Nota N°. 11145 | Programas de transferencia para reducir la pobreza no mejoran acceso a satisfactores básicos, asegura funcionario de la Secretaría de Salud |
Palacio Legislativo, 13-07-2015 (Notilegis).- La neumonía, las infecciones respiratorias altas, complicaciones por partos prematuros, asfixia perinatal y el paludismo, son las principales causas de muerte entre los menores de cinco años de edad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De estas afecciones, en México se registraron 499 casos el año pasado, aseguró el comisionado nacional de Protección Social en Salud, de la secretaría federal del ramo, Gabriel O´Shea Cuevas, al participar en el “Congreso Internacional Invierte Temprano. Aportaciones para el Presupuesto Base Cero”.
Durante el Panel “Análisis situacional de la Primera Infancia en México”, dijo que se estima que en 2013, a nivel mundial, fallecieron 6.3 millones de niños antes de cumplir los 5 años de edad y el 45 por ciento de estas muertes se asociaban a problemas de malnutrición.
Comentó que, en cuanto al cáncer infantil, el más frecuente es la leucemia, los linfomas y los tumores cerebrales, y precisó que hace 11 años, de cada 10 niños con leucemia siete fallecían y actualmente mueren tres.
El funcionario resaltó que la cobertura de protección del Seguro Popular cuenta con un programa llamado Seguro Médico Siglo XXI, el cual tiene afiliados a 5.6 millones de niños y su objetivo es asegurar la atención de los menores de 5 años.
Abelardo Ávila Curiel, investigador de la Dirección de Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, de la Secretaría de Salud, advirtió que los programas de transferencia no mejoraron la calidad del acceso a los satisfactores básicos y han generado problemas de cuestión social
Además, estos programas alteraron el consumo de la población, ya que “permitieron financiar la obesidad al hacer llegar el refresco a los niños desnutridos y desplazar la lactancia materna”.
Señaló que entre 2006 y 2012 se tuvo un deterioro importante del estado de nutrición de la población menor de dos años en el medio rural.
En la población en condiciones de extrema pobreza, añadió, se tiene un millón 400 mil desnutridos sin acceso a una alimentación adecuada y con malas condiciones de vivienda.
Dijo que un análisis detallado de las estadísticas, revela “un México profundamente injusto, desigual y donde todavía no llegan los servicios de salud con calidad”.
Consideró que “no hemos generado un México de derechos de la infancia e inteligencia epidemiológica que permita disfrutar a esos niños e intervenir con focalización positiva y acceso pleno a los derechos”.
Robert Myers, investigador de la asociación civil “Hacia una Cultura Democrática”, estimó que falta articulación y una visión integral, así como fortalecer la disponibilidad y calidad de los programas.
Resaltó que para introducir mayor equidad es necesario un sistema que rompa con la tradición histórica de enfatizar el vínculo solamente con condiciones laborales en el sector formal.
Antonio Rizzoli, jefe de la Unidad de Investigación en Neurodesarrollo del Hospital infantil de México “Federico Gómez”, destacó la importancia de cuantificar el nivel de desarrollo de los niños.
Como ejemplo, aseveró que una forma es a través del cociente de desarrollo, es decir, un niño de cuatro años que hace cosas como uno de tres, está 25 por ciento por debajo de su edad y ese cociente de desarrollo permite distinguir el nivel de desarrollo.
Insistió en la necesidad de que una herramienta monitoree el desarrollo de los niños, “porque cada persona tiene derecho a alcanzar su máximo potencial y una evaluación sistemática permite igualdad en la oportunidad de detección y equidad para que los niños en riesgo reciban la atención necesaria y evaluar el impacto”.
Por ello, dijo, hay que intervenir temprano porque “con pequeñas acciones se pueden llegar a tener grandes impactos”.
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