07-12-2016.- La presidenta del Caucus Anticorrupción de la Cámara de Diputados, Minerva Hernández Ramos (PAN), destacó la interacción plural entre organizaciones de la sociedad civil organizada y legisladores, para trabajar en favor de la transparencia.

En la sesión del primer aniversario del Caucus, hizo votos para que el siguiente año continúen los trabajos de ese grupo, con el objetivo de alcanzar metas importantes en materia anticorrupción y rendición de cuentas. Indicó que ya se diseñó un programa de trabajo para el 2017.

Entre los compromisos asumidos por los integrantes del Caucus, para el próximo año, están actualizar las declaraciones “3 de 3” de los miembros de este grupo de trabajo; impulsar la propuesta de una nueva oficina de presupuesto para el Congreso, y promover mecanismos efectivos de participación ciudadana en el diseño presupuestal.

Además, analizar una nueva legislación de Adquisiciones y Obra Pública, y reformar la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

La diputada María Candelaria Ochoa Avalos (Movimiento Ciudadano) comentó que “cualquier peso que circule de dinero público es de todos y se debe vigilar, porque finalmente es el dinero de los ciudadanos y se tienen que rendir cuentas”.

Indicó que “cada vez hay más leyes, pero se cumplen menos porque no estamos conscientes de la importancia de que la corrupción es parte de un sistema de impunidad, en el que no se sanciona a quien hace mal uso del recurso público.

Al reconocer el trabajo del Caucus Anticorrupción, refirió que si bien ha habido reformas a las leyes, también hay gobernadores, secretarios y más funcionarios de todos los niveles de gobierno que hacen un mal uso del recurso público.

Del PRD, Rafael Hernández Soriano explicó que trabajar con organizaciones de la sociedad civil en materia anticorrupción, ha permitido a los legisladores tener una visión más afinada de dónde están los puntos sensibles del tema.

Resaltó que con las reformas en la materia, ahora la Cámara de Diputados es también un ente fiscalizado y no sólo fiscalizador. “Debemos hacer que el Legislativo sea un Poder digno de representar a los mexicanos”.

La diputada Claudia Edith Anaya Mota (PRI) señaló que “durante muchos años en el país ha habido muchos funcionarios corruptos” y celebró que “por lo menos ya se está sabiendo, y los están buscando. Ojalá que los encuentren a todos y, como en el caso de Veracruz, se recuperen y devuelvan los recursos para que lleguen a su destino final”.

El director ejecutivo de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez, comentó que el siguiente año será complejo, porque este fue de las reformas anticorrupción, pero se tiene que ver cómo aplicarlas. “Si queremos que la nación le dé vuelta a la corrupción, necesitamos más esfuerzos coordinados y un Estado comprometido con ello”.

Estimó que el Congreso debe cumplir dos funciones: la legislativa, y ser un contrapeso del Ejecutivo y un espacio de vigilancia a los otros Poderes. El Caucus, dijo, tendrá que abordar en su agenda temas estructurales para el país, entre ellos, lo que tiene que ver con las instituciones creadas para el Sistema Nacional Anticorrupción.

La investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Sunny Arely Villa Juárez, consideró que la participación ciudadana es fundamental y en cuanto al presupuesto, todos debemos comprender dónde y cómo se gasta nuestro dinero.

El coordinador en Anticorrupción y Transparencia, del Laboratorio de Políticas Públicas, apuntó que en la agenda del próximo año, el Caucus debe voltear a ver a las organizaciones de los estados y conocer qué se está haciendo, debido a que pueden hacer grandes aportaciones.

El coordinador de Presupuestos y Políticas Públicas, del Centro de Análisis e Investigaciones Fundar, Javier Garduño Arredondo, resaltó los espacios de interlocución para organismos de la sociedad civil que ha propiciado el Caucus, y se pronunció por seguir avanzando de la mano con el Poder Legislativo.

El investigador de Gesoc A.C, Alfredo Elizondo Rosales, estimó que el siguiente año será particularmente difícil por dos cuestiones: los procesos electorales y el “enemigo externo” que se está materializando en el gobierno estadounidense; por ello, es importante avanzar en la agenda de transparencia y no generar mayor descontento social.

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