• Son para garantizar los derechos políticos, civiles y sociales de todas y cada una de las mujeres de nuestro país, afirma la diputada Olga Sosa

Palacio Legislativo, 29-07-2020 (Notilegis).- La diputada Olga Patricia Sosa Ruíz (PES) celebró la aprobación de las reformas en materia de paridad de género porque expresan el compromiso de las y los representantes de los grupos parlamentarios para construir un nuevo orden social, incluyente, justo y de oportunidades para que las mujeres puedan gozar de seguridad, estabilidad y paz.

En tribuna, al posicionar la postura de su grupo parlamentario en la sesión extraordinaria, destacó que incluir el principio de paridad en las leyes secundarias representa “un paso histórico para materializar los beneficios de las mujeres profesionistas, estudiantes y jóvenes; las mujeres indígenas y afroamericanas, que buscan el reconocimiento, garantía y dignificación de sus derechos”.

“Es un tema fundamental para prevenir las desigualdades, eliminar las restricciones y cambiar las mentalidades que dañan la dignidad y limitan las libertades de las niñas, adolescentes y mujeres”, indicó.

Sosa Ruíz recordó que desde el inicio de la LXIV Legislatura se logró una reforma constitucional que “hoy será complementada con la armonización de las leyes secundarias. De esa manera no habrá omisión ni cooptación en los cargos directivos y juntas de gobierno en la administración pública federal, organismos autónomos y descentralizados”.

“Estas reformas no son para cubrir cuotas; son para garantizar los derechos políticos, civiles y sociales de todas y cada una de las mujeres de nuestro país”, reiteró.

Reconoció el trabajo realizado por la Comisión de Igualdad de Género, así como de la presidenta Wendy Briceño “por juntas construir todos estos temas que nos han llevado a defender a las mujeres de este país”.

“Las reformas que aprobamos sitúan en su atención a dos problemas que debemos contrarrestar. Uno, la (violencia) en el hogar que padecen las mujeres en la pandemia y, desafortunadamente, imperceptible para miles de personas. Y dos, las barreras de la desigualdad estructural y sistemática que obstaculizan la inclusión y participación de las mujeres a una vida laboral y profesional equitativa”, concluyó.

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