Nota N°. 7901 Dice senadora Padierna Luna que presentación de segundo informe de gobierno de la administración federal representa rendición del Legislativo ante el Ejecutivo

 

Palacio Legislativo, 01-09-2014. (Notilegis).- La senadora Dolores Padierna Luna (PRD) dijo que la presentación del segundo informe de gobierno de la administración federal representa la rendición del Poder Legislativo ante el Ejecutivo, en lugar de un ejercicio de rendición de cuentas.

 

“La rendición de cuentas no se debe confundir con la rendición de un poder soberano frente a otro”, subrayó al fijar el posicionamiento de su bancada en el marco de la entrega al Congreso de la Unión del segundo informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

 

Indicó que el “grupo en el poder” ha concluido su “ciclo reformador”, al ser aprobadas las 11 reformas estructurales, y con ello, convirtió al Congreso de la Unión, en una oficialía de partes.

 

El llamado “ciclo reformador” que hoy presumen concluir, en realidad es la apertura a otro ciclo de resistencias y de mucha entereza de los ciudadanos. La nación no es botín de nadie, es nuestro espacio de convivencia”, aseguró.

 

Sostuvo que la mayoría de los mexicanos no creen en las reformas, “porque fueron excluidos de ellas”, sin permitírseles emitir su opinión.

 

Padierna Luna expresó que la reforma educativa no ha mejorado la educación, ya que no se han reformulado los planes de estudio, ni se ha trasformado la infraestructura escolar.

 

Una verdadera reforma educativa, centrada en los contenidos, en el fortalecimiento de la educación pública, en el respeto a la dignidad de los maestros y fundada en los preceptos de laicidad, gratuidad y calidad, sigue siendo un gran pendiente para el país, explicó.

 

Respecto a la reforma de telecomunicaciones, aseveró que no sirvió para democratizar los medios ni para combatir los monopolios y, por el contrario, legalizó el poder dominante de una televisora y de una empresa de telefonía.

 

También manifestó que en el caso de la reforma energética, el PRD no se opuso a una legislación para fortalecer a Petróleos Mexicanos (Pemex), sino al riesgo de poner en juego la soberanía nacional.

 

AMR/JGM