30-04-2018.- La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, la Asociación Mexicana de Diabetes, la Academia Mexicana de Cirugía, el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre”, ISSSTE, y diversas fundaciones y universidades, firmaron la “Alianza por el Pie Diabético” cuyo fin es garantizar que instituciones involucradas brinden acceso efectivo a la atención médica del paciente conforme a las mejores prácticas internacionales. Se busca que el Poder Legislativo y el gobierno federal intervengan para lograr asignar recursos para la detección, tratamiento y monitoreo de la persona diagnosticada con este mal. La secretaria de la Comisión, diputada Teresa de Jesús Lizárraga Figueroa (PAN), dijo que esta Alianza permitirá definir las acciones específicas a trabajar para convertirlas en realidad. Previamente, al inaugurar el foro en la materia, la legisladora afirmó que la situación en el país es preocupante; uno de cada 10 mexicanos tiene diabetes, y lo lamentable es que uno de cada 20 pacientes sufre una amputación. En México existen 100 mil personas que les quitaron alguna extremidad inferior a causa de esta enfermedad, por la falta de cuidado y atención a las complicaciones. Sólo una de cada dos personas que sienten alteraciones en la sensibilidad de sus pies, se atiende, “mientras que 50 por ciento se queda sin acudir al médico y cuando llega ya es demasiado tarde para poder salvar su extremidad”. Es un tema que afecta a la familia y al país porque inhibe la posibilidad de crecer en la productividad. Ante ello, se pronunció por trabajar desde lo básico, para dar información al paciente, sensibilizarlo, educarlo y fortalecer la prevención aún dentro de la enfermedad”. Lizárraga Figueroa puntualizó que es importante revisar qué estado guarda la atención al pie diabético; cuáles son los obstáculos que enfrenta; las políticas públicas y las acciones por parte de los distintos actores, para reducir el alto índice de amputaciones, y todas las implicaciones que esto tiene en la vida del afectado y su familia. De la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD), Gabriela Allard Taboada, destacó que actualmente las cifras son alarmantes. Calcula que de seis millones de personas diagnosticadas con diabetes, un millón ya ha tenido una úlcera, y de esa cantidad 50 por ciento no accede a un tratamiento oportuno, por lo que muchos terminan siendo amputados. El problema del pie diabético requiere de un monitoreo continuo; sin embargo, la atención hoy es dispar, depende de la cobertura con la que cuenten los pacientes. Llamó a homologar los protocolos de atención en las instituciones de salud, cortar los tiempos de espera y empoderar al paciente con información sobre su condición, a fin de darle herramientas para su cuidado. Del departamento de Salud Pública de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rafael González Guzmán, resaltó que 9.4 por ciento de mayores de 20 años se saben diabéticos y aproximadamente entre 3 y 4 por ciento no lo sabe. Los estratos pobres son los más afectados, debido al elevado consumo de grasas y refrescos. La enfermedad está mal controlada en el sistema de salud, ya que sólo a 15 por ciento de los diabéticos se les midió la hemoglobina glucosilada en el último año, cuando la recomendación es hacerla varias veces durante el año; a 30 por ciento de los pacientes no se les hizo ninguna prueba de laboratorio en el último año y sólo a 22 por ciento se les recomendó un plan de alimentación. Enfatizó que 41 por ciento de los diabéticos reportan sensibilidad en los pies, pero sólo a 21 por ciento del total se les hizo examen en ellos; sólo a 15 por ciento se les midieron los lípidos en la sangre, y a 4 por ciento se les practicó un electrocardiograma, medidas que vienen en la Norma Oficial Mexicana para el manejo de la diabetes. Los diabéticos que vienen de un estrato pobre sufren 2.5 veces más úlceras en las piernas y reportan 5.4 veces más amputaciones; la pérdida visual es 1.72 veces más frecuente que la de los enfermos de estratos altos, lo que demuestra que no sólo hay problemas por la cantidad de diabéticos, sino por inequidades sociales respecto a su atención. “Las tasas de muerte más altas por diabetes se presentan en los municipios más pobres del país, donde la edad de muerte por diabetes es 10 años menor que en los municipios ricos, 60 años en promedio, en tanto, en los municipios ricos es de 70 años”, afirmó. El presidente de la Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD), Héctor Valle Mesto, consideró que el sector enfrenta problemas que impiden dar atención de calidad a quien padece pie diabético; sólo se invierte al sector salud 5.9 del PIB. “Preocupa la falta de acceso a la salud, a medicinas, a infraestructura, recursos humanos, médicos, enfermeras y especialistas, así como a los dispositivos médicos que se requieren”. Para establecer la cultura de la prevención “el paciente debe participar; es decir, que se haga cargo de su salud. aspiramos a que entregue su información médica, en la medida que nosotros participamos con los daños entendemos cuáles son los mejores resultados”. Del Consejo Coordinador Empresarial, Raúl Riquelme Cacho, se congratuló por este esfuerzo, porque el tema del pie diabético tiene gran impacto en el quehacer de los ciudadanos y cada día mayor ingerencia en la productividad del país. Aunque está por finalizar esta Legislatura, se debe seguir trabajando en iniciativas en beneficio del sector, “todos los que estamos involucrados en el tema de salud estamos comprometidos”. Durante la mesa 1 “Pie diabético: un problema de Salud Pública”, Carlos Arturo Hinojosa Becerril, subdirector de Investigación Clínica, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, afirmó que la Norma Oficial Mexicana de diabetes no define esta condición; por tanto, no se asignan recursos. Solicitó la intervención de la Cámara de Diputados. El jefe de Servicio de Angiología Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que el IMSS redujo costos de tratamientos para este