberanía sumada a la incertidumbre que genera un gobierno como el de Donald Trump”, agregó.

El diputado señaló que otro tema fundamental es el relativo a la industria automotriz, considerando que, de acuerdo con las nuevas disposiciones, el setenta por ciento de las compras de acero y aluminio por parte de las armadoras, deberá ser originario de América del Norte.

Asimismo, reiteró que la ratificación del Tratado es un buen primer paso para el incremento de la inversión en México: “Durante 2020 debe aumentar la inversión pública y privada en el país. Sin un incremento y diversificación de la infraestructura, es muy difícil que la economía del país crezca a los ritmos deseados, por lo que no sería posible hacer frente a los actuales retos del escenario internacional. Por ello, el T-MEC es una buena noticia para los mexicanos”.

Finalmente, destacó que resulta indispensable una mayor inversión en ciencia y tecnología, pues sólo de esa manera el país irá generando conocimientos propios que le otorguen la capacidad de competir a nivel internacional en los diversos sectores productivos.