• Inauguró Diplomado en Argumentación, organizado por el CEDIP

• Ministra de la SCJN, Olga Sánchez Cordero, dictó conferencia magistral

13-08-2014.- La diputada Marisela Velázquez Sánchez (PRI), vicepresidenta de la Cámara de Diputados, inauguró el Diplomado en Argumentación, organizado por el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP) y el Instituto de la Judicatura Federal Escuela Judicial, en el Palacio Legislativo de San Lázaro.

Se inició con una conferencia magistral dictada por la doctora en Derecho Olga Sánchez Cordero, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), adscrita a la Primera Sala, con el tema “Argumentar bien, una exigencia en el lenguaje”.

Sostuvo que la LXII Legislatura es histórica, porque ha aprobado grandes reformas estructurales para transformar a México, donde el arte de la argumentación, en particular en el ámbito jurídico, ha revestido fundamental importancia en las tareas del Congreso, porque es aquí donde nace la norma jurídica y se le da vida; y en el Poder Judicial, porque se honra su génesis y se garantiza su existencia.

Ambos Poderes gozan de gran facultad interpretativa, pero comparten un común denominador: “la argumentación, en la que esgrimen sus mejores razonamientos y tiene por finalidad el bien común”, explicó ante los 64 integrantes inscritos en el Diplomado.

Durante una ceremonia realizada en el Salón “Legisladores de la República”, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados destacó que la argumentación es la salida idónea para solucionar las dificultades derivadas de aplicar la norma.

Explicó que esta herramienta es altamente humana, porque “no hay más humano que la palabra y enaltecedor que la inteligencia humana, traducida en la ciencia jurídica, que apunta al orden y protección genuina de los derechos y libertades de la sociedad”.

Reconoció el esfuerzo coordinado del CEDIP, presidido por Sami David, David, y del Instituto de la Judicatura Federal del Poder Judicial de la Federación, encabezado por el doctor Julio César Vázquez Mellado, por la realización del Diplomado en Argumentación, no sólo por su relevancia en el contenido, sino porque refleja la voluntad de los órganos convocantes de los Poderes Legislativo y Judicial.

Además, porque cumple con la responsabilidad ética y posibilita a los profesionales del Derecho y áreas afines a la capacitación en beneficio de su práctica profesional y de las instituciones en que laboran, y sobre todo, para la ciudadanía que es la receptora y beneficiaria de las decisiones, aseveró.

Resaltó la presencia en el Palacio Legislativo de San Lázaro de la ministra Olga Sánchez Cordero, icono de la ciencia jurídica y tratadista que ha revolucionado el entendimiento del Derecho en estos nuevos tiempos. Hizo votos por los mejores resultados de este diplomado.

Durante su disertación, la doctora Sánchez Cordero, destacó el compromiso ineludible de los ámbitos legislativo y judicial, por perfeccionar la argumentación de sus decisiones, ya que impactan directamente a la comunidad.

Esa es la exigencia de la sociedad contemporánea, de la que no hay escapatoria, ni pretexto para dilatarlo. “Argumentar bien es hoy, más que nunca exigencia ineludible”, subrayó la ministra de la SCJN.

Consideró que en esta materia vinculada a la retórica y la dialéctica se abren nuevos horizontes argumentativos, como el discurso público de carácter social e institucional.

Se viven nuevos cruces de caminos marcados en la negociación, en la deliberación, en las encrucijadas de discusión práctica y pública. “Todo apunta hacia un nuevo programa de investigación en la teoría de la argumentación”, consideró.

Dijo que la retórica, como ciencia que gobierna el discurso, es la llave maestra de la argumentación, es decir, “el habla puesta en movimiento”.

La ministra Sánchez Cordero calificó el diplomado como un evento extraordinario no sólo por su realización, sino por el alto impacto que esta materia tiene en todas las actividades de la vida cotidiana. Además, porque refleja la preocupación de los Poderes Judicial y Legislativo por perfeccionar las capacidades y colaboración entre ellos.

Enfatizó la colaboración con un espíritu de servicio y compromiso con la nación que redundará en beneficio de la comunidad, que es la receptora de todas las decisiones.

Al hacer uso de la palabra, el diputado Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez, presidente de la Comisión de Justicia, señaló que la argumentación es un tema toral para el Poder Legislativo Federal y para el Poder Judicial de la Federación, pues es el insumo mayor para la buena realización de sus labores.

En su oportunidad, el Secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, Juan Carlos Delgadillo Salas, señaló que este diplomado se realiza debido a que es un tema inherente y natural a la Cámara de Diputados, a la democracia parlamentaria, al parlamentarismo y al mundo del Derecho.

Agregó que es indispensable para la función parlamentaria y legislativa y en la Cámara de Diputados es esencial porque es un órgano político, cuya función de representación social sólo puede darse si la argumentación es correcta y si la argumentación jurídica se transforma en una nueva ley y en un nuevo marco jurídico.

Refirió que esa práctica puede ser hablada o escrita, y en el caso del Congreso “su historia está llena de grandes oradores que han hecho de la palabra hablada la defensa de sus posiciones y la mejor forma de hacer valer y sostener una posición, pero los documentos legislativos redactados encierran la argumentación precisa, revisten las páginas del Diario de Debates y dan forma a la acción legislativa”.

A su vez, el magistrado Julio César Vázquez Mellado, director general del Instituto de la Judicatura Federal, indicó que el diplomado es muestra de cómo dos instituciones del Estado mexicano pueden coordinarse para alcanzar objetivos que redunden en el mejoramiento de las funciones públicas y contribuyan a una cultura jurídica y de servicio público en beneficio de la ciudadanía.

Mencionó que lo que caracteriza la labor legislativa es la necesidad de la argumentación, es el eje de la labor legislativa; de ahí la importancia del diplomado, que tiene como objetivo introducir las nociones básicas de esa práctica y en sus teorías contemporáneas, para aplicar estos conocimientos en el ámbito legislativo.

Resaltó su preponderancia en la formación de servidores públicos, pues proporciona fundamentos sólidos para la justificación racional de las pretensiones y decisiones que se toman en todos los ámbitos del poder público.

Dijo que el programa académico del diplomado tiene una duración de seis meses, contempla 120 horas de sesiones dos días por semana y se impartirá en siete módulos para que quienes lo cursen alcancen con creces los objetivos con un alto estándar cualitativo que les permita desarrollar otros programas académicos en aras de intereses comunes.

-- ooOoo --