El presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, consideró que los banqueros que participaron en la Convención Nacional deberían comprometerse a impulsar actividades productivas y no solo de consumo.

Refirió que, de acuerdo con datos del Banco de México, los créditos al consumo que otorga la banca, los personales y microcréditos son los que registran la tasa de interés más alta y a éstos les siguen las tarjetas de crédito y después los de nómina.

El legislador de Morena destacó la importancia de fomentar la inclusión financiera, pero consideró que ésta debería incluir actividades productivas a menores costos, con lo que saldría a relucir el crecimiento y desarrollo en diferentes lugares del país.

En un análisis de indicadores de crédito, el banco central precisa que, en promedio, los créditos personales y microcréditos registraban una tasa de interés de 37.27 por ciento al cierre de 2017, mientras que las tarjetas de crédito 34.53 y los de nómina 24.56 por ciento.

Por esta razón, Ramírez Cuéllar el legislador por Morena señaló que aún persiste la insuficiencia de colocación de créditos en la industria, el campo, las Pequeñas y Medianas Empresas y en el caso del campo, si bien existe un dinamismo considerable, no logra cubrir las necesidades del sector.

Pensar que la banca privada está contenido en el financiamiento hacia el campo porque la banca de desarrollo y organismos gubernamentales están muy activos en este sector, no es tan exacto, enfatizó.

La nueva administración federal, aseguró el diputado, está convencida que si bien la banca de desarrollo ha tenido un papel fundamental en el otorgamiento de financiamiento hacia el sector primario, todavía hay trabajo por hacer y es en este momento en el que se requiere del apoyo de los banqueros.

La reforma financiera de 2014 planteaba el incremento al crédito agrícola, pero esa medida es insuficiente en segmentos más bajos, pues aún existen sectores desprotegidos por asuntos de riesgo, por lo que los alcances de la reforma se quedaron muy lejos en su pretensión de colocar más crédito y más barato como tanto se pregonaba.

El gobierno está obligado también a fortalecer la banca de desarrollo, vincularla con seguros, ahorro, garantías, capital de riesgo y palanca de desarrollo nacional, sostuvo el diputado morenista.

En este mismo sentido, el legislador por Morena coincidió en que la banca comercial en México tiene pendientes serios, en especial con las Pymes del país por el insuficiente crédito, pues 80 por ciento de los industriales se financian entre sí, como lo han reconocido diferentes cámaras de comercio.

Por ello, se requiere un compromiso de la banca privada y reconsiderar el papel de la banca de desarrollo, cuyo financiamiento actual representa cuatro por ciento Producto Interno Bruto.

Si bien el país vive un periodo de conciliación y ánimo por impulsar proyectos conjuntos, deben establecerse metas para implementar reglas de competencia, que brinden solidez y afiancen los compromisos de los sectores involucrados para beneficio de todos, reconoció Ramírez Cuéllar.

México se encuentra entre los que otorgan menos crédito, aún comparado con economías con niveles de ingreso similares, como Brasil, Colombia y Chile en América Latina, y otros países que por su relación comercial o potencial económico tienen una relación estrecha con el país, puntualizó. /lgg/m