29-03-2016.- Diputados del PRI, PAN, PRD, PVEM, Morena, Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza y Encuentro Social, rememoraron el 210 aniversario del natalicio de Benito Juárez, en la sesión del Pleno. El diputado Gonzalo Guízar Valladares (Encuentro Social) recordó que Benito Juárez García pasó a la historia como el impulsor de las Leyes de Reforma, su gran aportación al sistema político mexicano y por instituir la separación de la Iglesia con el Estado y con ello, instaurar una República Laica. Separación que, dijo, se realizó bajo el irrestricto respeto a las creencias y cultos de todos los mexicanos. “Un Estado laico que no impulsa, no promueve una religión y sí brinda las libertades de creencias a todos sus representados; ahí estriba la grandeza de Juárez”, apuntó. El legislador informó que en este sentido, su fracción parlamentaria presentó una iniciativa que modifica la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público y el Código Penal Federal para prohibir cualquier acción que discrimine o ejerza violencia en razón de creencias religiosas, es decir, que la intolerancia se eleve a rango de delito. La diputada María Eugenia Ocampo Bedolla (Nueva Alianza) afirmó que a 210 años del natalicio de Juárez, su pensamiento político está más vigente que nunca, aunque existen resabios que pretenden olvidar los cimientos laicos del Estado mexicano. El pensamiento de Juárez fue progresista para su época, le permitió conformar un Estado nacional e independiente, y su capacidad política le ayudó a sortear las diferencias políticas y sociales que prevalecían. Destacó la grandeza histórica juarista, cuyo legado político es la base de la República, germinó la esperanza de una transformación social de un México moderno. “Reafirmamos la convicción para que la educación sea pública, laica y gratuita al alcance de todos y los principios liberales sean la base fundamental del régimen democrático”. De Movimiento Ciudadano, el diputado Adán Pérez Utrera, sostuvo: recordar a Benito Juárez no debe quedarse en la remembranza de la vida de un hombre, sino sus fundamentos hacerlos vigentes, “ante un gobierno de la República gris, incapaz y corrupto ante los grandes problemas nacionales”. Conmemorar a Juárez en un tiempo, donde se transgrede el Estado de derecho y no se garantiza la seguridad de las personas, es entender lo fundamental de las Leyes de Reforma, eficaces para combatir poderes fácticos que antes como hoy, gangrenaban el tejido social. “El legado juarista está vigente porque las libertades, solidaridad, justicia y honestidad deben ser traducidas en transparencia, combate a la corrupción y la impunidad y el respeto a los principios constitucionales, como la mejor vía para transformar la historia del país y reencauzar el torcido camino seguido por las instituciones públicas, pues sólo basta que los políticos se conduzcan con rectitud”. Jorge Tello López, legislador de Morena, dijo que a más de dos siglos del natalicio de Benito Juárez, la pobreza sigue lacerando, consumiendo a los pueblos de la sierra oaxaqueña. Es fundamental honrar su memoria respetando su legado y desterrando la corrupción. Otro mérito de Juárez fue su gran interés por expandir en todo el país la educación pública con carácter gratuito y laico, al señalar: “Libre y para mí sagrado es el derecho de pensar. La educación es fundamental para la felicidad social. Es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos”. Juárez fue un gran estadista que durante la Guerra de Reforma dictó y aprobó la más importante legislación de la historia moderna de México: las Leyes de Reforma con las que se estableció la división definitiva entre la iglesia y el Estado, la nacionalización de los bienes de la iglesia, el Registro Civil, de los nacimientos, casamientos y defunciones y la instauración de la educación laica. Su legado es enorme, valioso e incalculable. El diputado Andrés Fernández del Valle Laisequilla (PVEM) recordó que Benito Juárez por 14 años ostentó la banda presidencial y llevó en la espalda la carga de enfrentar un convulsionado siglo XIX, liderando un periodo de transformación que dio forma al México liberal y democrático. Argumentó que Juárez logró superar las condiciones de exclusión educativa que imperaban en la reciente nación independiente, donde su origen étnico zapoteca no le auguraba una vida fácil. “Juárez no sólo es un ejemplo de político, sino de estudiante y ciudadano, que se esforzó durante toda su vida por alcanzar una vida mejor, pero ante todo, siempre pensó en el beneficio de la patria sobre intereses personales”, afirmó. Araceli Saucedo Reyes, legisladora del PRD, señaló que hablar de Benito Juárez es hacer mención no de cualquier político, sino de un hombre que trabajó incansablemente por esta nación. “Cómo no reconocer la obra de este hombre de la patria, que encausó los caminos soberanistas e independentistas de los mexicanos”. Benito Juárez, dijo, fue el principal promotor en la construcción del Estado laico, cuando impulsó el conjunto legislativo conocido como las Leyes de Reforma, uno de los pilares de la visión de los constitucionalistas de 1857. “Hoy es más urgente que nunca reconocer sus antecedentes históricos”. Hizo votos por conservar el espíritu constitucionalista, democrático, laico y republicano en las instituciones. “Si se pierden estas nociones elementales, se pierde todo. El destino de nuestro país está hoy, más que nunca, en juego, con arreglos institucionales que nos conducen por un derrotero incierto y una gran vulnerabilidad frente al exterior en lo económico, en lo energético, su destino todavía es más irremediable”, añadió. Por el PAN, el diputado Miguel Ángel Huepa Pérez destacó que Benito Juárez tuvo una visión integral de México, fue impulsor de leyes, como la libertad de culto, del matrimonio civil, secularización de los hospitales y establecimientos de beneficencia, así como el reglamento para el cumplimiento de la ley de nacionalización, entre otros. Su visión como estadista, su perseverancia en la lucha a pesar de las derrotas y su espíritu patriótico no solo son motivo de inspiración y remembranza de historiadores y poetas, son hoy parte de la vida cotidiana, “que a veces pasa por alto que si hoy estamos aquí es porque los próceres de la estatura de don Benito Juárez lo hicieron posible”, agregó. A las y los diputados, “nos toca enaltecer la memoria de personajes como Benito Juárez y de miles de mexicanas y mexicanos que ofrendaron su vida por construir la nación que hoy tenemos. Nos toca dejar de lado las mezquindades y banalidades del poder. Reconocer lo que falta por hacer o lo que se ha hecho mal. Hoy tenemos enemigos comunes, como es la delincuencia, la inseguridad, la corrupción y la falta de oportunidades para miles de familias mexicanas”. La diputada Yarith Tannos Cruz (PRI) manifestó que Benito Juárez fue el gran estadista que puso los cimientos de la modernidad de la República a la hora de ir instaurando el poder desde una concepción del Estado, en la que éste pasaba a asumir la responsabilidad sobre la población, que hasta entonces venía siendo tutelada por la Iglesia Católica en todas las etapas de la vida. Juárez no combatió a la Iglesia Católica, solo movió las fichas para que “todos ocupáramos nuestro lugar en una República que abrevaba ya el espíritu de la democracia y que, por lo tanto, tenía que ser laica. Laicidad que apenas ha quedado consagrada en el artículo 40 de la Constitución, pero cuyo espíritu fue señero en la construcción que Juárez legó al siglo XX”. El debate que amerita el devenir mediato y también inmediato de México tiene que volver a su cauce, tenemos que hacerlo nosotros, depurar la estridencia que obnubila y la falacia que confunde. “Juárez, el vigente, el que necesitamos ahora, con su visión, su firmeza, su amplitud, su capacidad de rodearse de grandes que dignificaban a la clase política que afrontaba con él los desafíos. El Juárez de la coherencia y la férrea voluntad”. -- ooOoo -- |