Boletín N°. 3328 | Obsoleta la Ley del Congreso; se trabaja en una nueva |
03-04-2014.- El presidente de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, Marcos Aguilar Vega (PAN), afirmó que la ley del Congreso es obsoleta frente a lo que demanda el país, por lo que se trabaja en una nueva. Señaló que en 1999 se publicó la actual Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos. Desde entonces, dijo, ha pasado un sinnúmero de actos políticos importantes para la vida nacional, como dos alternancias políticas, la de 2000 y la de 2012, y las Cámaras de Diputados y Senadores tienen la misma ley. Expresó que el modelo de representación popular en México atraviesa por un área de oportunidad y tiene el reto histórico de identificar cuál puede ser el nuevo que demanda hoy en día la sociedad. La crisis de ese esquema debe significar una oportunidad para cambiar la percepción de la ciudadanía sobre la clase política y allegarle información para construir un nuevo criterio. Durante un encuentro con el Colegio de Abogados Litigantes del estado de Querétaro, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Aguilar Vega mencionó que la evaluación de los representantes populares implica una discusión “a la que estamos obligados a entrar para generar institucionalmente una postura que permita decir al pueblo de México: éste es el modelo que necesitamos”, enfatizó. Dijo que una buena diputada o diputado no necesariamente es quien presenta más iniciativas, o tiene mayor capacidad oratoria en tribuna, o regresa a su distrito a “caminarlo”. La realidad, continuó, es que el modelo atraviesa por un área de oportunidad para identificar un sistema que permita evaluar la actuación de las y los legisladores. El diputado federal señaló que “lejos de hacer barullo mediático, es mejor lograr resultados, lo que nos da madurez para buscar los acuerdos”. Añadió que no se debe imponer al ciudadano “festejar las grandes reformas que hemos logrado, porque son las que se necesitaban”, pues en realidad el bolsillo puede no verse beneficiado en los términos que aspiraríamos y eso, afirmó, no puede ser la forma de construir con el ciudadano. La clase política deberá festejar cuando “el ciudadano celebre los efectos de una reforma estructural o legal”. Las que se han hecho son necesarias como todas las que se discuten semana a semana, pero no hay que caer, destacó, en un triunfalismo que nos haga creer nuevamente que ahora sí se van a resolver las cosas. Las reformas, explicó, derivan “de un pacto en que participamos muchos partidos representados en la Cámara y tienen un resultado hacia el futuro”. -- ooOoo -- |