El colorido de la tradición mexicana del Día de Muertos llegó a la Cámara de Diputados. Y la Catrina no perdió la oportunidad de cantarle a los legisladores que tenía enfrente. El obrero gana el pan con el sudor de su frente para que sus hijos coman, aunque no lo suficiente; mientras otros abusivos siguen violando las leyes, ganando lo que ellos quieren por andarse haciendo bueyes. Tuku tuku tiki taka ¡qué recanija calaca! Disculpen todos ustedes si es que ya metí la pata”, cantó la Catrina al ritmo de la Calaca, de Amparo Ochoa. Diputados como Cecilia Romero escuchaban y reían, pero después, con seriedad, los legisladores dedicaron la ofrenda a 471 personas, víctimas de los sismos y los huracanes y también a su compañera de bancada, Mayra Enríquez, quien perdió la lucha contra el cáncer. /gh/m |