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Si quiere escuchar completo el comentario ir a Dolores Padierna mp3 Dolores Padierna, colaboradora: El robo de combustibles a Pemex dejó de ser una industria aleatoria, producto del huachicoleo menor y de una corrupción histórica en la empresa petrolera, para transformarse en un auténtico sistema de piratería a gran escala. Un auténtico robo a la nación que le cuesta al erario entre 60 mil y cien mil millones de pesos anuales, el equivalente a dos veces el presupuesto de la UNAM en un año. Esa piratería en ascenso coincidió con los sexenios que impulsaron la reforma energética, desde Vicente Fox, pero sobre todo con los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto el huachicoleo alcanzó dimensiones nunca antes vistas. Entre 2013 y 2015, de acuerdo con investigadores académicos, las tomas clandestinas a Pemex crecieron en forma exponencial hasta un tres mil por ciento. El robo más escandaloso se registró entre 2015 y 2018, en la segunda mitad del sexenio de Peña Nieto. En términos de barriles de petróleo, hablamos de una pérdida de 16 millones de barriles perdidos en 2017 y en 2018, se calcula, 18 millones de barriles, equivalentes a 200 pipas diarias. Tan solo en septiembre de este año, se tuvo una desviación de 59 mil 510 barriles diarios. Otras estimaciones mencionan que se trata de nueve millones de litros cada 24 horas, equivalentes a 600 pipas de 15 mil litros cada una, que significarían 200 millones de pesos al día. El robo de combustibles es mayor en aquellas entidades del centro de la República como Puebla, Guanajuato, Tlaxcala, Veracruz e Hidalgo. Desde el sexenio de Felipe Calderón, diversas investigaciones periodísticas como las de Ana Lilia Pérez, advirtieron que grupos del crimen organizado, como "Los Zetas", estaban involucrados en el robo de combustibles en la cuenca de Burgos de Tamaulipas, con la colaboración del Gobierno Federal y del estatal de Tamaulipas. Duración: 02’ 28” bmj/m |
