• Perciben sueldos bajos y sus condiciones laborales no son respetadas

• Corrupción e ineficiencia de funcionarios han desmantelado al organismo

10-04-2015.- Trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) solicitaron a diputados “detener el genocidio que representa la privatización del IMSS y la desaparición de la seguridad social”, y expresaron que el personal no es culpable del quebranto de este organismo.

Durante el Foro “Situación Laboral en el IMSS”, el diputado Gerardo Villanueva Albarrán, de la agrupación de Morena, mencionó que el objetivo es generar fundamentos que permitan crear políticas públicas dirigidas al IMSS, pues el país requiere un sistema de salud eficaz, eficiente y con un presupuesto adecuado para operar.

Villanueva Albarrán, organizador del foro, explicó que la intención es conocer las inquietudes y panorama de la situación laboral del IMSS y qué “mejor testigo del desmantelamiento de la seguridad social que las enfermeras, médicos y funcionarios administrativos”.

Afirmó que para perfeccionar los modelos sociales en materia de salud y recuperar al IMSS, se requiere producir un pensamiento crítico para que el trabajador y el derechohabiente dejen de ser víctimas de su mala operación.

En su participación, la secretaria de la Comisión de Seguridad Social, diputada Luisa María Alcalde Luján, de la agrupación Morena, sostuvo que el IMSS es una institución que enfrenta situaciones críticas en distintos ámbitos, y urgió a buscar soluciones integrales ya que el instituto atiende aproximadamente a 60 millones de personas, es decir, la mitad de la población del país.

Indicó que es responsabilidad del Estado brindar certeza a los trabajadores sobre sus derechos como sueldos y jubilaciones suficientes; sin embargo, consideró, el gobierno federal frena la asignación de los recursos necesarios para cumplir ese mandato.

“La crisis laboral en el IMSS, aseguró, requiere una estrategia y visión transversal para equilibrar y homogenizar los derechos de cada trabajador; hay mucha presión de trabajo pero no se incentiva a las personas para ejercer el mismo”, comentó.

El diputado Francisco Alfonso Durazo Montaño, también de Morena, sostuvo que el IMSS es uno de los principales pilares sociales del país, pues se creó para afrontar el rezago social de millones de mexicanos; sin embargo, en la actualidad este organismo enfrenta una insuficiente capacidad de respuesta.

Destacó que no obstante la importancia del IMSS, la escasa capacidad de respuesta del gobierno, la corrupción, el burocratismo y el charrismo sindical han ocasionado su degradación.

Sostuvo que una medida para contribuir a la mejora del IMSS sería reducir a la mitad los privilegios de altos funcionarios del gobierno Federal, ya que con ello se lograría destinar cerca de 300 mil millones de pesos para el fortalecimiento de la institución.

La diputada María del Socorro Ceseñas Chapa (PRD) mencionó que la defensa del IMSS sólo se puede lograr con la participación de los sectores, ya que este instituto no es el único que enfrenta una crisis de operación.

Añadió que la movilización también debe darse, a través de mecanismos jurídicos y con la coordinación entre los legisladores.

Por su parte, el representante del Movimiento de Trabajadores Sindicalizados, Abraham Cano Alarcón, precisó que ante las dificultades que enfrentan los trabajadores activos y no activos del IMSS, es indispensable reorganizar la estructura de esa institución.

La esencia de los sindicatos, aseguró, es defender al trabajador, pero, por el contrario, han adoptado un rol de control y no apoyan al personal. Agregó que las reformas estructurales implementadas por el actual gobierno afectan los derechos de trabajadores, principalmente a los jubilados.

Martha Medina Gómez, representante de las enfermeras del IMSS, sostuvo que el deterioro del Instituto comenzó desde hace 12 años, cuando se presentaron desvíos y préstamos de empresas fantasma en quiebra, lo cual llevó a la inoperancia, corrupción e ineficiencia del organismo.

“El IMSS ha sido asaltado como motín de guerra, a través del uso y abuso del poder, fraudes administrativos, nepotismo, intimidación y terrorismo sindical e institucional a nivel nacional”, puntualizó.

Medina Gómez solicitó a los legisladores su intervención para que se respeten los derechos de la fuerza del trabajo y garantizar que a quienes pasaron su vida en un quirófano, en una sala de urgencias y las clínicas generales, obtengan una pensión digna.

Asimismo exigió “detener el genocidio que representa la privatización del IMSS y la desaparición de la seguridad social” y remarcó que “los trabajadores no somos culpables del quebranto del IMSS, pues tenemos sueldos bajos y nuestra condiciones laborales no son respetadas”.

A su vez, el vicepresidente de la Asociación Nacional de Pensionados y Jubilados Siglo XX y XXI, del IMSS, Ramón Castañón Pérez, refirió que “es tarea del Poder Legislativo velar por los derechos laborales; se deben llenar los vacíos de la ley y cumplirla”.

Señaló que “la corrupción ha permeado al IMSS en confabulación con otras instituciones del Estado y las comisiones de la Cámara de Diputados deben ser más enérgicas para atender las demandas de los trabajadores que han formado al instituto”.

Asimismo, Ismael Bautista, trabajador del IMSS con 30 años de antigüedad, reiteró que la impunidad es lo que ha terminado con el instituto y “todas las malas administraciones han paso desapercibidas para el gobierno”.

Indicó que la nueva normatividad pretende acabar con derechos y prestaciones establecidos en los contratos de los trabajadores, y afectaría a los 240 mil jubilados, 410 mil empleados activos y a los 57 millones de derechohabientes del IMSS.

Gloria López Mora, coordinadora del Colegio de Enfermeras del Estado de Veracruz, dijo que la situación actual del instituto se debe a la centralización de la salud. Esto ha generado cobertura insuficiente, hacinamiento de pacientes, crecimiento exponencial de infecciones intrahospitalarias, recursos destinados en gran medida para la medicina, pues sólo se atienden casos de segundo y tercer nivel dejando desprovista a la atención general.

Además, se ha perdido personal capacitado, ya que los puestos fueron ocupados por técnicos a quienes se les delegaron funciones administrativas y gerenciales, lo que derivó en un “trabajo pobre” de la institución por la falta visión y nulo conocimiento de las bases prioritarias en materia de salud.

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