04-11-2014.- El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad reformas a la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, con el objetivo de reconocer expresamente el derecho de las madres y padres biológicos y por adopción, al permiso y prestaciones laborales por paternidad y maternidad.

La reforma al artículo 40 de dicha ley, avalada con 391 votos a favor, se remitió al Senado de la República para sus efectos constitucionales.

Al fundamentar el dictamen, la diputada Martha Lucía Mícher Camarena (PRD), presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, explicó que con la reforma se busca eliminar cualquier distinción entre la figura de padres o madres biológicas y adoptivas que signifique algún tipo de discriminación en su detrimento. “Es decir, mismas responsabilidades, mismos derechos”, indicó.

La legisladora refirió que las mujeres tienen mayores dificultades para hacer compatibles las demandas que exige el ámbito profesional y privado. Por ello, estimó adecuadas las modificaciones, ya que los hombres también tienen el derecho y la responsabilidad de la atención y educación de sus hijos e hijas.

Mencionó que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, en los hogares donde hay menores de seis años, el 85 por ciento de las mujeres participa en su cuidado y los hombres sólo el 52 por ciento; ellas dedican 12.5 horas a la semana a esta actividad y ellos, 5.5 en promedio.

Destacó la importancia de la participación activa de los hombres en la crianza, la educación, economía y en todo lo que significa el cuidado de hijos.

En tanto, el diputado Fernando Bribiesca Sahagún (Nueva Alianza) enfatizó que las familias con hijos adoptivos tienen los mismos derechos que aquellas con hijos naturales, por lo que consideró fundamental que se precise el concepto de madres y padres por adopción.

Además, dijo, es obligación para el Poder Legislativo adecuar la legislación interna de la Convención de los Derechos del Niño y demás instrumentos internacionales, con el fin de garantizar que se brinden a los menores los cuidados necesarios para su sano desarrollo.

La diputada Loretta Ortíz Ahlf (PT) comentó que en los casos de adopción, se requiere un periodo de adaptación e inclusión a la nueva familia, tanto los niños como los padres, para lograr la sana y armónica convivencia que regirá o no el desarrollo futuro de la familia. Y a pesar de ello, el reconocimiento del derecho a gozar de licencias de paternidad aún no se reconoce de forma integral.

Por ello, dijo, es necesario reconocer los mismos derechos de los padres genéticos y los adoptantes; asimismo, reconocer y ejercer de forma efectiva el derecho de los niños a tener una familia.

En tanto, la diputada Aída Fabiola Valencia Ramírez (MC) subrayó que la reforma consiste en otorgar los mismos derechos de los padres sanguíneos a los adoptivos, asemejando la fecha del parto de la madre biológica con la entrega del menor al nuevo hogar de la familia adoptante.

Estimó que con las modificaciones se debe contribuir a un reparto más equilibrado de las responsabilidades familiares, conociendo a los padres biológicos y por adopción, el derecho a un permiso y a una prestación por paternidad, en términos de la Ley Federal del Trabajo.

La diputada María del Rosario Pariente Gavito (PVEM) fijó la postura de su bancada a favor del dictamen a discusión y celebró la posibilidad de brindar hogar a infantes que por diferentes causas han crecido con la carencia de sus derechos fundamentales.

Destacó que actualmente actividades que antes eran prioritariamente para mujeres son realizadas por hombres, habiendo un reparto más equilibrado de actividades, por lo que resulta necesario contribuir a un reparto más equilibrado de las responsabilidades familiares, reconociendo a los padres biológicos y por adopción el derecho a un permiso y a una prestación por paternidad en términos de la Ley Federal del Trabajo.

En su turno, la diputada Delfina Guzmán Díaz (PRD) comentó que si bien el concepto de familia ha cambiado de acuerdo a las épocas, una constante es que la familia es pilar de todo individuo, pero cuestiones legales y técnicas la dividen según su proceso de conformación.

Expresó que la adopción es un acto admirable y los padres adoptivos tienen las mismas responsabilidades jurídicas y morales que los padres biológicos, pero no los mismos derechos. Comentó que su fracción parlamentaria asume que la igualdad de género no es sólo un asunto de mujeres y es necesario que se reconozca el derecho de todos los hombres a tener una licencia por paternidad.

De igual forma, la diputada María Teresa Jiménez Esquivel (PAN) consideró que reconocer a padres por adopción es abonar un reparto equitativo de responsabilidades familiares.

Compartió la relevancia del dictamen dada la importancia que tiene el que los padres acompañen los primeros días de vida a sus hijos o la llegada del pequeño que adopte la familia. Señaló que impulsar acciones como las tratadas en el dictamen, contribuyen a que el permiso de paternidad ayude a compartir y a asumir con una nueva mentalidad las responsabilidades familiares.

Asimismo, la diputada Claudia Delgadillo González (PRI) destacó la importancia de perfeccionar los dispositivos jurídicos que rodean a la institución familiar. Es un núcleo social elemental, alrededor del cual la mayor parte de la población se agrupa, se encuentra económicamente, emocionalmente, permite construir una identidad, además de dotar de padrones de socialización para integrarse como elementos activos a una sociedad.

Agregó que es fundamental redoblar los esfuerzos para formular políticas de desarrollo que acojan la complejidad y diversidad del fenómeno familiar, y que promuevan activamente la igualdad de trato en todas las familias, con independencia de sus estructuras.

La diputada Lorenia Iveth Valles Sampedro (PRD) comentó que esta reforma coadyuva a lograr la igualdad entre mujeres y hombres que han adoptado y contribuye a un mejor reparto de las tareas y responsabilidades al seno de la familia.

Por último, el diputado Ricardo Mejía Berdeja (MC) señaló que las familias mexicanas han cambiado, producto de la realidad social, y no puede haber ningún dejo de discriminación por razón de nacimiento o de adopción.

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