Un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados alertó que la estrategia de asignar a la inversión privada la función de motor del crecimiento de la economía “no ha tenido los resultados esperados, ni alcanzado las metas adecuadas en materia de empleo ni de crecimiento del ingreso”. Por ello, se concluye que es necesario elevar los niveles de inversión pública en sectores básicos y estratégicos. “Se requiere un esfuerzo adicional para lograr niveles suficientes para la generación de infraestructura social y económica en sectores estratégicos acordes con metas de crecimiento de largo plazo, vinculadas al fortalecimiento de los diferentes sectores económicos y de la competitividad del país”, se señala en el documento. En el análisis, titulado “Evolución del Gasto de Inversión Pública en México 2010-2019”, el CEFP precisó que “se debe recuperar su función en la formación bruta de capital fijo nacional, para liderar la promoción del crecimiento por medio de la creación de la infraestructura necesaria y suficiente que garantice el desarrollo óptimo del capital humano y las condiciones de alta competitividad de las empresas”. Advierte que “el nivel de inversión pública presupuestaria en México se ha mantenido bajo, dados los principios que rigen la política económica seguida hasta 2018. Además, en los últimos años presentó una acentuada contracción, pues se empleó como uno de los elementos destacados en la estrategia de contención del gasto público para restablecer el equilibrio presupuestario”. El Centro indicó en el documento que del 2010 al 2019 se observó que la inversión privada creció de manera constante, aunque no sustantiva, en tanto que la pública tuvo reducciones significativas, mientras que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue lento, mostrando estancamiento. “El gasto público, particularmente el de inversión, tuvo tendencia a la contracción, la que se enfatizó a partir de 2016”, se señala. “Con la adopción de la estrategia de consolidación fiscal y la meta de finanzas públicas sanas, el gasto público se limitó a cubrir los 'gastos irreductibles o comprometidos', por lo que el presupuesto disponible para inversión pública se vio aún más limitado, afectando en mayor medida las obras de infraestructura social, de educación y salud”, planteó. Se añade que en el periodo 2010 y lo que va de 2019 en México, el gasto de inversión pública registró un promedio de 3.9 por ciento del PIB y, de esta proporción, la física, que se refiere a la construcción y mantenimiento de obra pública, consumió el 3 por ciento. Sin embargo, la cifra observada en 2017 destaca como la más baja del periodo con apenas 2.7 y 1.8 por ciento, respectivamente. Además, “el 92.5 por ciento del Gasto de Inversión Pública (promedio de 2010–2019) se concentró en cinco sectores: combustible y energía, área a la que mayor presupuesto se destina, con el 53.1 por ciento; vivienda y servicios a la comunidad, 24.6 por ciento; comunicaciones y transportes, 9.9 por ciento; salud, 2.8 por ciento, y educación, con el 2.1 por ciento. El resto de los recursos, 7.5 por ciento, se distribuye entre los sectores restantes”. “De 2016 a 2019 el gasto en obra pública se ha ubicado por debajo del promedio señalado. En 2015 se registró el mayor monto en este concepto, el cual fue de 779 mil 383 millones de pesos (mdp) a precios de 2019. En contraposición, la menor cifra se observó en 2018 con 415 mil 838.2 mdp”, se agrega. Las obras más importantes y con mayores recursos del periodo estudiado fueron el Tren Interurbano de Pasajeros Toluca-Valle de México, el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (ahora cancelado), la ampliación de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (Metro), el reacondicionamiento del sistema de vías en el tramo Tláhuac-Atlalilco y el reencarpetamiento asfáltico de diversas calles para mejorar la imagen urbana en 665 mil 460 espacios públicos. (El Financiero.com) |