- CaracterÃsticas de la actividad agropecuaria implican elevados niveles de riesgo que propician altas tasas de interés
- Su fuente de crédito son las cajas de ahorro; banca de desarrollo debe buscar mecanismos para asignarle recursos
28-09-2015.- El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la SoberanÃa Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados reveló que únicamente el 1.5 por ciento del financiamiento total de la economÃa se canaliza al sector rural del paÃs. Indicó que las caracterÃsticas propias de la actividad agropecuaria implican elevados niveles de riesgo, provocando altas tasas de interés y que el sector rural sea poco atractivo para atraer financiamiento. Esta situación, dijo, desincentiva a los productores a solicitar créditos y en otros casos optan por recurrir al sector informal. De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria 2014 (ENA 2014), el 10.4 por ciento de las unidades de producción cuentan con un crédito. A pesar de que el dato resulta bastante bajo, representa un incremento de 35 por ciento en relación con el dato de la ENA 2012, y mejor aún una variación de 160 por ciento en comparación con la información reportada en el Censo Agropecuario de 2007. En el documento “Encuesta Nacional Agropecuaria 2014. INEGI-SAGARPAâ€, el CEDRSSA subrayó que la principal fuente de crédito son las cajas de ahorro, ya que el 26.4 por ciento de las unidades de producción que tramitaron un crédito lo obtuvieron por esta vÃa y el 16 por ciento recurrieron a empresas o personas que les comprarán la producción. Las fuentes de crédito que aumentaron su participación entre 2012 y 2014 fueron: la banca comercial (28.3 por ciento), asà como los familiares que viven en el paÃs (16.3 por ciento) y en el extranjero (166.7 por ciento). Argumentó que las fuentes que mostraron variaciones a la baja fueron: casas de empeño o prestamistas (72 por ciento); Sociedad Financiera de Objeto Limitado (Sofol) o Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofom) (64.2 por ciento); uniones de crédito (60.6 por ciento); cajas de ahorro (25.6 por ciento) y la Financiera Rural (8.9 por ciento). Tales datos, subrayó, dejan ver que las fuentes formales, salvo la banca comercial, reflejan apoyos decrecientes al financiamiento rural. Recordó que uno de los aspectos positivos del financiamiento es que puede contribuir a la generación de capital. Sin embargo, la ENA 2014 revela que el 84.6 por ciento de las unidades de producción utilizan el crédito obtenido para compra de materiales o de materias primas. El 37 por ciento de las unidades lo utilizan para pago de sueldos, salarios o jornales y sólo el 6.3 por ciento emplean el crédito para la compra de maquinaria o equipo. “Es poco alentador pues el crédito en lugar de financiar activos que contribuyan a la sostenibilidad de las actividades agropecuarias, lo utilizan primordialmente para financiar la actividad en el corto plazoâ€, alertó. Por ello, planteó a la banca de desarrollo buscar mecanismos alternativos para asignar recursos al sector rural, toda vez que las unidades de producción reportan como una de las principales causas por las que no obtuvieron el crédito: la falta de documentación solicitada y no poder comprobar ingresos. A su vez, las unidades que no solicitaron crédito lo hicieron principalmente por los altos intereses que deben pagarse. De igual modo, el CEDRSSA añadió que el 62 por ciento de las unidades de producción agrÃcola venden sus productos. Casi tres cuartas partes de la producción total (73 por ciento) se destina a la venta y el resto se destina al autoconsumo. En la venta se observa que predomina el intermediarismo, ya que las unidades reportan que el 42.3 por ciento de la producción vendida es a un intermediario. Los cultivos que experimentan en mayor medida esta situación son: sorgo grano (65.1 por ciento), frijol (62.7 por ciento) y maÃz blanco (62 por ciento). Por lo que se refiere a las unidades de producción que se dedican a la crÃa y explotación de animales, el 33 por ciento vende su producción. Y al igual que para la producción agrÃcola, en la venta se observa que predomina el intermediarismo, ya que las unidades de producción reportan que el 59.2 por ciento de la producción es vendida a través de un intermediario. Respecto al empleo en el sector primario, datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reflejan una tasa de crecimiento promedio de 0.8 por ciento en el número de trabajadores asegurados permanentes durante la última década. Entre 2012 y 2014, los asegurados permanentes incrementaron 2 por ciento; al mes de julio de 2015 se observa una tasa de crecimiento de 3.2 por ciento en relación con el mismo periodo de 2014, lo cual refleja tanto un mayor dinamismo como mayor formalización en el sector. Los datos de la ENA 2014 muestran que el 59.5 por ciento de la mano de obra es remunerada, de la cual el 87 por ciento corresponde a hombres y el 13 por ciento a mujeres. Llama la atención la situación de las mujeres en el campo, pues la mano de obra no remunerada de ellas creció 11 por ciento entre los datos reportados en la ENA 2012 y la encuesta 2014; aunado a esto, la mano de obra no remunerada de mujeres disminuyó 8.5 por ciento. Resaltó que la participación de la mujer en las labores del campo se ha visto acompañada por programas de género. Sin embargo, es conveniente ponderar la posibilidad de incrementar dichos programas en el actual contexto de restricción de recursos. También plantea la necesidad de diseñar y/o instrumentar programas públicos con incentivos para mantener la mano de obra joven en las actividades económicas del sector agropecuario. En el documento, el Centro de Estudios sostuvo que la ENA muestra importantes áreas de oportunidad vinculadas principalmente a cuestiones estructurales tales como la tecnologÃa, el financiamiento, la tenencia de la tierra, la mano de obra y los activos. Sin embargo, a pesar de la coyuntura de los últimos dos años de favorecer el desempeño del sector agropecuario, la ENA 2014 revela escasos avances en el sector y la persistencia de múltiples problemas y rezagos, vinculados sobre todo a problemas estructurales no atendidos que siguen vigentes y en cualquier momento pueden hacer mella en los logros alcanzados hasta ahora. -- ooOoo -- |