- La economista de la UNAM, Denisse Michel Vélez Martínez investigó situaciones adversas de las mujeres rurales
- Aportan más del 50 por ciento de la producción de alimentos en México: diputada Irma Juan Carlos
- Incorporar una visión que redunde en bienestar sin violencia y en paz: diputada Villarauz Martínez
02- 03- 2020.- El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados, presentó el libro ganador del Tercer Premio Nacional “Dip. Francisco J. Múgica”, de la economista de la UNAM, Denisse Michel Vélez Martínez. La obra Empoderamiento económico de mujeres rurales a través de proyectos productivos: Los casos de Ayotoxco, Cuetzalan y Hueyapan en la Sierra Nororiental del estado de Puebla, se hizo acreedora a este reconocimiento por abordar la situación de la población femenina y sus proyectos productivos estratégicos. La presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas, diputada Irma Juan Carlos (Morena), destacó que esta investigación es trascendental para entender y visibilizar el empoderamiento económico de las mujeres rurales, que aportan más del 50 por ciento de la producción de alimentos en México. No obstante, “seis de cada 10 mujeres del campo viven en pobreza, la expresión más lacerante de la desigualdad”, donde las indígenas sufren la “discriminación estructural”. La legisladora por Oaxaca, sostuvo que el 23 por ciento de las mexicanas habitan en localidades rurales y representan el 34 por ciento de la fuerza laboral; sin embargo, la tenencia de la tierra es una de sus mayores dificultades porque no son propietarias y no acceden a créditos. Conocer los proyectos productivos de los municipios de Ayotoxco, Cuetzalan y Hueyapan demuestra la capacidad extraordinaria que tienen las mujeres indígenas, visibiliza las fortalezas que nos mantienen unidas y reflejan que “sí se puede avanzar en los objetivos de empoderamiento económico y social, con productos y servicios de alta calidad que comparten la identidad como pueblos originarios”, afirmó. Eliminar la “brecha de género” a través de los programas productivos alientan el acceso a los recursos, servicios y oportunidades como factores eficaces contra la pobreza rural femenina y fomentar el desarrollo de la agricultura y el agro. La diputada Roció del Pilar Villarauz Martínez (Morena), secretaria de la Comisión de Igualdad de Género, apuntó la relevancia de analizar el empoderamiento de las mujeres rurales a través de proyectos productivos, porque logran “identificar las áreas de oportunidad que necesitamos avanzar e impulsar desde el Poder Legislativo”. Propuso incorporar en los programas y actividades del gobierno federal “una visión que redunde en un bienestar directo a las mujeres, libres de violencia y en entornos de paz”. Destacó el planteamiento novedoso y necesario de la investigación realizada por Denisse Michel, al proponer “otra forma de mirar y registrar los fenómenos sociales que involucran a las mujeres del entorno rural, particularmente desde una metodología feminista”. La obra invita a reflexionar e incidir en políticas de género como una hoja de ruta para dejar de manifiesto el compromiso de los órdenes de gobierno con la igualdad de género con un enfoque claro de objetivos y procesos. La legisladora afirmó que la Comisión de Igualdad de Género analiza las 26 reglas de operación de programas prioritarios del Anexo 13 del Presupuesto de Egresos de la Federación, destinado a la paridad entre hombres y mujeres, “donde tenemos la responsabilidad de emitir opinión para que cumplan con la perspectiva de género como principio para su operatividad”. El diputado Diego Eduardo Del Bosque Villarreal (Morena), secretario de la Comisión de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos Naturales, resaltó la importancia de las comunidades campesinas e indígenas como núcleos potenciales de valores éticos y capacidad productiva, que “están en completo abandono y en una situación de pobreza lamentable”. Se requiere apoyarlas para desarrollar una agricultura que privilegie el cuidado del medio ambiente y promover el enfoque de género, porque las mujeres, en general, son discriminadas y enfrentan una competencia desleal agudizada por situaciones raciales. Es fundamental que desde la academia y el Poder Legislativo se visibilice la problemática del campo, que sumado a la labor del CEDRSSA impulse e identifiquen soluciones. Reconoció la aportación de los egresados de las universidades públicas al ofrecer sus conocimientos técnicos y científicos al servicio de los núcleos más necesitados y olvidados. José Gildardo López Tijerina, encargado de la Dirección General del CEDRSSA, explicó que el Premio Nacional lleva el nombre del diputado constituyente Francisco J. Múgica, por su legado como luchador social y revolucionario. Realizó, junto con Lucio Blanco, el primer reparto de tierras durante el gobierno de Venustiano Carranza, en la hacienda Los Borregos, en Tamaulipas. Reivindicó a los hombres del campo, principio que se plasmó en la Constitución Política de 1917 y que sigue vigente, subrayó. Denisse Michel Vélez Martínez, autora y economista feminista de la Universidad Nacional Autónoma de México, subrayó que su investigación es una “propuesta de cambio estructural y radical; es lo que se requiere para transformar las relaciones de poder entre mujeres y hombres”. Asimismo, abatir la desigualdad de género que prevalece en el medio rural y que se traduce en pobreza, exclusión social, económica y política es incompatible con un enfoque de desarrollo sustentable. Especial atención se otorga, explicó, a la necesidad de “empoderar a las mujeres rurales”, considerado como un proceso político feminista y no un concepto, donde las políticas públicas dejen de verlas como personas vulnerables y sujetos de estrategias asistencialistas. En cambio, se requiere impulsar políticas productivas que consideren desigualdades estructurales como la disponibilidad del tiempo; el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado; el potencial laboral y emprendedor; el aumento de cargas de trabajo y no reproducir estereotipos culturales, a fin de que ellas tomen decisiones sobre sus recursos materiales, su entorno y su cuerpo. La tesis para obtener la licenciatura en economía por la UNAM se convirtió en este libro ganador del primer lugar, cuyo contenido plantea “un ejercicio de reflexión que enriquezca el trabajo parlamentario”. Originaria de Puebla, Vélez Martínez consideró oportuno que se revisen los proyectos del Anexo 13 del Presupuesto de Egresos relacionados con el Programa Especial Concurrente, con el objetivo de privilegiar la perspectiva de género. Al comentar la obra, María Almanza Sánchez, profesora investigadora del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Chapingo, resaltó el planteamiento de empoderamiento de la mujer a través de los proyectos productivos desarrollados en los tres municipios de Puebla que refiere el libro. Porque “la autonomía económica transforma a las mujeres, las empodera y revalora ante sí mismas por su capacidad de decisión en los negocios. Si apoyamos el desarrollo de ellas, el país también se desarrollará”. La propuesta, desde una visión feminista, significa transformar las estructuras de subordinación y modificar las relaciones sociales para que las mujeres adquieran el control sobre sus vidas y definan rutas propias de desarrollo, concluyó. ---ooOoo--- |