Nota N°. 11151 Se requiere de voluntad política y sentido de urgencia para llevar a cabo políticas públicas dirigidas a la primera infancia, afirma ex titular de Salud de Chile

 

Palacio Legislativo, 14-07-2015 (Notilegis).- La ex titular del ministerio de Salud de Chile, Helia Molina Milman, afirmó que se requiere de voluntad política y sentido de urgencia para llevar a cabo políticas públicas dirigidas a la primera infancia de un país.

 

Esos dos aspectos son sin duda parte de una línea de trabajo para poder llevar a cabo una política pública sobre el desarrollo de la primera infancia de un país, indicó la especialista al participar en el segundo y último día del “Congreso Internacional, Invierte Temprano, Aportaciones para el Presupuesto Base Cero”.

 

Durante la conferencia magistral “Derechos y Equidad desde el comienzo”, resaltó que la resistencia al cambio es real y hay que anteponerse a eso.

 

Molina Milman resaltó la importancia de analizar el contexto donde se va a instalar la política pública que debe ser impulsada por el Estado para poderla llevar acabo lo mejor posible.

 

Indicó que la sociedad debe ser capaz de proteger los derechos de los niños y el Estado de garantizarlos, para disminuir, en la medida de lo posible, la brecha de inequidad que existe hoy en día.

 

Aseguró que la mayor parte de la población en América Latina es vulnerable y se cuenta con las regiones más inequitativas del mundo.

 

Precisó se está mostrando que el déficit de desarrollo se concentra en la población más vulnerable y que se debe invertir en la infancia temprana, porque es importante en términos económicos y de valores.

 

Para una política pública de infancia temprana, se tiene que pensar en que se “va a tener que actuar sobre el niño y su familia, fundamentalmente, y que los esfuerzos del Estado deben ir orientados a resolver cómo se van a mejorar las condiciones de vida de las personas de la comunidad, a fin de cubrir sus necesidades”.

 

Puntualizó que se debe actuar sobre el problema en específico y abordar de forma sistémica, lo cual obliga a una dinámica de trabajo integral, que no es común en México.

 

“Solemos trabajar en forma desintegrada, en forma más competitiva que complementaria, con presupuestos muy definidos y específicos de cada sector, lo que dificulta de alguna manera el integrar trabajo”, concluyó.

 

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