• El objetivo es promover entre los jóvenes el arte de la palabra

• La oratoria juega un papel fundamental en el desarrollo de la práctica parlamentaria: Arroyo Vieyra

23-04-2015 La Cámara de Diputados aprobó con 376 votos a favor y 8 abstenciones un dictamen que declara el primer viernes de marzo como el “Día Nacional de la Oratoria”. Se remitió al Ejecutivo.

El vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Francisco Arroyo Vieyra (PRI), aseguró que no hay mejor día para aprobar este dictamen que hoy que celebramos el instrumento de libertad por excelencia: el libro.

Manifestó que la oratoria en la Casa del Parlamento “es un instrumento básico, que tienen la obligación de dominar, porque el intercambio de las ideas que se da a partir de su ejercicio es uno que provoca una liturgia laica del nacimiento de la ley”

La oratoria es, pues, un instrumento de quien sabe y se siente capaz de decir las cosas porque tiene una autoridad moral universal, dijo.

Afirmó que no hay orador sin una arquitectura intelectual basada en la lectura, lo cual logra desarrollar un espíritu libre y forja mujeres y hombres de bien.

Al fundamentar el dictamen, el diputado Abel Octavio Salgado Peña (PRI) aseguró que la oratoria juega un papel fundamental en el desarrollo de la práctica parlamentaria, en la consolidación democrática, y en la posibilidad de intercambiar ideas y opiniones a través de este arte de la palabra, del buen decir, de la persuasión que aglutina en sí mismo técnica, talento, disciplina, vocación.

Sostuvo que el objetivo del dictamen es reconocer y promover a nivel nacional la oratoria, el primer viernes de marzo de cada año. Esto a través de concursos, jornadas, exposiciones, talleres y actividades de formación para que las próximas generaciones puedan brillar por las cualidades de los grandes oradores de todos los tiempos.

Aseguró que un orador es un líder que impulsa y crea puentes del diálogo concreto para cultivar los valores y fomentar los altos ideales de la cultura, y es capaz de innovar y transformar, ser cauce para las soluciones y del fomento de la esperanza.

Por su parte, el diputado Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara, de la agrupación Morena, indicó que con la aprobación del dictamen se lograría consolidar la democracia, la cual depende de la sensibilidad del diálogo y el respeto, atributos que los oradores entienden y aprenden desde temprana edad.

Subrayó que con valores como la cultura del diálogo y el respeto se puede abonar a la construcción de la democracia y empujar a México a encontrar el rumbo para, en forma efectiva, combatir no sólo la violencia y la inseguridad, sino también la corrupción.

La diputada María Sanjuana Cerda Franco (Nueva Alianza) se pronunció a favor del dictamen, ya que el diálogo y el intercambio de mensajes constituyen la piedra angular de la comunicación política, y a la vez son el mejor vínculo para el entendimiento y la conciliación de posturas e intereses.

Afirmó que la oratoria no sólo debe promoverse en el ámbito político, sino también a nivel social, pedagógico, cultural, empresarial y artístico, a fin de que los mensajes que se transmitan cumplan el objeto de convencer, motivar y movilizar al interlocutor. Agregó: “México necesita, requiere liderazgos sólidos que surjan desde abajo para poder revertir la desconfianza y la falta de credibilidad en las instituciones”.

En su turno, el diputado Danner González Rodríguez (Movimiento Ciudadano) mencionó que con la aprobación del “Día Nacional de la Oratoria” se logrará hacer que la palabra dé sentido al pensamiento, a la ley y a la historia y que sirva para que todo mexicano diga sin miedo lo que le ofende, lo que le duele a partir de hoy y para siempre.

Pidió que el Día Nacional de la Oratoria sea una fecha de conmemoración y reflexión, y que no sea utilizada como un coto de grupos que la usen como una franquicia.

La diputada Magdalena del Socorro Núñez Monreal (PT) señaló que la declaración del Día Nacional de la Oratoria permitirá un renacer de este arte asociado al estudio de la retórica; sin embargo, solicitó que desde la educación básica se desarrolle en los educandos la habilidad de hablar en público, lo cual coadyuvará a que adquieran seguridad y confianza necesaria para enfrentar los retos que impone la vida.

“El pronunciar un discurso representa una gran responsabilidad. De ahí la trascendencia de recordar la importancia del buen uso de la lengua”, dijo la legisladora.

La diputada Mónica García de la Fuente (PVEM) dijo que su voto sería a favor, toda vez que en un Estado democrático, el intercambio de ideas se lleva a cabo desde las tribunas más altas. Los discursos y debates que tendrán lugar en el marco de este proceso electoral, en las plazas públicas y en el intercambio diario de las ideas, son fundamentales.

“Al establecer el Día Nacional de la Oratoria estaremos impulsando la práctica y enseñanza, la difusión de esta disciplina entre los jóvenes, así como promoviendo concursos, jornadas, exposiciones, talleres y actividades para que las próximas generaciones cuenten con grandes oradores, que estén a la altura de los máximos maestros de la palabra”.

El diputado Fernando Belaunzarán Méndez (PRD) llamó a votar a favor, ya que el Día Nacional de la Oratoria promoverá la libertad, pues la palabra es un arma poderosa.

“La oratoria puede servir para grandes causas. Quién no recuerda: Hoy tuve un sueño, de Martin Luther King, por supuesto, una pieza oratoria universal”, agregó.

Por su parte, la diputada Ana María Gutiérrez (PAN) dijo que conmemorar el Día Nacional de la Oratoria, nace a consecuencia del perfeccionamiento de la comunicación y se lleva a cabo a través de discursos, decían los griegos, para la alabanza de un personaje o comunidad.

“Un buen orador es la persona que convence, que plantea firme y claramente sus ideas y que atrae y plasma en la mente de las audiencias su postura para ser reflexionada por su receptor”.

La diputada Lilia Aguilar Gil (PT) sostuvo que la oratoria no es solamente venir y plantarse a leer una serie de palabras que pretenden ligar ideas que busquen hacer lógica. El reconocimiento de la persuasión de la oratoria y la retórica como habilidad debe significar una preocupación por la formación de una sociedad crítica.

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