Nota N°. 10039 | Requerimientos presupuestales para educación, salud e inversión en infraestructura demandan revisión profunda al sistema fiscal: Alfonso Ramírez Cuéllar |
Palacio Legislativo, 13-04-2021 (Notilegis).- Derivado de los efectos económicos provocados por la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV- 2 (Covid-19), diversos países han comenzado discusiones para modificar sus sistemas tributarios.
La pandemia ha evidenciado la escasez de recursos públicos disponibles para financiar las medidas de salud y reactivación económica necesarias.
Sus efectos han creado una fuerte presión sobre las finanzas públicas, ya que se requiere invertir recursos adicionales en la campaña de vacunación, mejorar el sistema de salud pública, un regreso ordenado a las escuelas, así como la recuperación de la economía y los empleos.
De acuerdo con señalamientos de la propia Secretaría de Hacienda, para financiar las dosis de vacunas en México serán necesarios 33 mil 273 millones de pesos, sin que esto incluya los costos de materiales, personal y organización.
Al respecto, en un comunicado el diputado federal Alfonso Ramírez Cuéllar (Morena) señaló que “de suma importancia realizar estimaciones realistas sobre las inversiones que se requieren para emprender el camino de la recuperación. Por ello, en el Grupo de Trabajo para la Transición Hacendaria se están impulsando colaboraciones con especialistas de distinguidas instituciones académicas y sociedad civil, para garantizar que los análisis relativos a los requerimientos tributarios y de gasto cumplan con los más altos criterios técnicos y de transparencia”.
Dijo que el segundo aspecto que ha detonado la revisión a los sistemas tributarios alrededor del mundo es la profunda desigualdad que la crisis ha reflejado, considerando que a nivel internacional son los grupos vulnerables los que han sufrido mayores impactos en la salud y en sus ingresos, contrastando con los grupos privilegiados que se han visto en una posición más resiliente e incluso han aumentado su riqueza.
De acuerdo con datos de la revista “Forbes”, en México la riqueza de los millonarios ha aumentado 363,8 mil millones de pesos tan sólo entre marzo de 2020 y febrero de 2021. Mientras tanto, el Coneval estima que en 2020 hasta 9.8 millones de personas adicionales cayeron en situación de pobreza debido a la pandemia.
“El número de personas que viven en pobreza es preocupante e inaceptable. Por ello se requiere una revisión de nuestro sistema fiscal actual, pues perpetúa las profundas desigualdades tanto en sus formas de recaudación como en las prioridades de gasto público”, manifestó el diputado.
Ante este escenario de mayores requerimientos de gasto y una desigualdad exacerbada, diversos países han realizado propuestas para modificar su sistema fiscal.
En particular, Ramírez Cuéllar recordó que recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó considerar una contribución temporal que grave la riqueza, la herencia y los altos ingresos para la recuperación del Covod-19. De esta forma se buscaría reducir la desigualdad y hacer frente las necesidades de gasto público.
En este sentido, países como Nueva Zelanda y Argentina ya han aplicado un impuesto a las grandes fortunas para afrontar la crisis derivada de la actual pandemia, mientras en Estados Unidos y el Reino Unido se han instalado comisiones para revisar la posibilidad de introducir un impuesto a la riqueza.
Entre los esfuerzos internacionales para la recuperación y la reestructura, resaltan los programas y cambios legislativos que se han implementado en Estados Unidos. Con el American Rescue Plan, el presidente estadounidense Joe Biden está lanzando uno de los programas de rescate económico más ambiciosos de la historia, al que se han destinado 1.8 millones de dólares de transferencias a la población, con el objetivo de compensar la pérdida de sus ingresos durante la pandemia.
Al mismo tiempo, se plantea un programa masivo de inversión en infraestructura física y digital, mejorando la conexión entre distintas partes del país, poniendo primero las regiones remotas y olvidadas. Estos programas se piensan financiar por un aumento del impuesto corporativo de 21 a 28%.
“Parece ser que en Estados Unidos se está revertiendo la tendencia neoliberal de cobrar cada vez menos impuestos a las empresas o de rescatar a las aquellas con grandes créditos. Ahora, se busca estimular el consumo, enfocando los apoyos directamente en las y los trabajadores”, manifestó el legislador.
La propuesta de modificación al diseño de los impuestos corporativos resulta innovadora, pues los cobros ya no se realizarían en la sede oficial de la empresa, sino en el país o lugar donde se generan sus ventas, dificultando de forma seria la elusión de impuestos.
En particular, busca que en un esfuerzo coordinado se implemente un impuesto corporativo mínimo del 21% a nivel internacional y evitar que empresas multinacionales trasladen sus ganancias a paraísos fiscales sin contribuir a los ingresos públicos de los países en los cuales se benefician.
La disposición del presidente estadounidense puede significar un impulso importante a los esfuerzos del Centro de Política y Administración Fiscal de la OCDE de coordinar a 140 países para elaborar un esquema internacional de tributación de las multinacionales.
“México debe participar en estos esfuerzos y evaluar nuevas áreas de oportunidades creados por estos avances en la coordinación internacional”, enfatizó el diputado.
“Es importante que observemos y aprendamos de las medidas y los programas que se están implementando en otros países, pues esas discusiones se pueden trasladar a una aplicación en el contexto mexicano, considerando y adaptando las propuestas a nuestras necesidades; pues nuestro país tiene pendiente revisar varias áreas de oportunidad para lograr un financiamiento progresivo de medidas de recuperación económica e inversiones en el sector salud, siguiendo los ejemplos internacionales”, continuó Ramírez Cuéllar.
En este sentido, Oxfam México ha estimado que un impuesto temporal a las 32 multinacionales que más riqueza han acumulado durante la pandemia podría generar una recaudación adicional de 104 mil millones de dólares en México.
“Sin embargo, más allá de la posible introducción de un aporte solidario temporal, se necesita revisar cómo podemos mejorar la progresividad y aumentar la recaudación por medio de instrumentos tributarios existentes”, añadió el diputado.
Entre los más progresivos resaltan el ISR, el predial y el impuesto a la tenencia, que por limitaciones en su diseño y aplicación aún no han podido alcanzar su potencial redistributivo.
Por ejemplo, una reciente investigación coordinada por la Fundación Friedrich Ebert señala que, con su actual diseño, los umbrales del ISR castigan desproporcionadamente a los ingresos bajos y medianos, mientras entre los ingresos altos el impuesto es mucho menos progresivo.
“Todos estos son retos que tenemos que atender”, destacó el legislador. “En el Grupo de Trabajo de Transición Hacendaria buscamos que esta sea una discusión técnica e incluyente, donde participen los mejores expertos y expertas en materia de finanzas públicas que tenemos en México.”
Finalmente, el diputado indicó que el diálogo está abierto y que ya cuenta con la participación de organizaciones de la sociedad civil, académicos y expertos para analizar los cambios legislativos que se han realizado a nivel internacional y elaborar propuestas que permitan transformar el sistema fiscal hacia mayor progresividad y resiliencia ante las crisis, contribuyendo a un mayor bienestar no sólo de los grupos que han sido los más vulnerables ante el Covid-19, sino de todos los mexicanos y mexicanas.
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