• En 2013, 71 por ciento de atletas fue víctima de acoso y abusos sexuales

08-11-2014 El diputado Ricardo Mejía Berdeja (Movimiento Ciudadano) impulsa iniciativa que plantea incluir en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el concepto de violencia deportiva, pues en este ámbito “ha encontrado un caldo de cultivo para reproducir sus diferentes modalidades”.

El legislador señaló que la reforma permitiría hacer visible la situación por la que las deportistas mexicanas atraviesan en su paso por instancias deportivas, públicas y privadas, a lo largo de su trayectoria, ya que de acuerdo con la asociación civil Deporte, Mujer y Salud (Demusa) el 71 por ciento de las atletas fue alguna vez víctima de acoso y abusos sexuales.

El legislador explicó que estos datos se obtuvieron, mediante un cuestionario a 150 atletas nacionales aplicado el año pasado, para conocer su opinión acerca del acoso y los abusos sexuales en la comunidad de corredores y maratonistas del país.

La iniciativa también suscrita por el diputado Ricardo Monreal Ávila (Movimiento Ciudadano) expone que la violencia ejercida contra las deportistas es originada por entrenadores, preparadores, árbitros, directivos o representantes, quienes las someten, controlan o agreden de manera física, verbal y psicológica.

Añadió que estas acciones reducen su rendimiento, lo cual provoca segregación y marginación, todo esto justificado por parte de su victimario con el argumento del supuesto beneficio hacia la víctima, es decir la deportista.

Al respecto, recordó que en el 2007, el Comité Olímpico Internacional (COI) hizo pública una declaración de consenso, en la cual externa su preocupación por la violencia llevada a cabo en la modalidad de hostigamiento o abuso sexual hacia las atletas, pues este fenómeno ocurre con mayor frecuencia en el deporte de élite.

El pronunciamiento del COI señala que el acoso y abuso sexual en el deporte pueden afectar de forma grave y negativa a la salud física y psicológica, pues genera enfermedades como ansiedad, depresión, así como el abuso de sustancias, las autolesiones y los suicidios.

Por ello, el legislador Mejía Berdeja, estimó necesario que este tipo de violencia se contemple en Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pues esto permitirá empoderar a las mujeres en la vida deportiva y alcanzar un verdadero estado de derecho socialmente responsable, justo y equitativo.

“Una legislación amplia encaminada a prevenir, erradicar y sancionar todas las formas de violencia contra las mujeres es un primer paso imprescindible para poner fin a la impunidad”, indicó.

El diputado dijo que modificar este ordenamiento jurídico evitaría hechos como los ocurridos a la clavadista olímpica Azul Almazán, quien acusó de “terrorismo psicológico y abuso de poder” a su entrenador Francisco Rueda; aunque no habló de acoso o abuso sexual, sí denunció que Rueda acostumbraba darles masaje a sus alumnas con el traje de baño bajado hasta la cintura.

Las revelaciones de Almazán sirvieron para que la entonces Comisión Reorganizadora de la Federación Mexicana de Natación integrara una Comisión de Honor y Justicia que –a pesar de los antecedentes y las pruebas aportadas por los denunciantes– exoneró al entrenador. Esa situación provocó que otra exclavadista, Cristina Millán, confesara que ella sí había sido acosada sexualmente por Rueda.

A pesar de que Millán era una de las mejores clavadistas mexicanas, perdió en tres ocasiones la oportunidad de asistir a Juegos Olímpicos. Fue relegada por su propio entrenador, quien después de habérsele insinuado en varias ocasiones y pedido de manera directa que fuera su amante, fue rechazado por Millán.

Reiteró que la violencia en el deporte tiene características únicas debido a la relación de poder que se establece con los entrenadores y a la necesaria atención que se presta al cuerpo de las personas que lo practican, por lo que se requiere garantizar la prevención, atención, sanción y erradicación de este fenómeno en el ámbito deportivo.

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