padecimiento, triplicó el número de pacientes y para 2017 se lograron 353 salvamentos de extremidades. “No requeríamos más recursos en esta unidad, sino destinar eficientemente el recurso”, para lo cual se requiere informar a médicos generales y especialistas. Héctor Valle Mesto afirmó que se debe actualizar la información, pues los últimos datos indican que entre 2001 y 2011 hubo un incremento anual en amputaciones de 9.2 por ciento. Se pronunció por fortalecer la colaboración entre pacientes, sociedad civil, gobierno e industria para impulsar modelos predictivos, preventivos y participativos que permitan enfrentar este problema. Del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra”, Roberto Coronado Zarco, sostuvo que este problema requiere la mayor atención, pues 70 por ciento de esas disecciones se debe a una lesión primaria en el pie por la diabetes; de éstas, una de cada 10 recibe rehabilitación, y a quienes se les prescribió una prótesis, 70 por ciento no sabe utilizarla. Agregó que cortar una pierna no elimina el problema, pues diversas complicaciones pueden terminar con la pérdida de la otra pierna con todo el impacto emocional, económico y laboral que conlleva. Ignacio Escotto Sánchez, cirujano vascular y endovascular del ISSSTE, dijo que para evitar una amputación, la revascularización del pie diabético es el mejor tratamiento, y señaló que en el Instituto se hacen 70 salvamentos al año con su aplicación. Esa condición debe considerarse una urgencia prioritaria, pues su mortalidad y morbilidad es mayor que la del cáncer de páncreas. En la segunda mesa “Derecho del paciente a la Prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno del pie diabético”, José Antonio Muñoz Prado, vicepresidente Sociedad Mexicana de Angiología y Cirugía Vascular y Endovascular, señaló que el 70 por ciento de las amputaciones en México se debe a la diabetes, la primera causa de estancia hospitalaria prolongada y la que más gasto genera. Expuso que uno de cada dos pacientes que entra a los sistemas de salud en México por pie diabético, va a salir sin extremidad; por ello, se debe invertir en el sector de salud, realizar evaluaciones de estrategias y ver cuáles son los generadores más altos de esta enfermedad. La Cámara de Diputados debe gestionar impuestos para el tema de salud como la diabetes, así como autorizar un presupuesto amplio. “Necesitamos un cambio profundo y rotundo en la concepción de ver esta enfermedad, es decir, en su prevención y tratamiento”, comentó. En este punto, Carlos Arturo Hinojosa Becerril opinó que se deben crear centros de atención para la diabetes, así como una guía para los protocolos de cuidado a los pacientes con pie diabético Carlos Silva, representante de la Unidad Coordinadora de Vinculación Social de la Secretaría de Salud, dijo que el 20.1 por ciento de los pacientes llevan a cabo una revisión adecuada de sus pies; por ello, se les debe capacitar y al médico también, para generar una atención completa y tener el control y vigilancia de la enfermedad. Indicó que, de acuerdo con una encuesta del 2016, existe 5.5 por ciento de personas amputadas por este padecimiento y 42.1 por ciento tiene ya alguna alteración en cuanto a sensibilidad, adormecimiento, ardor o trastorno en sus extremidades inferiores, lo que genera que se enfoque en el diagnóstico y tratamiento. Iyari Sánchez Díaz, coordinadora nacional del programa MIDE, del ISSSTE, resaltó que toda persona con diabetes debe someterse por lo menos una vez al año a un examen o exploración completa de los pies. Cada 30 segundos una persona en el mundo está perdiendo una extremidad por esta enfermedad, por lo que es necesario que realicen una observación y tratamiento adecuado. Durante la Mesa Tres: “El papel activo del paciente diabético”, Juan Manuel Rodríguez Trejo, representante de la Academia Mexicana de Cirugía, señaló que sólo un 10 a 15 por ciento de pacientes diabéticos estaban controlados, por lo que propuso capacitar a los médicos para llegar a una buena historia clínica, ya que esto permitiría la investigación de una enfermedad asociada y evitar afectaciones en las arterias por debajo de la rodilla. Eduardo García Hernández, representante del Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), destacó que esta unidad de salud atiende a cerca de dos millones de consultas de pacientes con diabetes, generando un costo que supera los mil 600 millones de pesos; de este total, sólo el 15 por ciento atiende pie diabético. “Es necesario que médicos de primer contacto y especializado, otorguen tratamiento integral para evitar el retraso de complicaciones”. María Georgina García Martínez, presidenta del Clúster Médico de Jalisco, explicó que este organismo busca vincular y coordinar los programas estratégicos entre la academia, iniciativa privada, sociedad y gobierno, de la mano de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (SICYT) del estado, a fin de atender a la población y dar acceso al servicio de salud. Durante la Mesa 4 titulada “Acciones para garantizar la atención oportuna al paciente con pie diabético”, el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Jesús Felipe González Roldán, indicó que siete de cada 10 adultos presentan un problema de sobrepeso y obesidad; en tanto, uno de cada tres preescolares y adolescentes enfrenta este padecimiento. Ante ello, dijo que es indispensable fortalecer el primer nivel de atención del paciente, otorgar atención médica de calidad, abasto de medicamentos suficientes y pruebas diagnósticas oportunas, así como capacitar a los médicos, ya que siete de cada 10 no reciben cursos de actualización o capacitación en el manejo de enfermedades crónicas. El presidente médico de la Asociación Mexicana de Diabetes de la Ciudad de México (AMD), Juan Luis Carrillo Toscano, señaló que es importante concientizar a la gente sobre cómo debe alimentarse y qué tipo de actividad física debe hacer, controlar el estrés y auto-cuidar su salud, a fin de evitar sobrepeso y obesidad, como antecesoras de la diabetes. -- ooOoo -- |