01-09-2019.- México merece recuperar la tranquilidad y la paz social, por ello, el PRI convoca a un gran pacto nacional que erradique la violencia y reestablezca la seguridad ciudadana, y en el que participen todos, afirmó la senadora Beatriz Paredes Rangel.

Al iniciar el primer periodo de sesiones ordinarias del segundo año de ejercicio de la LXIV Legislatura, dijo que la vigencia del Estado nacional está en juego “si no recuperamos la posibilidad de que todo el territorio nacional viva con tranquilidad”.

Puntualizó que el bien del país y la aptitud de articular con visión de Estado, es y será siempre, una de las aportaciones importantes para su partido. “Agradezco a mis correligionarios de la bancada el haberme permitido representarlos en este evento, la defensa acérrima de convicción y principios caracteriza a la oposición priista”.

La senadora afirmó que la política agropecuaria debe respaldar al sur-sureste sin dejar de lado al norte ni centro del país; es relevante apoyar a los campesinos más pobres, sin duda, pero no debe significar desatender a aquellos que con trabajo y esfuerzo de generaciones han logrado mejorar su condición.

Es imperante transformar la realidad, pero se requiere comprender la incidencia de la globalización en el México contemporáneo, asumir el cambio tecnológico, el valor de la ciencia y la innovación, pues de no

hombre, de un caudillo; son indispensables los equipos bien coordinados hacerlo, subrayó, hay riesgo de retrocesos irreversibles. En síntesis, se requieren políticas del siglo XXI para el siglo XXI.

La problemática de la migración es ineludible, pero “rechazamos categóricamente constituirnos en tercer país seguro. Rechazamos las políticas xenofóbicas y el discurso de odio”.

Ante ello, puntualizó que exigen firmeza bilateral porque la convulsión de las fronteras requiere de una estrategia específica para que el talante hospitalario que ha caracterizado a nuestros compatriotas fronterizos, no se vea trastocado ante la insuficiencia de oportunidades, ante la infraestructura incompleta y rebasada.

Mencionó que honradez y genuino compromiso con los más pobres son atributos que todo gobernante debe tener, son condiciones necesarias pero no suficientes porque en esta época, finalizando la segunda década del siglo XXI, en un país de 127 millones de habitantes, los gobiernos no pueden ser de un solo y expertos en sus tareas, dispuestos a escuchar y a incluir.

Demandó congruencia con perspectiva democrática y exhortó a revisar las políticas públicas con humildad, no con triunfalismos. “Les proponemos discutir a profundidad a qué se refieren cuando dicen cambio de régimen. Si se pretende una restauración autoritaria que debilite instituciones y la evolución democrática que costó décadas construir a todas las fuerzas políticas, incluyendo desde luego a preclaros dirigentes de la izquierda y a movimientos sociales progresistas, si ése es el propósito, no lo vamos a permitir”.

Es tiempo de trabajar en defensa de las instituciones democráticas, impulsar su evolución y desarrollo, “la oposición somos un solo frente, porque somos corresponsables de la historia de México”, agregó.

Puntualizó que el único espacio para procurar una convivencia armónica en la sociedad mexicana, es lograr un futuro con pleno respeto a los derechos humanos, a la libertad de expresión, de asociación, a las garantías de los satisfactores básicos, al desarrollo educativo, a la responsabilidad ecológica, al manejo honorable y transparente de los recursos públicos.

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