25-04-2019.- Al participar en el foro “Cuarto Encuentro Iberoamericano de Envejecimiento Activo”, la diputada María Teresa Marú Mejía (PT), afirmó que es relevante compartir lo que México realiza en atención a este sector. “Muchos países voltean a vernos con la emoción de que les podamos compartir nuestras vivencias”.

Expresó que es motivante ver que las personas de la tercera edad se sienten listas para reintegrarse a la sociedad.

Este escenario es idóneo para hablar sobre la realidad a la que día a día se enfrentan habitantes de diferentes países de Iberoamérica, como el rápido envejecimiento, lo que hace necesario adaptar políticas, servicios que el Estado ofrece y mercados laborales para personas mayores de 60 años.

Expertos de Bolivia, Colombia, Brasil, Costa Rica, Argentina, Honduras, Chile y México, aportan sus experiencias sobre el envejecimiento y longevidad, inclusión laboral, pensiones contributivas y no contributivas en Iberoamérica, proyecto de vida y vejez, así como la feminización del envejecimiento.

En su conferencia, la representante de México, María de Lourdes Reyes, cofundadora de Iberoamérica en Movimiento, consideró que la sociedad tiene una visión miope de las capacidades que tiene este sector de la población.

El problema es más grave cuando es en el seno de las familias donde se ve de manera equivocada como una “carga social” a los mayores, sin darse cuenta que son un capital social que está desaprovechado, o bien, sobre explotado.

Afirmó que aún son capaces de ser líderes, cabezas o jefes de familia, como se les conoce en algunos países; pueden realizar la administración del hogar con todo lo que implica (mantenimiento, reparaciones, pagos); realizar, en sus comunidades, acciones de voluntariado, y ya con algún entrenamiento bajo la tutela de alguna institución, convertirse en actores sociales que coadyuven con mejoras el entorno de sus comunidades.

Agregó que la construcción de capital social a través de uno de los pilares de envejecimiento activo se basa en la información, empoderamiento, participación, ayuda mutua, autogestión, voluntariado, ciudadanía, actores sociales y capital social.

Lourdes Reyes sostuvo que no podrán tener una transformación sino están sanos, apoyados y/o formando parte de algún programa de intervención socio-comunitario o institucional tales como clubes o cajas familiares de previsión social, que les permita generar condiciones para envejecer de manera saludable a través de actividades deportivas, sociales, culturales, recreativas y educativas, a fin de mejorar su calidad de vida.

Miriam Janet Cruz, médico del Instituto de Salud de Honduras abordó el tema la importancia del apego al tratamiento. Mencionó que desarrollaron un programa de atención a este sector para detectar y resolver problemas en la utilización de los medicamentos; incrementar el conocimiento y mejorar las actitudes de los pacientes respecto a su medicación, así como optimizar el cumplimiento terapéutico.

Según la última encuesta nacional de salud, los adultos mayores de ese país consumen en promedio 4.27 fármacos por persona y aproximadamente 8.12 por ciento de ellos son mal indicados.

Detalló que el trabajo de las instituciones públicas consiste en favorecer la formación de los médicos en este tema; facilitar herramientas que puedan detectar la magnitud del problema; involucrar a todos los profesionales sanitarios; poner en marcha programas de ayuda y asesoramiento; realizar folletos educativos, y reducir el tiempo entre las citas.

De Costa Rica, Aleyda Obando Briceño, de la Asociación Cajas Sociales, aportó su experiencia sobre la atención a este sector cuya esperanza de vida es de 83 años para mujeres y 80 para hombres.

Subrayó que se enfocan en programas de actividad física y mental para conservar la salud, así como talleres de sensibilización para desarrollar destrezas y habilidades a fin de generar crecimiento personal y nuevos proyectos de vida.

Gladys Romero, docente de gerontología en la municipal de Santiago de Chile, abordó el tema la importancia de las relaciones intergeneracionales en un mundo que envejece. Mencionó que las sociedades deben aprender a convivir con este sector que de acuerdo con la CEPAL, para 2020, este país situado al sudoeste de América del Sur, será el más envejecido del continente.

La aportación de Santiago de Giovanni, profesor e investigador de la universidad nacional de Comahue de Argentina, fue sobre los servicios sanitarios para personas mayores basados en la demanda, participación y derechos humanos hacia un futuro de comunidades inteligentes y amigables.

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