28-04-2015.- El presidente de la Comisión de Seguridad Social, diputado Edgar Emilio Pereyra Ramírez (PRD), afirmó que para replantear el sistema de pensiones en México se debe impulsar un diálogo abierto entre todos los actores del país, que permita obtener un diagnóstico de la situación actual.

En el marco de la Semana Nacional de la Seguridad Social 2015, durante la mesa de trabajo “Situación actual del sistema de pensiones en México”, aseguró que aun cuando el nuestro es un país de jóvenes, en 40 años se enfrentará una población que requiera otro tipo de seguridad social, que no sólo es el sistema de pensiones. Por ello, planteó que se adecué a sus necesidades.

Reconoció que el sistema de pensiones atraviesa una severa crisis y los institutos de seguridad social del país tienen graves problemas para asumir este tema, que representa 65 por ciento de su presupuesto, para pagar a los pensionados que se rigen por la ley anterior a la reforma de 1997.

Añadió que quienes se rigen por el sistema de las cuentas individuales, “con lo que aportan el gobierno y la institución no se garantiza una pensión digna, no va a significar más allá del 30 por ciento del último salario”.

Pereyra Ramírez se pronunció por un diagnóstico real del sistema, qué se necesita para resolver las necesidades que enfrenta. Aclaró: una reforma al sistema de pensiones y de seguridad social “no tiene que enfrentar sólo los próximos cinco años, sino que sirva para los próximos 50 años, que se adecue a lo que viviremos entonces y se permita contar con pensiones dignas”.

El coordinador del grupo parlamentario del PRD, diputado Miguel Alonso Raya, planteó la creación de una comisión para revisar los sistemas de pensiones con el fin de solucionar el problema de las más de 52 millones de cuentas individuales, pues muchas de ellas no alcanzan los requisitos para tener una pensión.

“Se debe reconocer que cuando se diseñó el sistema vigente no se contempló la inestabilidad en el empleo ni las aportaciones insuficientes de patrón, trabajador y Estado. Lo sensato es analizar el tema y ver qué medidas se deben tomar para garantizar que todo el que cumpla los requisitos, tenga una pensión digna”, subrayó.

Se está en tiempo, por el bono demográfico, de emprender acciones pues se avanza por un mal rumbo, ya que debido a un acelerado nivel de jubilaciones, para el pago de pensiones, el próximo año se tendrá que aumentar el presupuesto en cerca de 600 mil millones de pesos.

Un ejemplo de que el actual sistema no es correcto, explicó, es que no existe armonía entre las declaraciones que los patrones realizan ante el SAT, pues usan parámetros distintos para el salario y para las aportaciones al IMSS.

“El 57 por ciento de lo que un patrón aporta a la seguridad social es deducible de impuestos y exigen que sea el cien por ciento, si eso sucede se debilitaría aún más el salario; son parte de las cosas que se deben revisar”, expuso.

El legislador perredista reiteró que se debe buscar un camino que dé certeza a los ciudadanos, sobre todo cuando cifras del Coneval precisan que en los últimos dos años el número de mexicanos en pobreza ha aumentado.

El director de Prestaciones Económicas, Sociales y Culturales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Florentino Castro López, indicó que de los 209 mil millones de pesos del presupuesto anual de esa institución, que tiene un millón de pensionados, se destinan 135 mil millones. “De ese tamaño es el peso del gasto pensionario”.

Se trata de manejar con pulcritud un sistema de pensiones que aprobó y reformó la Cámara de Diputados y, además, se debe hacer una evaluación al sistema de pensiones del ISSSTE para ver qué se debe corregir y poder avanzar.

Indicó que el escenario para el debate es el Legislativo y destacó la necesidad de impulsar políticas públicas que garanticen mejores condiciones de vida para la población que requiere tanto de estas dos instituciones.

El director del Sistema de Agencias Turísticas del ISSSTE, Juan Carlos Arnau Ávila, dio a conocer la Estrategia Nacional de Turismo Social; se implementará en junio próximo para fomentar el turismo en México.

En su conferencia “El Turismo Social, Turissste” explicó que el objetivo es brindar a los ciudadanos la oportunidad de viajar alrededor del territorio nacional, primordialmente, a jóvenes, adultos mayores, personas con capacidades diferentes y familias de bajos ingresos.

