Nota N°. 6031 | Fundamental participación económica, política y social de las mujeres para alcanzar objetivos de desarrollo nacional |
Palacio Legislativo 23-02-2017 (Notilegis).- La presidenta del Comité del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), diputada Guadalupe González Suástegui (PAN), afirmó que México sólo podrá alcanzar sus objetivos de desarrollo si las mujeres participan plenamente en la economía, la sociedad y la política. Al dar la bienvenida al foro “Retos y desafíos en la legislación y políticas públicas en materia de género”, dijo que los retos son muchos y este evento dará insumos suficientes para desarrollar el trabajo legislativo a nivel federal y estatal, en materia de igualdad de género. Sostuvo que el Estado mexicano tiene tareas pendientes en esta cuestión que “sin duda y sin vacilo debemos abordar”. Llamó a trabajar “juntas y en sororidad o hermandad entre mujeres para impulsar presupuestos transversales con perspectiva de género en entidades federativas, municipios y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, para fortalecer instituciones y promover la igualdad sustantiva”. Recordó que desde 2012 la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) recomendó acelerar la armonización de ordenamientos civiles, penales y procesales y la legislación de igualdad de género en entidades federativas. Adoptar medidas y reformas para eliminar disposiciones discriminatorias en los marcos jurídicos; fomentar la denuncia en caso de violencia; garantizar procesos adecuados y armonizados para investigar y sancionar a agresores, y garantizar el acceso a Centros de Justicia para Mujeres, mejorar su capacidad y ponerlos al alcance de las mujeres víctimas. Gómez Suástegui explicó que la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible establece metas que deben alcanzarse en 15 años, como velar por la participación plena y efectiva de las mujeres, igualdad de oportunidades de liderazgo en los niveles de toma de decisiones en la vida política, económica y pública. Al inaugurar el foro, la directora general del CEAMEG, Adriana Gabriela Ceballos Hernández, sostuvo que no sólo el trabajo legislativo es necesario para generar cambios, pues como sociedad “tenemos retos y desafíos culturales que nos han marcado y encasillado a las mujeres a estar por debajo o contra lo que los hombres digan”. “Toda formación y conceptualización de lo que hoy vivimos y nos afecta, comienza en el sistema educativo”. Planteó modificarlo e integrar a la educación pública métodos alternativos que complementen a los tradicionales y refuercen los cambios culturales. Además, está la educación que se recibe de la sociedad, en casa, los paradigmas que se generan en el lugar de convivencia humana y familiar, rodeada de factores determinantes, como medios masivos de comunicación que, a través de contenidos con mensajes nocivos, difunden estereotipos. Es fundamental modificar esos sistemas para disminuir y trasformar niveles de violencia y educación. “Tenemos grandes retos y desafíos, y esta legislatura los enfrentará para el avance y progreso de las mujeres”, puntualizó. El director del Centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México para América Latina, Roberto Martínez Yllescas, afirmó que el país sólo podrá alcanzar sus objetivos de desarrollo si la mujeres participan plenamente en economía, sociedad y política, por lo que es preciso integrar las consideraciones de género a la legislación, planes y programas en todos los niveles de gobierno”. México está por detrás de los países de la OCDE. “No importan las herramientas de política o incentivos económicos, si no se trabaja contra estereotipos y sesgos culturales que propician la discriminación contra la mujer”. Planteó desarrollar un sistema efectivo de gobernabilidad que establezca responsabilidades, recursos y atribuciones a cada área y nivel en el Estado mexicano. Entre los principales pendientes que enfrenta México en materia de igualdad de género, es crucial reconciliar el trabajo y la vida personal; fortalecer el servicio de guarderías; extender la licencia por maternidad por lo menos 14 semanas, y que el permiso de paternidad sea de ocho semanas. Otros son los de atender la violencia y crear conciencia sobre la diversidad de facetas que tiene; asegurar el acceso de las mujeres a la justicia; que las fuerzas del orden tengan capacidad para manejar las ofensas de género y la legislación sea firme en el castigo al acoso sexual y violencia de género. Además, disminuir la informalidad del empleo para las mujeres en edad de trabajar, ya que sólo 47 por ciento tiene empleo formal, más de la mitad tiene poca o nula protección social, que afecta la productividad económica, aumenta la inseguridad financiera y acentúa la pobreza y la desigualdad. Reconoció que la matriculación a educación preescolar es casi universal, con lo que niñas y niños inician su vida académica en igualdad de condiciones y se posibilita que las madres se incorporen al trabajo. Igualmente, los programas de becas contribuyen a evitar que adolescentes abandonen la escuela, pero llamó a “intensificar y acelerar el paso” para reducir la deserción del nivel medio superior. Asimismo, destacó que la tasa de embarazo adolescente es la más alta entre los países de esta organización; las jóvenes tienen cuatro veces más probabilidades que los hombres de no trabajar, estudiar o capacitarse. Agregó que las mexicanas padecen una de las mayores cargas de trabajo no remunerado, y enfrentan mayores niveles de violencia, lo cual restringe sus libertades y seguridad. RED/LSN |