Boletín N°. 3412 Impulsan Ley General para prohibir fractura hidráulica en obtención de gas shale
  • El método utiliza grandes cantidades de agua y químicos que afectan sistema nervioso, inmunológico, cardiovascular y riñones

 

14-04-2014.-Diputados del PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza impulsan iniciativa que expide la Ley General para la Prohibición de la Fractura Hidráulica en la exploración y explotación de hidrocarburos.

 

La propuesta tiene como objetivo evitar los daños graves e irreversibles al medio ambiente y, en consecuencia, las afectaciones que puedan producirse a partir de la exploración y explotación por medio de la fractura hidráulica, a través de la observancia del principio precautorio.

 

La reciente reforma al artículo 27 constitucional indica que el gobierno federal podrá otorgar, mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o contratos con particulares, actividades de exploración y explotación de hidrocarburos en términos de la ley reglamentaria.

 

A los legisladores preocupa que los métodos de explotación de hidrocarburos del subsuelo por el mecanismo de fractura hidráulica se contrapongan a los derechos humanos establecidos en los artículos 1 y 4 constitucionales, relativos al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible.

 

La iniciativa explica que los proyectos de extracción por fractura hidráulica tienen serias consecuencias para la disponibilidad de agua para los seres humanos y ecosistemas en zonas adyacentes a los sitios de extracción, porque para la fractura de un solo pozo se requieren de 9 a 29 millones de litros.

 

La fractura hidráulica o fracking (en inglés) consiste en hacer una perforación vertical desde 3 hasta 5 kilómetros de profundidad, hasta llegar a donde se encuentran unas rocas porosas que pueden ser de esquisto, lutitas o pizarra, dentro de las cuales se encuentra gas natural.

 

A continuación se inyecta un fluido a un pozo, que puede contener agua, arena y sustancias químicas, a presiones tales que generen esfuerzos de tensión en la pared del agujero, propiciando la creación de una fractura, la cual se propaga en la formación a medida en que se continúa inyectando fluido.

 

Una vez creada la fractura y tras la interrupción de la inyección del fluido bajo presión, para mantenerla abierta se introduce en la misma un agente de apuntalamiento o se produce un grabado de las paredes de la fractura con un ácido.

 

En cualquier caso, el agente de apuntalamiento o el grabado del ácido, permiten mantener abierta la fractura y establecer un canal altamente conductivo para el desplazamiento de fluidos.

 

Enfermedades generadas a partir del contacto con agua contaminada

 

El Instituto de Cambio y Alteración Endocrina (The Endocrine Disruption Exchange Institute, TEDX por sus siglas en inglés) señala que hay 632 químicos utilizados en la operación para la extracción del gas, de los cuales, 353 son altamente riesgosos para la salud.

 

Más de 75 por ciento afecta directamente la piel, ojos, sistema respiratorio y gastrointestinal. Aproximadamente entre 40 y 50 por ciento puede dañar el sistema nervioso, inmunológico, cardiovascular y los riñones. El 37 por ciento afecta el sistema endocrino y 25 por ciento provoca cáncer y mutaciones.

 

Otra de las consecuencias negativas de la explotación del gas esquisto es la aceleración del cambio climático debido a las emisiones de gas metano que se producen por ineficiencias en la extracción, procesamiento, almacenamiento, traslado y distribución. El metano es un gas que presenta un efecto invernadero veinte veces más potente que el dióxido de carbono (CO2).

 

Explotación de gas de esquisto en México es una alternativa costosa e inviable

 

La iniciativa advierte que la explotación de gas de esquisto en el país es una alternativa costosa e inviable. Los resultados obtenidos en Estados Unidos plantean serias dudas en torno a la viabilidad económica de los proyectos de fractura hidráulica, lo que cuestiona la pertinencia de que México continúe destinando recursos públicos al desarrollo e investigación para la explotación de este tipo de bienes naturales.

 

Pemex estima que, sólo para analizar las posibilidades de explotar el gas de esquisto de manera comercialmente viable en México, será necesaria una inversión de aproximadamente treinta mil millones de pesos del presupuesto público entre 2010 y 2016. Este monto alcanza para explorar veinte pozos y realizar la evaluación de prospectividad de otros 175.

 

También considera que se requerirá un presupuesto estimado de 600 mil millones para el óptimo desarrollo de una industria de explotación de gas de esquisto consolidada para los próximos 50 años

 

Los diputados concluyeron que la técnica de fractura hidráulica presenta ineficiencias patentes a lo largo de toda la cadena de explotación del gas: supone el uso de grandes cantidades de energía para el transporte y manejo de millones de litros de agua, para fracturar la roca con la presión necesaria, además del uso intensivo de camiones para el transporte de insumos, desechos y del mismo gas, entre otras cuestiones.

 

Por estas razones, varios países han declarado moratorias o prohibiciones a este tipo de explotación, amparándose en el Principio Precautorio, en el cual no se requiere la existencia real y tangible de un daño sino la posibilidad de que pueda existir, es decir, el riesgo se genera si no se adoptan las medidas de precaución.

 

“El método de fractura hidráulica no representa una opción adecuada para el desarrollo nacional. Representa riesgos graves de contaminación y salud, por lo cual esta Legislatura debe estar a la vanguardia en medidas ambientales y de derechos humanos, adoptando el principio precautorio para prohibir la fractura hidráulica hasta que investigaciones científicas puedan asegurar otros métodos de extracción de hidrocarburos que no pongan en riesgo la seguridad humana y el equilibrio ecológico”, señala la iniciativa.

 

Los diputados que suscriben la iniciativa son: Agustín Miguel Alfonso Raya (PRD), Ricardo Monreal Ávila (Movimiento Ciudadano), Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara (PT) y René Fujiwara Montelongo (Nueva Alianza)

 

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