22-02-2016.- Durante el foro “El modelo de comunicación política, ¿en riesgo?”, legisladores, investigadores y expertos en la materia coincidieron en ajustar el modelo de comunicación política para desplazar el spot como herramienta de trasmisión de mensajes, y abrir la posibilidad de que los ciudadanos establezcan un diálogo que les permita elegir las mejores propuestas.

El diputado Virgilio Caballero Pedraza (Morena) precisó que, si bien la reforma del 2007 mejoró las condiciones de competencia entre los partidos políticos, no abonó el tiempo dedicado al debate político y a la deliberación de ideas frente a las reglas del mercado que marcan los formatos de la política actual.

Consideró necesario establecer cambios al modelo de comunicación política como desplazar al spot como vehículo para transmitir de mensajes y fomentar los debates entre contendientes.

“La política del spot, aún bajo el supuesto de que no cuesta dinero, no exime a los partidos políticos de la falta de contenido y valor informativo que le deben a la ciudadanía, una situación que abre la brecha entre partidos y sociedad”, afirmó.

Señaló que, actualmente, los candidatos se presentan como una mercancía, un producto de consumo que evade la atención pública de sus nexos políticos y/o empresariales, así como de las propuestas que respondan a las diferentes problemáticas que enfrentamos como sociedad.

Resaltó que la reforma del 2007 puso sobre la mesa la importancia de la comunicación en la democracia del país e impidió la contratación de propaganda electoral por parte de los partidos políticos y particulares y la asignó exclusivamente a los tiempos del Estado. Aunado a ello, se transitó del modelo de comunicación política mixto al gratuito, dotó al entonces Instituto Federal Electoral, hoy INE, de las facultades para administrar dichos tiempos para las elecciones federales y locales.

La consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Pamela San Martín Ríos, declaró que el esquema de comunicación política ha demostrado cumplir con sus objetivos, pero también que los formatos empleados deben ser reformados.

“Lo que no debemos hacer es iniciar una discusión a partir de premisas falsas y debates inexistentes respecto a lo que está en juego, que no es la libertad de compra sino la libertad de la ciudadanía de elegir condiciones de información, esa debe ser la base de la disputa”, acotó.

Mencionó que el análisis sobre el esquema de comunicación política tiene que ir no sólo en el sentido de saber quién aparece en los tiempos oficiales, sino en que estos sean mejor utilizados. “Es preciso analizar qué elementos son inherentes al modelo y cuáles tendrían que cambiarse”.

Ante ello, continuó, se requiere conocer en qué consiste y cuáles son las características de dicho esquema. Recordó que la existencia de los tiempos oficiales no surge de la reforma política electoral de 2007 y 2008, sino de contraprestaciones establecidas desde el 2002 a los concesionarios de radio y televisión.

En el tema “Balance y retos del modelo de comunicación política electoral hoy”, el ex representante del PRI ante el Comité de Radio del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), Carlos Sotelo García, mencionó que ha sido una aspiración histórica “permanente” de los concesionarios de la industria de la radio y la televisión someter todo el andamiaje de comunicación electrónica; para ello, “han contado con la complicidad de una clase política miope”.

El también ex senador, propuso acabar con la “spotización” e incluir debates formales e informales en radio y televisión; crear un canal nacional público y expedir la ley de propaganda gubernamental, la cual tiene un atraso de más de 7 años, que “impida que por la vía del duopolio se haga posible la mercantilización prohibida en nuestra Carta Magna”.

En su intervención, el profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Javier Esteinou Madrid, precisó que no se debe cambiar el modelo de comunicación política actual, porque sería modificar el espíritu de equidad de la competencia e incrementaría la corrupción política.

Además, mantendría un estado de cosas enfocadas más al autoritarismo que a la democracia. “La propuesta de iniciativa es contraria al marco de una mayor deliberación pública y permitiría atraer dinero corrupto a los procesos electorales, lo cual introduciría impunidad y dificultades para su fiscalización”, resaltó.

El representante del PRD ante el INE, Fernando Vargas Manríquez, aseguró que el modelo de comunicación política está en riesgo, debido a que no hay condiciones para una reforma a las reglas establecidas por el poder de las televisoras y la debilidad del Estado.

Comentó que este esquema de comunicación se discute bajo dos premisas: el acceso a la gratuidad de los tiempos el Estado de los partidos políticos y la propaganda gubernamental y sus limitaciones en cuanto a su promoción personal de servidores públicos, así como a la temporalidad de su difusión durante las campañas electorales.

Del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Roldán Xopa, afirmó que el modelo de comunicación excluyó a los ciudadanos. “La crítica está ahí, si se permitiera incorporarlos, la finalidad de este esquema estaría cumplida”.

Mencionó que la spotización impide conocer las propuestas para resolver problemas públicos y poder criticarlos en la medida de sus adversarios; los ciudadanos, por el contrario, deben tener la posibilidad de orientar su voto; esto, explicó, ha impedido al modelo tener la oportunidad de buscar soluciones a los problemas públicos.

“Se ha perdido el sentido de la propaganda como solución a los problemas. Los ciudadanos deben tener la posibilidad de establecer un diálogo para apoyar y elegir las propuestas de solución y ver cuáles son los mejores medios necesarios para ese resultado” indicó.

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