• CEAMEG presentó libro “Mujeres que transitan en los márgenes de un mundo global”

24-02-2015.- La presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios, diputada Amalia Dolores García Medina (PRD), indicó que es preocupante la condición que enfrentan mujeres, niñas y niños migrantes ante el racismo, xenofobia, trata de personas, abuso sexual y explotación laboral que padecen en México.

Consideró que el reto es aplicar los instrumentos internacionales de los que el país es parte, para que se conviertan en una práctica permanente que garantice el respeto de los derechos humanos de las personas, específicamente de las mujeres migrantes. En estas semanas, agregó, se ha puesto el acento en la grave violación a las garantías de mexicanas y mexicanos.

Durante la presentación del libro “Mujeres que transitan en los márgenes de un mundo global. De la exclusión de la ciudadanía a la inclusión sustantiva”, indicó que una de las virtudes de esta obra es que reconoce la necesidad de crear e implementar políticas públicas, por parte del Legislativo, que garanticen la no violación de los derechos de las migrantes.

Destacó que tan sólo en el 2009, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó 20 mil migrantes secuestrados en el país, mientras que para el 2011 fueron 11 mil. En el caso de las mujeres secuestradas, expresó, en la mayor parte de los casos hubo también abuso sexual y violación.

García Medina detalló que al hablar de fronteras culturales, es preciso considerar cuestiones de etnia, pues para las indígenas, por ser mujeres y migrantes indocumentadas, aumentan sus condiciones de vulnerabilidad.

Por ello, resaltó, es importante visibilizar esta problemática. Al hacerlo, comentó, tendremos un panorama de lo que significa ser mujer migrante, aunado a la situación de trata, abuso sexual y explotación de quienes trabajan en el hogar y prácticamente se encuentran en condiciones de esclavitud.

Exhortó a proteger a las migrantes, y a quienes defienden sus derechos desde la sociedad civil como el padre Alejandro Solalinde y Nancy Pérez, directora ejecutiva de Sin Fronteras, ante las amenazas que enfrentan.

Al dar a conocer el libro, la presidenta del Comité del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), diputada Flor de María Pedraza Aguilera (PAN), destacó que esta obra, elaborada desde la perspectiva de género y derechos humanos de la política migratoria de México, permite identificar la situación que viven las mujeres, quienes junto con sus hijas e hijos, deciden irse en busca de mejores oportunidades.

Además, continuó, señala los avances y retos en el ámbito legislativo, las políticas públicas y recursos etiquetados que se destinan a esta problemática. “El trabajo, es un llamado a la conciencia, compromiso y trabajo en conjunto con el propósito de que las y los diputados legislemos a favor de las mujeres y niñas migrantes”, acotó.

La directora general del CEAMEG, Marina Mandujano Curiel, precisó que es compromiso del centro contribuir al fortalecimiento del marco jurídico en la materia, que sirva como diagnóstico para impulsar políticas públicas con perspectiva de género y sea un referente que “nos sensibilice a ser solidarias y solidarios frente a los derechos humanos de las mujeres, niñas y niños migrantes”,.

La autora del libro, Marcela Laguna Morales, resaltó que la migración carece de una política de protección. En su lugar, afirmó, “las personas se enfrentan a una violencia que se ha naturalizado en nuestro país”.

Propuso revisar el Plan Frontera Sur que se estableció en México como la principal política migratoria, principalmente porque la población que viaja desde Chiapas al norte del país enfrenta más dificultades al caminar por rutas de mayor peligro que subir al ferrocarril conocido como “La Bestia”.

Esta es una oportunidad para analizar cómo podemos transformar nuestra política migratoria y tener un marco jurídico que, en lugar de ver a las y los migrantes bajo sospecha, se logre cambiar la perspectiva de seguridad nacional, sobre todo cuando México es reconocido, no por su buena política de migración, sino por ser una de las fronteras más peligrosas del mundo, comentó.

Por su parte, la directora de Atención a Migrantes en Unión Juárez, Chiapas, Ivonne Miguel Rodríguez, precisó que las mujeres migrantes, hijas e hijos provenientes principalmente de Centroamérica, merecen que el Poder Legislativo se comprometa a revisar la ley en la materia y haga respetar los derechos humanos en el tránsito por nuestro territorio.

“Es necesario garantizar el derecho humano a la movilidad en igualdad de circunstancias, lo que obliga a replantear nuestro marco jurídico y las políticas públicas, sobre todo cuando la Comisión Económica para América Latina reveló que el 70 por ciento de migrantes de la frontera sur del país son víctimas de violencia y 60 por ciento sufren abuso sexual durante el viaje”, señaló.

Ante ello, propuso elaborar un diagnóstico, que prevé la Ley de Migración, a fin de conocer la situación y condición de las mujeres migrantes; crear un banco de información de trabajadoras migratorias indocumentadas; tener un registro de muertes de migrantes, como se tiene en la frontera norte, y generar un sistema de información sobre migración, con el propósito de tener una mejor caracterización de flujos migratorios.

La directora general de Estudios Legislativos del Instituto Belisario Domínguez del Senado, María de los Ángeles Mascott Sánchez, expresó que es urgente crear una fiscalía especializada para la protección de las migrantes y focalizar territorios, como el sur de la República y crear observatorios ciudadanos como una forma de presionar el respeto a los derechos humanos de estas personas.

En el evento, que se realizó en las instalaciones de San Lázaro y organizaron la Comisión de Asuntos Migratorios y el Comité del CEAMEG, también intervino el rector de la Universidad Teológica de México, Dan González Ortega.

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