• Conmemoran X Aniversario del CEDRSSA

03-11-2014.- Diputados presidentes de diversas comisiones coincidieron en la necesidad de impulsar políticas públicas diferenciadas que reconozcan las diversas problemáticas de cada región del país, a fin de incrementar la producción y beneficiar a los habitantes de las zonas rurales e indígenas.

Al participar en el foro “Los retos de la Ruralidad en México”, organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) en el marco de su X Aniversario, el diputado Willy Ochoa (PRI), presidente de la Comisión de Asuntos Frontera Sur-Sureste, propuso forjar y desarrollar un campo que permita una sustentabilidad y recuperar la soberanía alimentaria.

Destacó que una nueva ruralidad es fundamental para desarrollar a México, por lo que es necesario modernizar las zonas agrarias con el objetivo de incrementar su producción y el ingreso de sus pobladores.

Expresó que los retos que se expondrán en este foro serán directrices del trabajo legislativo, para crear y reformar normas que beneficien el desarrollo rural.

“Siempre será necesaria la participación de centros como el CEDRSSA, que permitan eficientar la asignación de recursos en programas e incrementar las oportunidades en zonas rurales y lograr su desarrollo”, comentó.

En tanto, la presidenta de la Comisión Especial de Asuntos Alimentarios, diputada Gloria Bautista Cuevas (PRD), señaló que mundialmente existe un problema de escasez que requiere políticas públicas eficientes e incluyentes, que se reflejen en programas de beneficio para todos los mexicanos, especialmente los habitantes de las regiones rurales e indígenas.

Dijo que este sector se ha modificado en el panorama regional, nacional y mundial, por los cambios derivados de la globalización, que han permitido a comunidades y pueblos estar más comunicados con carreteras, telefonía e Internet, entre otros servicios, pero al mismo tiempo, junto a acciones que marcan el progreso, hay problemas tan graves como el hambre, la desnutrición, la falta de desarrollo humano y la migración, entre otros.

En su turno, el presidente de la Comisión Especial de Promoción del Desarrollo Regional, diputado Mario Miguel Carrillo Huerta (PRD), afirmó que para tener sustentabilidad en el desarrollo del campo, se deben reconocer las diferentes problemáticas de cada zona del país.

Explicó que el medio rural tiene una inestabilidad permanente en la economía, pues a veces se tienen buenos precios o buenas cosechas, “y lo mismo que se ve en los mercados agropecuarios, se observa en la inestabilidad de los ingresos de quienes se dedican al campo”.

Nunca se reconoce a quienes se dedican a ello, sostuvo, sólo cuando vemos el precio de los productos en el mercado, pero nunca pensamos en que quienes los producen son familias que necesitan ingresos. El tomate está igual que hace 20 años, lo que no pasa con productos del sector industrial. No reconocemos los sacrificios de los agricultores, subrayó.

A su vez, el diputado Valentín González Bautista (PRD) afirmó que México no alcanza la proporción de 75 por ciento que recomienda la FAO para garantizar como nación la seguridad y soberanía alimentaria, pues “existen décadas de crisis en el campo y se ve lejano el tiempo en que México era autosuficiente, al grado de que exportamos granos y ahora tenemos una economía dependiente”.

En su ponencia, Nuria Urquía Fernández, representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), apuntó que actualmente hay 29 millones de mexicanos dedicados a actividades rurales, pero sólo 10 millones son económicamente activos.

Dijo que se ha dado un incremento de la población ocupada en la zona rural, pero no crece en el sector agropecuario. "Está disminuyendo y se está dedicando a otras cosas que les dan mayores ingresos”.

Puntualizó que, aproximadamente, 30 por ciento de la población agraria no cuenta con los ingresos necesarios para cubrir la canasta básica alimentaria, creando la migración de actividades, es decir, productores agrícolas que se ocupan en otras actividades para asegurar ingresos.

Señaló que crear políticas diferenciadas solucionaría en buena parte los problemas del campo, pues las zonas agropecuarias tienen características distintas que requieren programas diseñados específicamente; además, apuntó, se debe concentrar la inversión pública y privada.

En su participación, Jaime de la Mora Gómez, director de Proyectos de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, aseveró que el sector agrícola del país vive un incremento en precios, por lo tanto una baja en producción que desestabiliza el mercado.

Propuso crear presupuestos multianuales, sistemas financieros incluyentes y la calendarización de obras. Con ello, dijo, se establecerá un ingreso efectivo que fortalecerá la agricultura.

Por otro lado, Alfonso Cebreros Murillo, coordinador institucional del Consejo Nacional Agropecuario, comentó que el Estado debería garantizar tres ejes al sector agrícola: investigación, sanidad e infraestructura.

Indicó que es vital rescatar a pequeños productores a partir de una diferenciación por zonas y tipo de producto; sólo así, aseguró, se podrá superar la barrera de la pobreza. Consideró que la modernización del campo ya agotó el modelo que por décadas se ha implementado.

De igual forma, demandó intensificar la agricultura sustentable, renovar los sistemas de extensión y reducir costos de producción, así como implementar sistemas agroalimentarios climatológicamente inteligentes. Todo agregó, por medio de la innovación de los niveles de producción agrícola.

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