Nota N°. 6948 Importante, impulsar iniciativas para incrementar IEPS a bebidas saborizadas con azúcares añadidos y cigarros

• El objetivo, combatir enfermedades crónicas derivadas del sobrepeso y la obesidad

• El diputado Manuel Huerta aclara que no plantea nuevos impuestos, sino que se trata de actualizar los valores que ya existen

  • Señala que la pandemia por Covid-19 dejó al descubierto las deficiencias del sector salud, y evidenció los retos que tienen los gobiernos Federal y estatales para garantizar a la población la prestación de los servicios de salud

Palacio Legislativo, 19-10-2020 (Notilegis).- El diputado Manuel Huerta Martínez (PT) y expertos consideraron importante impulsar las iniciativas para incrementar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas saborizadas con azúcares añadidos y cigarros, a fin de destinar el recurso a combatir “la pandemia” de enfermedades crónicas no transmisibles, derivadas del sobrepeso y la obesidad.

“La emergencia que vive México por la pandemia del Covid-19 dejó al descubierto las deficiencias del sector salud, evidenció los retos que tienen los gobiernos Federal y estatales para garantizar a la población la prestación de los servicios de salud y, al mismo tiempo, proveer oportunamente los medicamentos”, indicó durante el Foro “Impuestos de salud para mitigar la mortalidad por Covid-19”.

Huerta Martínez aclaró que no plantea nuevos impuestos, sino que se trata de actualizar los valores que ya existen; “veo en los impuestos saludables la vía para ello. Está comprobado que mitigan el aumento de casos por enfermedad y, al mismo tiempo, suman recursos económicos que pueden ser usados para la prevención y atención de enfermedades”.

Recordó que en marzo pasado presentó una iniciativa que modifica 11 artículos de la Ley General para el Control del Tabaco, en la cual plantea eliminar el uso de aditivos como saborizantes; limitar todo tipo de publicidad, promoción y patrocinio, incluso a través de internet y redes sociales, y definir espacios 100% libres de humo.

Adicionalmente, dijo que el 23 de septiembre, desde la fracción del PT, presentó otra iniciativa para reformar el artículo 2 de la Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, en materia de cigarros de tabaco.

“Hicimos un estudio que nos permitió plantear gravar 1 peso con 49 centavos por cigarro, lo que representa un ajuste de 29 pesos por cajetilla de 20 cigarros”, detalló.

Comentó que, según datos del subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio González, durante este año, luego de la indexación al precio de los cigarros, se han recaudado cerca de 43 mil millones derivados de este impuesto; sin embargo, “los costos asociados al consumo del tabaco, rondan en los 75 mil millones de pesos, esto significa que el Gobierno Federal tiene un déficit”.

Por otro lado, mencionó que impulsa otra iniciativa para reasignar 2.50 pesos por litro en concentrados, polvos, jarabes o extractos de sabores, y “lo recaudado, que podría estar en el orden de 40 mil millones de pesos se destinará al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), en fomento de las acciones que el Estado mexicano implemente para combatir la obesidad y el sobrepeso de las niñas, niños y adolescentes en el país”.

Mencionó que con la pandemia por Covid-19 se deben tomar medidas tajantes para que la población consuma menos volúmenes de bebidas saborizadas; “es indispensable que la población deje de adquirir enfermedades crónico degenerativas, ya que en pocos años su atención será insostenible para el gobierno mexicano”.

Comentó que en México 35% de los adolescentes de 12 a 19 años tienen sobrepeso u obesidad. “La obesidad constituye un reconocido factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas, lo anterior explica por qué el país tiene la prevalencia más alta en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con un 15% de los adultos afectados”.

Refirió que, de acuerdo con estudios recientes del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades, la tasa de letalidad en el mundo por Covid-19 es de 10.5%; para las personas con enfermedades cardio vasculares aumenta 7%; y para pacientes con diabetes 6%.

Según datos de funcionarios de la Secretaría de Salud federal, en México, el Covid-19 hace que personas que padecen enfermedades crónicas no transmisibles como cáncer, enfermedades cardiovasculares, afecciones pulmonares e hipertensión experimenten mayores complicaciones.

“Según estimaciones del secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, indican que el 8.0 % de los afectados por SARS COV 2 son fumadores y están asociados con un mayor daño por Covid-19, éstos tienen menores probabilidades de mejoría, 1.4 veces de padecer síntomas graves y 2.4 veces con mayor probabilidad de ser entubado y de estar en terapia intensiva”, dijo.

Mencionó que en una actualización reciente de 19 artículos analizados por especialistas en el mundo, indica que de un total 11 mil 590 pacientes por Covid-19, el tabaquismo se asoció con el doble riesgo de progresión a mayor severidad de la enfermedad.

Consideró que es impostergable ajustar el marco legal a la realidad mundial y nacional, frente a los múltiples desafíos que el Covid-19 plantea en materia de salud y económica. “Nuestro sistema de salud debe mirar hacia un modelo preventivo urgentemente, para contener las enfermedades crónicas no transmisibles, que cada día aumentan silenciosamente”.

“El Poder Legislativo federal no puede seguir casi expectante y en ese rol pasivo, ya que a pesar de las acciones y esfuerzos realizados por el Gobierno Federal, estamos lejos aún de que termine la pandemia del Covid-19. Por ello, en esta Cámara de Diputados vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance, para garantizar a la población eficaces servicios de salud”, apuntó.

