El país tiene un enorme potencial para transformar al campo en una fuente de progreso y de desarrollo y deje de ser visto como un lugar de pobreza y atraso, señaló el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, José González Morfín. Los legisladores deben estar convencidos de que una nueva política agroalimentaria debe discutirse ampliamente y de frente a la sociedad, ya que la tarea legislativa exige información técnica más precisa al momento de proponer nuevas leyes para impulsar el desarrollo rural de México. Al inaugurar el Foro para la Transformación y Modernización del Campo, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, mencionó que en los próximos días compartirán información, experiencia y datos duros que permitan hacer una radiografía completa de los retos que enfrenta el campo, así como las alternativas para su solución. En el análisis para una reforma profunda del campo mexicano se requiere revisar los programas públicos e incluir en ellos una perspectiva de sustentabilidad, crecimiento y progreso. “Hay que pensar el campo mexicano y hacerlo con una visión de futuro que brinde nuevas posibilidades de progreso para México”. En el acto, organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, Sustentable y la Soberanía Alimentar, señaló que a todos los une la visión de un campo competitivo, sustentable, próspero y moderno, para lo que se requiere “la suma de esfuerzos de todos”. Los foros se realizan con la intención de aportar propuestas a la reforma del campo que presentará el gobierno federal en los próximos meses. Está convencido del enorme potencial que tiene México para transformar el campo en una fuente de progreso y de desarrollo y ve por lo menos tres temas de capital importancia para sumar esfuerzos en este foro. En primer lugar, hacer un análisis técnico a fondo de las políticas públicas para el campo, con el propósito de determinar qué programas públicos están funcionando, cuáles necesitan ajustes y cuáles deben desaparecer por no cumplir con sus objetivos. Otro punto a considerar en las discusiones es incluir una perspectiva de sustentabilidad, porque si hay un fenómeno que marcará el futuro del campo mexicano es el cambio climático. El aumento de la temperatura, la intensidad y frecuencia de inundaciones y sequías impactará la productividad de la agricultura, la ganadería y la pesca. “Si queremos un campo resistente, capaz de adaptarse exitosamente al cambio climático, es fundamental actuar bajo una perspectiva de sustentabilidad”, insistió. En tercer lugar, se debe discutir una política rural con una perspectiva de generación de crecimiento y de progreso. “Tenemos mucho qué hacer para que el campo deje de ser visto como un lugar de pobreza y de atraso, hay que apoyar a las comunidades rurales que enfrentan graves problemas económicos, hay que cerrar brechas de marginación y de injusticia”, aseveró. También hay que pensar en el campo como una oportunidad para potenciar las capacidades productivas de la gente, precisó. “Hay que pensar en tecnología, en nuevas formas de producción y de comercialización, en el fortalecimiento de cadenas de valor; hay que pensar en vías para llevar los productos del campo mexicano a cada rincón del mundo”, agregó./gh/m |