Boletín N°. 3421 Desplome de precios al productor no beneficia a consumidores finales
  • Se encarecen frijol, tortilla, manzana, limón, carne y leche

 

17-04-2014 Para mejorar la competencia de la producción de alimentos básicos y estratégicos, evitar prácticas monopólicas y restricciones al funcionamiento eficiente de los mercados, es necesario que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) realice una investigación sobre las condiciones en que funciona este sector, señaló el diputado José Antonio León Mendívil (PRD).

 

A través de un punto de acuerdo, indicó que debe evaluarse también el manejo del acopio, la fijación de precios y condiciones de compra para dichos productos y la distribución y precios de insumos, así como la determinación de precios de productos de origen nacional y los de importación, y sus ventas al menudeo.

 

León Mendívil, integrante de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social, apuntó que es preocupante el desplome de los precios al productor, pues el kilo de frijol está a 6 y el de maíz a 2.80 pesos; el litro de leche a 4 pesos y el sorgo a 2 mil 500 pesos la tonelada. Lo mismo en los costos del trigo y de la caña de azúcar.

 

Esa caída en los precios al productor no beneficia a los consumidores finales, los cuales pagan el kilo de frijol a más de 20 pesos, el de tortilla a 15, el de la manzana a 30, el de limón a 60, el de carne a 100 pesos y el litro de leche a 15 pesos.

 

La producción nacional de manzana es la ruina completa, al grado que algunos productores optaron por derrumbar sus plantaciones para usar los árboles como leña, aseguró.

 

León Mendívil refirió que hay 14 millones de mexicanos con hambre por no poder pagar los precios prohibitivos de los alimentos; en el medio rural, 18 millones sufren pobreza por el abandono de las tierras y por los bajos precios que recibe el campesino en la venta de sus productos.

 

Propuso que la Cofece, con los resultados de la investigación, formule recomendaciones a las autoridades del ramo, a fin de mejorar la competencia y evitar prácticas monopólicas, y establezca restricciones al funcionamiento eficiente de los mercados, ordenando medidas para eliminar las barreras a la competencia y la libre concurrencia.

 

El legislador afirmó que “lo que sucede en estos momentos con los mercados del sector agropecuario debe preocupar a todos, no sólo al Poder Legislativo, sino al Ejecutivo federal y a las autoridades estatales y municipales”, precisó.

 

Además, cuestionó el destino de los 336 mil millones de pesos aprobados para el Programa Especial Concurrente (PEC), pues “el campo no se levanta, no se capitaliza y no incrementa la producción. Seguimos importando para el consumo nacional casi el 50 por ciento de los productos agropecuarios y los precios al consumidor final no bajan”.

 

Atribuyó esta situación a la concentración del crédito, de la producción, de los servicios, de los mercados, de la información privilegiada, del acopio y de la distribución.

 

Eso fomenta condiciones de monopolio en “una estructura ineficiente y perversa, segmenta al mercado, es decir, aleja a los miles de productores de granos de los millones de consumidores finales, dejando en unos pocos el manejo de los mercados”, aseguró.

 

“Los subsidios al campo y el enorme margen de comercialización y de ganancias, lo capta un puñado de acopiadores y comercializadores que actúan impunemente en el mercado de los alimentos. Son grandes empresas agropecuarias que integran la cadena verticalmente, desde el surco hasta el consumidor final, arruinando al productor y abusando sistemáticamente del consumidor, muchas veces especulando con los alimentos y siempre estableciendo precios de acaparadores”, explicó.

 

Urgió a tomar medidas eficaces para evitar las prácticas monopólicas y ordenar los mercados, y no permitir la importación de productos agropecuarios en plena cosecha de la producción nacional.

 

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