Por su parte, Arantxa Colchero Aragonés, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), indicó que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos es de 70% y en niños del 33%, en pacientes con diabetes de 14 %, lo que se traduce en una carga importante para el sistema de salud de aproximadamente 4.8 mil millones de dólares anuales.

Comentó que en México, a pesar de que ha disminuido el consumo con el impuesto, se ubica como el segundo consumidor de bebidas azucaradas.

Consideró que para mejorar el impuesto, es importante incrementar al menos al doble para obtener mayores beneficios y siempre hacer evaluaciones para ver cuál es el impacto potencial en precios, consumo, salud, qué pasa con el empleo, y cuánto se recauda.

“Algo que es importante para México es dirigir una parte de la recaudación de los impuestos para compensar a los más pobres, por ejemplo, para que tengan acceso al agua potable y, por otro lado, utilizar esos ingresos con subsidios para alimentos más saludables que podrían venir de productores locales”, precisó.

A su vez, Héctor Juan Villarreal Páez, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), aseveró que el IEPS o impuestos saludables no son la panacea y no van a terminar de resolver todos los problemas que hay en el sector salud, “probablemente México tiene que gastar mucho más para tener un sistema como se espera en un Estado moderno”.

“Sin embargo, la asignación directa de los IEPS va en la dirección correcta, además de que son impuestos que corrigen comportamientos nocivos, la misma industria, yo creo, que estaría dispuesta a dialogar si se hacen campañas sociales para establecer a qué bolsa se van a destinar los recursos; ahí los legisladores pueden hacer un gran trabajo”, precisó.

En particular, destacó que si los recursos se quedan en el Insabi, “en este sistema que va a la gente que no participa en la economía formal, donde probablemente la pobreza y las carencias son mucho menores, podríamos estar generando políticas públicas muy buenas”.

Por su parte, Tonatiuh Barrientos Gutiérrez, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional (CISP) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), destacó la importancia de actualizar el impuesto a las bebidas azucaradas, ya que hay bastante evidencia científica que muestra que el impuesto ha logrado disminuir su consumo en México, tiene la capacidad de mejorar el estado de salud de la población y disminuir los costos de atención.

Comentó que se realizaron estudios sobre el riesgo que tiene una persona cuando consume de manera continua una lata de refresco, los resultados que arrojó fue que aumenta la probabilidad de morir 6%; desarrollar diabetes 39%; 17% de infarto; y de 7% a 59% de desarrollar canceres vinculados a obesidad.

“Esta mortalidad la vemos más en la región sur en estados como Oaxaca y Chiapas en barones y jóvenes”, añadió.

Detalló que este aumento al impuesto es un paso en la dirección correcta, ya que “el Covid-19 ha puesto ante nosotros que la población está sufriendo vulnerabilidad biológica, es decir, la estamos debilitando, a través de estas dietas poco saludables, el consumo de tabaco y alcohol, y necesitamos cambiar eso”.

Belén Saénz de Miera Juárez, de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), comentó que cada año hay alrededor de 110 mil casos de infarto e ingresos hospitalarios por enfermedad cardiaca, y al menos 50 mil personas mueren debido al consumo de tabaco.

“Si se incrementa el impuesto al tabaco se evitarían casos de enfermedad y muertes prematuras; también tendría efectos positivos sobre la recaudación. En 10 años podrían evitarse alrededor de 38 mil 400 muertes”, dijo.

Puntualizó que el comercio ilícito de tabaco se debe combatir con medidas específicas, porque tiene muchos determinantes que deben atacarse como: corrupción, deficiencias en mecanismos para hacer cumplir regulaciones, redes informales de distribución, por lo que “los impuestos son parte esencial de esta estrategia”.

“Los impuestos al tabaco salvan vidas, tienen importantes efectos distributivos y contribuyen de manera importante a la estrategia de mitigación de la pandemia de covid-19, siempre y cuando se sepa el destino y transparencia de los recursos”, insistió.

Ana Monserrat Larrañaga Flota, directora de la organización Contrapeso Coordinadora de Nutrición, argumentó que los impuestos por sí solos no pueden luchar contra toda esta “avalancha” de factores, pero “sí son un componente fundamental en la lucha contra estas enfermedades”.

Llamó a los legisladores a reforzar medidas como el impuesto, la detección oportuna de la diabetes, la regulación de la publicidad de productos chatarra, el acceso al agua, entre otras muchas acciones, para mejorar la salud de la población.

Expuso que las industrias utilizan argumentos para debilitar las políticas públicas de salud, esta oposición incluye: financiamiento de estudios, grupos de cabildeo, promesas de autorregulación, amenazas de desempleo e inestabilidad económica y desacreditación de las medidas de salud recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para finalizar, Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa MX, consideró que hay una imperiosa necesidad de poder avanzar en estas iniciativas, especialmente “para lograr reducir el efecto negativo sobre la salud de las personas y no solamente visto como una medida recaudatoria, sino también en términos de salud”.

“Mantengamos un debate abierto que no debe tener conflictos de interés, además de nuestro interés por proteger la salud pública”, concluyó.

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