El Partido del Trabajo (PT) en la Cámara de Diputados fue más allá de los exhortos para frenar la evaluación de los maestros y presentó una iniciativa para abrogar la Ley General del Servicio Profesional Docente y la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). La iniciativa plantea que luego de la abrogación, el Congreso de la Unión expida las nuevas leyes en la materia en un plazo máximo de seis meses, para lo cual, legisladores de ambas cámaras deberán entablar “un amplio diálogo y debate nacional que involucre a docentes, padres de familia, sociedad civil organizada, especialistas, investigadores y todos los sectores involucrados. A fin de expedir una Reforma Educativa basada en un modelo humanista e integral que obedezca a la realidad de nuestro país y no a cuestiones políticas, punitivas o estrictamente laborales”, indica la iniciativa. Al abrogarse las leyes, la Secretaría de Educación Pública, el INEE y los gobiernos estatales deberán suspender las evaluaciones educativas hasta que se cuente con la nueva legislación reglamentaria. José Luis Montalvo, miembro del magisterio, fue el encargado de presentar la iniciativa ante el Pleno. Cómo fue posible que se aprobara una Reforma Educativa sin consultar a las y los maestros. Esto, compañeros, es un absurdo, un sin sentido, un error que es urgente enmendar. “Incluso la Auditoría Superior de la Federación ha evidenciado el fracaso de la Reforma Educativa, entre otras cuestiones, detectó que sólo se capacitó a casi el 5% de los profesores de educación básica y a 13.5% en el caso de educación media superior”, expresó. bmj/m |