Nota N°. 3900 | Aclara Castillo Cervantes dichos sobre “la agencia de viajes” y lamenta que la atención en juegos olímpicos se haya enfocado más en su persona que en los atletas |
Palacio Legislativo, 29-08-2016 (Notilegis).- El director general de la Comisión Nacional de la Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo Cervantes, aclaró sus dichos acerca de que el organismo a su cargo es un “una agencia de viajes” y lamentó que la atención en los pasados juegos olímpicos se haya enfocado más en su persona que en los atletas. En una reunión de trabajo con los diputados de la Comisión de Deporte, Castillo Cervantes fue cuestionado sobre sus declaraciones en Río de Janeiro. Dijo que no es la primera vez que ha afirmado que la Conade es una agencia de viajes, porque –explicó– las federaciones deportivas sólo han buscado que el organismo pague sus traslados internacionales sin rendir cuentas. Señaló que las federaciones sólo presentaban un programa operativo de las justas deportivas y campamentos a los que asistirían, y solicitaban recursos para pagar sus viajes, a veces sin coincidir las sedes con los lugares requeridos, y cuando la Conade cuestionaba algún aspecto la respuesta era: “tú no te puedes meter”. Sostuvo que durante años la Conade pagó viajes por todo el mundo a las federaciones sin que dieran explicaciones y además no cuidaban el ranking, pero “les dijimos que no íbamos a seguir siendo una agencia de viajes, en donde sólo nos decían quiero ir a este país y van tales personas”. Comentó que el deporte de alto rendimiento está reservado para las federaciones nacionales deportivas, y son éstas las que han elegido e inscrito a los atletas en las competencias deportivas durante décadas, porque la Conade no tiene facultades legales para ello. Asimismo, Castillo Cervantes reconoció que es una persona polémica que cometió errores, frivolidades e imprudencias durante su estancia en Río de Janeiro, y dijo lamentar mucho dichas situaciones. “Lo lamento mucho, pero también lamento que al final estando con los atletas parecía que era más importante lo que yo hacía que lo que hacía el atleta dentro de la cancha”, manifestó. Respecto a su acompañante femenina, explicó que el Comité Olímpico Internacional (COI) le otorgó una acreditación que le daba derecho a llevar un acompañante que únicamente tenía acceso a un área familiar, y de ninguna manera podía acercarse a los deportistas. Apuntó que ni él mismo podía estar en contacto directo con ellos, a pesar de que era representante del gobierno de México, dado que “los grandes dueños del deporte (en las juegos olímpicos) son los comités olímpicos del mundo, no obstante que son los gobiernos del mundo lo que pagan las olimpiadas”, El funcionario señaló que el Comité Olímpico Mexicano (COM) decidió la lista del equipo técnico que puede acompañar a la delegación mexicana, la cual estuvo integrada entre el 20 y 30 por ciento de todos los entrenadores y terapeutas, y en esta ocasión fueron 58 personas. Subrayó que la Conade dio todas las facilidades a las solicitudes de los atletas que requerían llevar a su médico o entrenador personal, previa justificación. Lamentó “el manejo malicioso” de las versiones que aseguraban que había atletas que durmieron en las calles, porque no habían sido apoyados por la Conade, lo cual –aseveró– fue falso, ya que todos los deportistas mexicanos desayunaban, comían, cenaban y dormían en la villa olímpica, como lo hacen todos los demás.. Aclaró que el halterófilo que apareció con parches en su uniforme cuando levantaba las pesas se debió a que se le ordenó ocultar la marca comercial que tenía, ya que el COM celebra contratos con empresas patrocinadoras y los atletas están obligados a portar sus logotipos. Precisó que se gastaron 3.9 millones de pesos para uniformes de la delegación, que incluía deportistas, entrenadores y médicos, así como 2.4 millones de pesos en boletos de avión, viáticos, hospedaje externo (fuera de la villa olímpica) y arrendamiento de vehículos. Finalmente, Castillo Cervantes se pronunció por que cada federación deportiva nacional rinda cuentas, ya que llevan casi cuatro décadas sin dar resultados satisfactorios y “nadie se ha metido con ellos”. HSF/JGM |