El propósito de la Ley de Transición Energética es aprovechar en forma sustentable la energía, establecer obligaciones sobre energías limpias y reducir las emisiones de contaminantes en la industria eléctrica. Existen pendientes en materia energética, “pero confiamos en que estamos en la ruta correcta, por lo que acompañaremos y vigilaremos que esta ley se aplique con contundencia para el óptimo desarrollo económico, el aprovechamiento responsable del medio ambiente y la soberanía energética”, dijo la diputada Dora Talamante Lemas. Recalcó que dentro de los beneficios que se lograrán con este marco legal se encuentran los estímulos fiscales y financieros para que las entidades privadas no absorban los sobrecostos al impulsar los proyectos que privilegien las energías limpias. Además de reconocer a los consumidores particulares como productores de su propia energía y vender los excedentes que tenga, agregó la representante de Nueva Alianza en entrevista. La secretaria de la Comisión de Energía aseguró que esta normatividad recoge la visión de las organizaciones de la sociedad civil y expertos en la materia y traza una ruta clara para que México cumpla con sus compromisos de bajar 30 por ciento las emisiones de gases efecto invernadero para 2020. Asimismo, que para 2024 al menos 35 por ciento de la generación de energéticos provenga de fuentes de energías limpias y renovables, como las solares, eólicas e hidráulicas. “Tenemos una riqueza impresionante para el desarrollo de éstas, tan sólo en la parte de la energía solar, en los estados de Sonora, Chihuahua y Coahuila, en donde se puede captar más energía que en Alemania, que es el primer generador de energía de este tipo en el mundo”, sostuvo. /gh/m |