Representantes legislativos y expertos de 80 países concluyeron los trabajos de la Segunda Cumbre Mundial de Legisladores Globe International, con la declaratoria de siete compromisos para defender el ambiente y reforzar las acciones contra los embates del cambio climático.

En el Palacio legislativo de San Lázaro, después de tres días de conferencias y mesas plenarias, más de 300 participantes conocieron las conclusiones que presentó el presidente honorario del Globe Internacional, John Gummer, poco antes de la clausura oficial.

La declaración final establece reconocer que se necesita una nueva generación de acuerdos internacionales de desarrollo sustentable que refuerce las legislaciones para establecer en ellas los compromisos y contribuciones.

El segundo punto prevé poner a los legisladores en el centro de los compromisos de una agenda de desarrollo sustentable, que incluya procesos políticos vinculados al cambio climático y a las Nuevas Metas de Desarrollo del Milenio.

El tercer punto establece que se reconozca la necesidad de considerar el concepto de contabilidad de capital natural en un proceso transversal y como un tema dentro de las Nuevas Metas de Desarrollo del Milenio, a fin de que todos los países implementen estos sistemas hacia 2015.

Como cuarto punto se pretende utilizar un soporte con instituciones financieras internacionales, que se traduzca en mejores apoyos de trabajo parlamentario en el desarrollo de leyes nacionales y estructuras regulatorias.

En el quinto punto, la resolución exhorta a capacitar y consolidar, en conjunto con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los proyectos relacionados con el medio ambiente.

El sexto punto establece el compromiso de alentar a países miembros a fin de establecer mecanismos para asistir a las naciones africanas y a otros países que lo necesitan, y éstas puedan beneficiarse de programas de financiamiento contra el cambio climático.

En el último punto los legisladores se comprometieron a apoyar la alianza mundial para legislación de Globe y los mecanismos de fondos parlamentarios.

En la declaratoria final también se destacó el uso de canales parlamentarios para estructurar un proceso a fin de que los gobiernos sean responsables sobre la implementación del acuerdo climático post 2020.

También indicaron que lanzarán un llamado a los jefes de gobierno para que apoyen con fuerza las negociaciones internacionales de ahora a la fecha que se realice la reunión de París de 2015.

John Gummer concluyó que en esta resolución se reconoce que el combate a la pobreza y el uso no sustentable de los recursos naturales constituyen los mayores retos que enfrenta la humanidad del Siglo XXI.

En su oportunidad, Saber Hossain Choudhury, de Globe Bangladesh, expuso que de 2000 a 2012 la pérdida económica por el impacto del cambio climático a nivel mundial fue de 1.7 billones de dólares y 2.9 mil millones de personas resultaron afectadas.

Además, refirió que 80 por ciento de las pérdidas se deben a eventos relacionados por el clima, y que para el año 2030 el mundo necesitará 50 por ciento más agua, 50 por ciento más alimentos y 45 por ciento más energía.

Subrayó que se requiere legislar a fin de reducir los riesgos por desastres y no sólo dar asistencia, pues de acuerdo con el Banco Mundial, por cada dólar que se gasta en desastres 94 por ciento se utiliza después de que ocurren.

Al respecto, David W. Panuelo, de Globe Micronesia, consideró que los instrumentos internacionales no están avanzando como deberían para combatir el cambio climático, y una buena legislación deberá responder a las necesidades globales, ser flexible y realista.

Sobre el tema, la chilena Andrea Molina lamentó que su país cuente con poca y débil legislación en materia ambiental; "si hubiésemos tenido leyes como la de las termoeléctricas hace 20 años, no estaríamos tan contaminados como lo estamos ahora".

La Organización Global de Legisladores por un Medio Ambiente Balanceado (Globe, por sus siglas en inglés), se formó en 1989 con congresistas de Estados Unidos, Europa, Japón y Rusia, con la misión de responder a los desafíos ambientales en el mundo.