“El turismo social no es un gesto generoso, filantrópico o de tipo asistencial, sino una actividad que tiene valor económico para el país”, comentó.

La estrategia, sostuvo, estará coordinada con distintas dependencias federales, y su inversión será de mil millones de pesos, para que a través de ello “se planifiquen programas turísticos al alcance de todos”.

Se espera que 300 mil mexicanos viajen durante el segundo semestre de este año y, adicionalmente, dos millones por año, a partir de la ejecución de ese proyecto.

Arnau Ávila solicitó a los legisladores y a los Congresos locales, apoyar las modificaciones reglamentarias y de ley que próximamente se propongan, con el fin de armonizar el marco jurídico e impulsar la ejecución de la Estrategia Nacional de Turismo Social.

El coordinador general de Planeación Estratégica de Proyectos Especiales de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), Federico Rubli Kaiser, señaló que con las reformas a la ley del IMSS y del ISSSTE se dio un paso fundamental para enfrentar el cambio demográfico del país y ha habido avances importantes, pero también retos qué enfrentar.

Dijo que entre 2010 y 2050, la expectativa de vida promedio se incrementará de 74.3 años en 2014 a 79.4 en 2050, y los esquemas de seguridad social se verán severamente presionados ante el incremento en el número de personas en etapa de retiro.

Se pronunció por hacer un diagnóstico crítico pues “nadie está contento con el estatus actual” y delinear acciones, para consolidar el sistema de pensiones. Propuso que la aportación de 6.5 por ciento de trabajadores del IMSS, del salario base de cotización, se incremente vía las aportaciones tripartitas y considerar la extensión de la edad de 60 años para obtener la pensión por cesantía.

Además, diseñar mecanismos para estimular el ahorro financiero y el voluntario, generar incentivos para que la inversión de los recursos del SAR se destine a proyectos de infraestructura con buenos rendimientos, e impulsar la educación financiera de trabajadores con cuenta individual.

El coordinador de Prestaciones Económicas del IMSS, Santiago de María y Campos Meade, propuso establecer una mesa de diálogo para ajustar el sistema. “Somos un país de jóvenes, estamos a tiempo de aprovechar el bono demográfico y generar las condiciones para que en un futuro la mayor parte de la población tenga acceso a seguridad social íntegra y completa que dé un ingreso digno a los pensionados”.

Dijo que el gasto que destinó el IMSS al pago de poco más de tres millones de pensiones en 2014, fue de alrededor de 150 mil millones de pesos. La mayoría, explicó, son por cesantía, con un millón 403 mil pensionados; por vejez, 359 mil personas; invalidez, con 261 mil; por incapacidad permanente 147 mil; por viudez 458 mil; y por orfandad, 156 mil.

Del instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Berenice Ramírez López indicó que se requieren cambios y reformas de largo plazo e insistió en revisar el diseño de este sistema a profundidad. La seguridad social integral y completa debe cubrir riesgos del ciclo de vida de los individuos, “en un mundo con inseguridad y violencia”, lo cual ayudará a tener una sociedad más integrada y más productiva.

Por parte de la División de Actuaría y Financiación del Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CIESS), Carlos Contreras Ruiz, señaló la conveniencia de abordar el tema de lo que pasa hoy en México y en otro países, “pero no por que veamos que en otros países algo, aparentemente, funciona bien, hay que copiarlo como receta. Las recetas en materia de seguridad social es lo peor que podemos hacer”.

Agregó que el sistema de pensiones no debe basarse en las cuentas individuales, “no quiere decir que deben desaparecer, o satanizarlas, pero no pueden ser su fundamento y base”.

Arturo Alcalde Justiniani, académico laborista, señaló que es necesario impulsar un diálogo urgente para realizar un análisis crítico del sistema de pensiones de 1997 y revisar sus bases e identificar “qué falló para que no vuelva a suceder”.

Asimismo, considerar una visión integral del modelo de seguridad social que incluya temas de pensión universal, seguro de desempleo y política universal de salud y conocer experiencias exitosas en otras partes del mundo.

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