• No se trata de una expresión cultural añeja o anticuada, sino viva y dinámica: Robles Andrade

21-03-2017.- Pocas expresiones artísticas como la poesía nos llevan a una reflexión tan profunda, es vital para el desarrollo individual y colectivo y, por tanto, debe incluirse en cualquier programa escolar, indicó el director del Museo Legislativo “Los Sentimientos de la Nación”, Elías Robles Andrade, durante la conmemoración del Día Mundial de la Poesía, en San Lázaro.

Robles Andrade sostuvo que esta efeméride, proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) el 3 de Noviembre de 1999, es de gran relevancia a nivel mundial, ya que tiene el objetivo de recordarnos que la poesía “no es una expresión cultural o artística añeja o anticuada, sino que es una expresión viva y dinámica”.

En este día, en que también conmemoramos el Natalicio del Benemérito de las Américas, Benito Juárez García, celebramos a este género literario como una expresión artística que puede alejar de los vicios a niños y jóvenes, al ser una actividad que enriquece la noción que tenemos de nosotros mismos y nos ayuda a comprender el sentido de la vida, enfatizó.

Al adentramos a la poesía, continuó, nos interesamos en la filología, en el dominio de la lengua y en la diversidad cultural. Es una riqueza que debe estar necesariamente en las asignaturas para quienes se están formando en las aulas, subrayó.

Además, apuntó, “nos ayuda a conocer nuestro idioma, nuestras raíces, es una gran apuesta para saber más sobre nuestra diversidad cultural”.

El escritor, editor y gestor cultural, Víctor Alvarado Arzamendi, señaló que la poesía va más allá de la palabra. “Es más que técnica, figuras y tropos; clasificación de métricas, a veces forzadas, párrafos diversos, bibliografías y tomos, va más allá de temas sociales, políticos y universales”.

La poesía, expresó, está constituida por el ritmo. Es lo que la hace persuasiva y no informativa, es el ritmo el que palpita por nuestro ser, a través de la palabra, enunció.

“La poesía es una experiencia estética y como tal debe sentirse, como se siente el amor, el sabor de las frutas y los vinos. La poesía se vive y se siente como otra forma de llegar a la felicidad”, afirmó.

La poeta, narradora, crítica y editora de la revista electrónica “Sombra del Aire”, Nidya Areli Díaz, enfatizó que “ahora más que nunca necesitamos poesía, necesitamos enarbolar la elaboración, la belleza y la sustancia de la palabra para ir más allá de los discursos del día a día, más allá de una sociedad que se sostiene sobre arengas baratas y mediocres”.

Sin embargo, precisó, la difusión de este género en México mantiene factores tan dispares como los económicos y culturales, o las políticas públicas, ya que el nivel de lectura es deplorable, el costo de publicar un libro es elevado y complicado tener acceso a recursos públicos para ello.

Hay insuficiencia de becas al estímulo creativo; las prácticas y políticas de las grandes editoriales son poco receptivas a autores no consagrados o de baja rentabilidad y las políticas internacionales pretenden convertir el arte en un producto más sujeto a la oferta y a la demanda.

Por ello, consideró necesario reflexionar en torno a las dolencias de la cultura en México y a sus implicaciones sociales, considerando que las sociedades se construyen a través de sus discursos y la manera de utilizar el lenguaje es mediante la palabra. “Sólo a través de ella es que nos hacemos seres humanos, civilización e historia”, precisó.

Del Centro Educativo y Cultural San Martín Azcatepec, Estado de México, Celia López Garrido detalló que la reforma a la Ley General de Educación intenta captar las habilidades que poseen las y los niños y jóvenes, a fin de explotar sus capacidades para crear importantes artistas, deportistas y/o científicos. “Es lo que nos hacía falta”, comentó.

Expresó que es necesario interesarnos en preguntar a los jóvenes qué artes les resulta atractivo practicar, la música, la pintura, la escultura o la poesía, y ayudarlos a fomentarla.

Al evento, realizado en las instalaciones de San Lázaro, acudieron escritores, poetas, editores y gestores culturales.

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