- Ojalá que los aplausos que vimos y escuchamos el sábado en Palacio Nacional, de dirigentes políticos, del propio Presidente de la República y de los principales líderes empresariales del país, se traduzcan en hechos
- El Legislativo cumple su parte en el mejoramiento y creación de normas; de poco o nada sirven si no se ven reflejadas en políticas incluyentes, sostiene
- Es responsabilidad de los gobiernos, la aplicación de planes y programas públicos que fortalezcan el desarrollo nacional, refiere
14-02-2016 El Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva, dijo que “ojalá que los aplausos que vimos y escuchamos de dirigentes políticos, del propio Presidente de la República y de los principales líderes empresariales del país”, el pasado sábado en Palacio Nacional durante el encuentro con el Papa, “se traduzcan en hechos, porque para evitar la exclusión se requieren programas sociales que lleven a que se evite que el ingreso se siga concentrando en unos cuantos y que siga creciendo la falta de capacidad adquisitiva del salario de la gran mayoría de la sociedad”. Agregó que el gobierno y empresarios deben atender el mensaje papal y mostrar con hechos su disposición para lograr el bienestar de la gente y atender los problemas de exclusión y de oportunidades para una población que ya no soporta más la indiferencia de sus autoridades. ¿Por qué esperar a que el Papa venga a decir a gobernantes, a políticos y empresarios los que se necesita hacer? ¿Por qué esperar a que el Papa venga a evidenciar lo que no han querido reconocer, los grandes problemas del país, como la inequidad, el beneficio de unos cuantos sobre la mayoría, corrupción, narcotráfico, exclusión, violencia, tráfico de personas, secuestro, muerte, y sufrimiento de las víctimas y sus familias, cuestionó. “El propio Peña Nieto dijo que hoy tenemos una sociedad en la que hay más riqueza, pero que está concentrada en unas cuantas manos. Bueno, entonces que los grandes empresarios estén dispuestos a aportar más para el desarrollo del país, para que se empiece a incrementar el salario y recuperar su poder adquisitivo”, añadió. Asimismo, refrendó su llamado a los ejecutivos federal y estatales para cumplir con las responsabilidades que los mexicanos les encomendaron en el momento de darles el voto, y no esperar a que el líder de la Iglesia Católica evidencie sus omisiones ante los ojos del mundo. “Y aunque por años hemos venido exigiendo generar las condiciones necesarias para fortalecernos como nación, simplemente no ha habido respuesta de los gobiernos, como responsables de la aplicación de planes y programas públicos”, señaló. El Legislativo, expuso Zambrano Grijalva, cumple su parte y trabaja en el mejoramiento y creación de normas, pero de poco o nada sirve si no se ven reflejadas en políticas incluyentes. “Aprobamos, por ejemplo, la desindexación del salario mínimo para que se pudiera proponer una mejora en las percepciones de las y los trabajadores. “¿Y qué hizo el gobierno con el apoyo de los empresarios? Se adelantaron y definieron un aumento menor a tres pesos, condenando aún más a la pobreza a millones de mexicanos”, dijo. Tampoco se han propiciado estrategias gubernamentales que deriven en fuentes de empleo digno y bien remunerado, ni se ha invertido lo idóneo en educación a fin de evitar que las y los jóvenes abandonen sus estudios para engrosar las filas del crimen organizado. Seguimos con la tarea pendiente de combatir la corrupción, fortalecer el sistema de justicia, trabajar el tema de los penales, atender las demandas para evitar la infiltración del narcotráfico en los espacios de decisión, entre otros, citó. Señaló que se ha dicho en más de una ocasión que el sistema de justicia mexicano debe ponerse a prueba, que la Procuraduría General de la República debe esclarecer presuntos nexos de políticos con el crimen organizado, que debe dar información sobre los decomisos realizados y del aparato financiero que sostiene al narco para desarticularlo y debilitar a quienes están matando a nuestros jóvenes y niños; no obstante, el silencio cómplice ha sido parte de su actuar. Zambrano Grijalva coincidió con el Jefe del Estado Vaticano, en el sentido de que “un pueblo con juventud es capaz de renovarse y transformase”, pero precisó que es facultad de los gobiernos federal y locales, generar las propuestas que ofrezcan mejores opciones de empleo e ingresos a nuestros connacionales para evitar que los deslumbren los recursos que les propone el crimen organizado. “Hay que dejar claro que nada debe ser más importante que la educación, sobre todo de ese importante segmento de nuestra población, pues como lo ha dicho el investigador Ruy Pérez Tamayo: ¿qué queremos: 14 millones de muchachos educados, inteligentes, bien comidos o 14 millones de forajidos? Depende de los gobiernos federal y estatales evitar que más muchachos se vayan a engrosar las filas del crimen organizado”, concluyó. -- ooOoo -- |