- La iniciativa de la diputada Herrera Vega (MC) busca que los planes y programas de estudio también promuevan entornos libres de violencia sexual
- Se requiere acabar con estigmas y tabúes que impiden hablar con niños y jóvenes sobre la sexualidad de manera natural, señala
20-03-2021.- La diputada Geraldina Isabel Herrera Vega (MC) planteó reformas a la Ley General de Educación, para que en los planes y programas de estudio que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares, la enseñanza sexual integral y reproductiva, fomente en los educandos la inteligencia emocional necesaria para desarrollar su sexualidad de manera responsable de acuerdo con su edad En una iniciativa que reforma los artículos 26, 30, 78 y 115 de la mencionada ley, remitida a la Comisión de Educación, se busca que dichos planes contemplen aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos; transmitan conocimientos confiables y actualizados sobre el autoconocimiento del cuerpo, y aborden los embarazos infantiles y no deseados También, plantea promover entornos escolares libres de violencia sexual, mediante la transmisión de información sobre sus consecuencias físicas y psicológicas y el fomento de acciones de concientización y prevención que involucren a los educandos, padres y madres de familia o tutores. En los considerandos, se indica que se requiere de la participación articulada de autoridades, maestras y maestros, padres y madres de familia o tutores y la sociedad, con la finalidad de terminar con “estigmas y tabúes que impiden hablar con niños y jóvenes sobre la sexualidad de manera natural y abordar temas como el uso correcto de anticonceptivos, las enfermedades de transmisión sexual, las consecuencias de los embarazos no deseados o a temprana edad, el placer sexual, la importancia de la planificación familiar, el autocuidado y conocimiento del cuerpo, entre otros”. Menciona que la adolescencia o pubertad es una etapa que se caracteriza por innumerables cambios psíquicos, físicos y hormonales; sin embargo, la falta de información y educación sobre ellos ha ocasionado que en los últimos años en nuestro país se haya mantenido al alza el número de embarazos adolescentes, llegando a registrar casos de niñas de 9 años. Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México ocupa el primer lugar de embarazos adolescentes, con una tasa de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de entre 15 y 19 años, y a nivel mundial se ubica en el segundo lugar; además, en Latinoamérica es el primer lugar en embarazos no planeados y anualmente nacen 390 mil bebés de mujeres entre 10 y 19 años. De acuerdo con el Censo de 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de cada 100 nacimientos, 17 son de mujeres menores de 20 años. En el informe Características de los nacimientos registrados en México durante 2019, se registraron 2 millones 92 mil 214 nacimientos, de los cuales aproximadamente 8 mil 500 fueron concebidos por niñas menores de 15 años y 339 mil 539 por adolescentes entre los 15 y 19 años. Expone que los embarazos infantiles y adolescentes representan un problema de salud pública pues la maternidad en edades tempranas implica mayores posibilidades de que se presenten enfermedades congénitas o la mortalidad de la madre y el recién nacido. Además, se asocia a otra serie de problemáticas como deserción escolar, violencia sexual, matrimonio infantil, pobreza y segregación. --ooOoo-- |