- Es la tercera actividad más rentable para el crimen organizado
- Genera cerca de 23 mil millones de dólares al año
La Comisión de Justicia analiza la iniciativa de la diputada Claudia Báez Ruiz, quien plantea reformar el artículo 420 del Código Penal Federal con el objetivo de sancionar hasta con 14 años de prisión y hasta dos mil días de multa, a quien comercialice con ejemplares de fauna silvestre de forma ilícita. La legisladora de Encuentro Social destaca que la importancia de su propuesta radica en que México es considerado uno de los 12 países megadiversos, pues tiene 70 por ciento de la diversidad de especies existentes en el mundo; sin embargo, la biodiversidad ha tenido fuertes pérdidas, al extinguirse 49 especies y tener más de seis mil 652 en peligro de extinción. Explicó que una de las causas de este deterioro es el tráfico de especies, una actividad que amenaza la supervivencia de los animales, al ser sustraídos o heridos, para su venta o comercialización de alguna parte de su cuerpo, actividad que es una de las más rentables para el crimen organizado tan sólo después del comercio de armas y drogas. Indicó que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por esta actividad se mueven alrededor de 23 mil millones de dólares al año. La cifra se obtiene del intercambio de mascotas exóticas y la venta de pieles, huesos, colmillos y órganos. Báez Ruiz refirió que de acuerdo con el informe de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) 2018, en el operativo Thunderstorm, aplicado con la Interpol, aseguraron mil 45 ejemplares de flora y fauna que se encuentran en alguna categoría de riesgo, 59 en peligro de extinción. Ante este panorama, la legisladora señaló que de aprobarse la sanción del tráfico de especies se evitaría que vaya en aumento, toda vez que según un informe de la Policía Federal, en lo que va del año se han asegurado alrededor de seis mil especies protegidas en peligro de extinción, principalmente en aeropuertos y servicios de paquetería. Por ejemplo, añadió, en enero se rescató un tigre de bengala que había sido vendido en Internet; en febrero fueron recuperados un jaguar y un mandril, abandonados en jaulas en condiciones deplorables. Unos días después fueron aseguradas cinco cajas de cartón en un autobús de pasajeros sobre la carretera Atlacomulco-Maravatío, que contenían 10 ejemplares de guacamayas verdes. Mes con mes se reportan boas, leones, tortugas, caimanes y, el más reciente, dos ejemplares de lobos marinos. “Las nuevas tecnologías, la facilitación de los viajes, los envíos y las entregas inmediatas por paquetería han hecho que la compra-venta ilegal de especies crezca de manera exponencial, agudizando el efecto en los ecosistemas y aumentando el riesgo de amenazas de salud pública, ya que el manejo descontrolado de los organismos en estado salvaje puede disparar el brote de enfermedades infectocontagiosas”, de ahí la importancia de legislar en la materia, concluyó la diputada. --ooOoo-- |