Extraer de manera irregular e informal la gasolina u otros derivados de petróleo que se distribuyen a través de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) es un robo; práctica mejor conocida como robo de combustible.

Por más de 70 años Pemex fue la única empresa encargada del suministro, procesamiento y distribución de hidrocarburos en todo el país a través de sus cuatro organismos subsidiarios. En la actualidad son siete las Empresas Productivas Subsidiarias (eps) que, con personalidad jurídica, autonomía técnica y patrimonio propio, pueden realizar actividades en el extranjero con el objetivo de crear valor económico y rentabilidad para el Estado mexicano.