La Comisión Especial para el caso Nochixtlán del Congreso de la Unión expirará el próximo martes sin avances para aclarar el asesinato de al menos ocho personas, lo que es cuanto más grave si se considera el peligro de que se repitan más crímenes como ése, advirtió el diputado Omar Ortega Álvarez.

El parlamentario perredista exhortó a quienes exigen el uso de la fuerza pública contra los maestros opositores a la reforma educativa a moderarse, pues en última instancia no son los responsables del ruinoso estado de la educación.

Responsabilizó de ello a quienes han hurtado los presupuestos destinados a tal fin en complicidad con sucesivas dirigencias sindicales corruptas, echando a perder con ello la vida a numerosas generaciones de niños y jóvenes en las últimas décadas, tal como lo muestras diversos indicadores.

Reiteró que no es el magisterio el que ha puesto a la nación en su peor crisis de las últimas décadas en todos los órdenes y en todo el territorio nacional, sino los gobiernos priistas y sus aliados que, además, la agravaron con la imposición de “reformas estructurales” desde el Congreso -entre ellas la educativa- desde 2012.

En diciembre de ese año -dijo- se violentaron de modo grosero los procesos legislativos con la “aprobación al vapor” de iniciativas presidenciales, como se puede constatar en actas de las reuniones de las comisiones respectivas, y desde entonces el PRD advirtió de las graves consecuencias de esa ilegalidad parlamentaria.

Priistas y aliados desoyeron a maestros y a legisladores opositores a su reforma y, montados en su soberbia, persisten en ella y tienen al sistema educativo y al país entero en un trance, como lo mostró la violencia contra la población en Nochixtlán,

Claro que no son los maestros –agregó Ortega- quienes ponen en peligro el futuro de niños y jóvenes, sino quienes hipócritamente dicen ahora desde el gobierno que defienden y se desvelan por ese futuro al tiempo que saquean los recursos nacionales destinados no sólo a educación, sino a muchos otros rubros, en complicidad con dirigentes sindicales charros y seudoempresarios, y que luego, ante la insuficiencia de dineros, subrepticiamente abultan más el endeudamiento público con el cuento de “traer recursos del futuro al presente”, sin precisar a cambio de qué o qué se deja en garantía por tales préstamos.

Precisamente –continuó- porque hay una conciencia nacional de ello en prácticamente todos los ámbitos se busca la creación de un Sistema Nacional Anticorrupción realmente efectivo, para que los recursos a la educación en verdad se apliquen en educación y no a maestros “comisionados” del SNTE, como Humberto Moreira Valdés, ex gobernador de Coahuila, ex presidente del PRI y ahora presunto delincuente.

“Por todo ello decimos al gobierno federal, a los priistas, a sus aliados y a los verdaderos empresarios afectados por las movilizaciones de la CNTE que no vale la pena invocar más violencia con el argumento de aplicar la ley cuando han sido otros quienes la han violado desde los procesos legislativos y quienes, por ello, deben acceder a rectificar todo lo mal hecho que llevan al momento”.

El líder del PRD en el Estado de México recordó que una semana después de los asesinatos en Nochixtlán presentó la iniciativa de “Ley Para el Diálogo y la Construcción de Acuerdos para la Educación” como una vía apegada a Derecho tendiente a superar la crisis desatada por las reformas de 2012.

“Desde entonces advertimos –dijo- que era necesario restablecer el diálogo para evitar que el conflicto escalara. Reconocemos la apertura para ello en la Secretaría de Gobernación, pero desafortunadamente no hay resultados para que el sistema educativo deje de ser rehén de un partido político que lo tiene hundido en la mediocridad desde hace décadas y que ahora busca marginar a grupos en pobreza mediante las llamadas cuotas voluntaria, en realidad obligatorias”.

Subrayó la existencia de condiciones para restablecer un diálogo fructífero. Propuso dar curso a su iniciativa y a la que eventualmente se presente para reformar la reforma educativa.

No hacerlo ahora –advirtió- nos pone otra vez al borde de una violencia de magnitud y consecuencias impredecibles, pero que ciertamente a nadie conviene, entre otras cosas porque ya se sabe de qué son capaces y de qué no son capaces los mandos policiacos que dirigen los operativos. /psg/m.