• La reforma pretende establecer un crecimiento territorial ordenado, que tome en cuenta impactos medioambientales

18-09-2014.- El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó con 360 votos reformar la Ley General de Cambio Climático, a fin de incluir el concepto de asentamientos humanos en la definición de Atlas de Riesgos, con el propósito de establecer las bases de un crecimiento territorial ordenado, cuya vulnerabilidad se busca disminuir y sea adaptable a los diversos efectos del medio ambiente.

El dictamen, enviado al Ejecutivo para sus efectos constitucionales, establece reformar la fracción II del artículo 3o. de la Ley General de Cambio Climático, con el propósito de robustecer los instrumentos para la prevención de los desastres y tener en cuenta los posibles efectos del medio ambiente en los principales asentamientos humanos del país, como la incidencia de enfermedades y de demanda de agua, con las posibles alteraciones de temperatura y precipitación.

Destaca que es fundamental atender la urbanización descontrolada y desordenada, ya que estos asentamientos causan impactos medioambientales. Por ejemplo, afirma, la transformación de las áreas naturales de tierra en superficies impermeables aumenta la velocidad del flujo del agua, lleva materiales contaminantes a los sistemas hídricos receptores, degrada la calidad de los recursos hídricos y causa problemas de contaminación a escala local.

Al fundamentar el dictamen, el diputado Ramón Antonio Sampayo Ortíz (PAN) mencionó que la reforma contribuirá a contar con información sobre las características de los eventos o fenómenos y su interacción con la vulnerabilidad y el grado de exposición de los asentamientos humanos y su entorno.

Permitirá, asimismo, hacer frente a los desafíos del cambio climático, pues de acuerdo con cifras del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos, en el 2030, el número de habitantes de las zonas urbanas habrá aumentado en mil 800 millones con respecto al 2005, es decir, el 60 por ciento de la población, principalmente en países en vías de desarrollo.

Agregó que esta situación plantea desafíos sin precedentes, entre los que se destacan el abastecimiento y el saneamiento del agua que, con el paso del tiempo y los efectos del cambio climático, las consecuencias serán más difíciles, en especial en los habitantes con índices de pobreza extrema, los cuales viven en barrios al margen de los planes de desarrollo.

Afirmó que es necesario que se desarrollen políticas públicas cuyas características destaquen la adaptación y mitigación del cambio climático, pues los efectos negativos de este problema ambiental afectarán a la población más vulnerable.

Destacó que los asentamientos humanos con mayor vulnerabilidad, según el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos, son los que se encuentran en zonas bajas, en las costas. Los asentamientos irregulares son urbanos y los que se encuentran en las orillas de los ríos, agregó.

Sostuvo que la adición del término “asentamientos humanos” en la definición del Atlas de Riesgo, permitirá tener conocimiento e identificar los diferentes riesgos, el grado de disposición y la vulnerabilidad, a través de estudios específicos relacionados con los asentamientos humanos.

Por su parte, el diputado Ricardo Mejía Berdeja (Movimiento Ciudadano) se pronunció a favor del dictamen, toda vez que es necesario regular los asentamientos humanos, porque hay corrupción en las licencias, en los usos de suelo, en la tolerancia de los asentamientos en zonas vulnerables. El tema es de fondo, dijo.

Sin embargo, señaló que estas reformas son “mejorales”, ya que la problemática medioambientales ameritan una cirugía mayor.

Añadió que “mientras no se atienda el tema de la fractura hidráulica en México, todos los cambios a la legislación medioambiental serán incompletos”.

Finalmente, la diputada Claudia Elena Águila Torres (PRD), comentó que en las últimas décadas el país ha sido presa de grandes desarrollos inmobiliarios y la urbanización descontrolada que han causado impactos ambientales negativos, pues la mancha urbana no permite la filtración natural del agua, lo que provoca que la precipitación fluvial cause inundaciones.

Indicó que este panorama pone de manifiesto la necesidad de establecer los estudios que midan los impactos ambientales, de los asentamientos humanos para no ser presa de los fenómenos naturales cíclicos.

Puntualizó que es fundamental proteger la integridad y seguridad de las personas, fomentar la prevención de los desastres y garantizar un ordenamiento que garantice un sano crecimiento de la población, disminuya la vulnerabilidad de los asentamientos humanos y logré paulatinamente la adaptación a los efectos negativos del cambio climático.

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