• Se requerirá también un 50 por ciento adicional de energías y alimentos

• Se invierte más en reparar daños que en prevenir los riesgos: CESOP

• El 80 por ciento de la población piensa que inundaciones y sequías aumentaron por variación del clima, según encuesta

• Realizan en San Lázaro el foro “Agua: Escasez y Riesgos”

04-06-2014.- La diputada Graciela Saldaña Fraire (PRD), secretaria de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, llamó a plantear medidas que permitan adaptarse al cambio climático y reducir sus impactos, ya que para el 2030 se necesitarán 50 por ciento más de energías y alimentos, y un 30 por ciento más de agua para consumo.

“Los impactos del cambio climático en materia de agua perjudican el desarrollo económico, social y ambiental, poniendo en riesgo la seguridad de las naciones, y afectando también a sectores como la agricultura, energía, turismo e industria, entre otros”, destacó.

Al participar en la inauguración del foro “Agua: Escasez y Riesgos”, realizado en la Cámara de Diputados, la legisladora señaló que estos cambios se sienten con mayor fuerza en países en vías de desarrollo, debido a su vulnerabilidad, además de que algunas estaciones del año han comenzado a presentar variaciones.

“El fenómeno modifica las precipitaciones, la humedad del suelo, el vapor atmosférico y la temperatura del agua; habrá condiciones más extremas. La urbanización y la migración han exacerbado los recursos hídricos”.

En su turno, el director del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), Rafael Aréstegui Ruiz, quien inauguró el foro, dijo que en nuestro país se invierte más en reparar los daños ocasionados por fenómenos naturales que en prevenir los riesgos que implican.

Explicó que el objetivo del evento es dotar al legislativo, de la mano de especialistas, de elementos de juicio y análisis para elaborar iniciativas que impulsen medidas preventivas.

Además, “los trabajos del Centro de Estudios están encaminados a dar estas herramientas para debatir y presentar leyes que permitan revertir las consecuencias del cambio climático”, destacó.

Durante el encuentro, el investigador del CESOP, Gustavo Meixueiro, presentó la Encuesta sobre la Percepción del Consumo y Escasez del Agua, la cual precisa que el 80 por ciento de la población consultada afirma que el calentamiento global ha tenido un efecto en el aumento de inundaciones y sequías.

En el sondeo, realizado vía telefónica a 631 personas mayores de edad, se menciona que 45 por ciento de los entrevistados ha experimentado sequías en sus municipios y el 57 por ciento piensa que el gobierno no hace un buen trabajo con las inundaciones.

Además, el 13 por ciento se queda sin agua diariamente, mientras que otro 13 por ciento carece del líquido una vez a la semana. “Las personas con menos recursos económicos son quienes se quedan más seguido sin agua”, aclara el documento.

Menciona que una de cada 10 toma agua directo de la llave; ésto ocasiona que haya un porcentaje considerable de ellas en vulnerabilidad sanitaria.

Nueve de cada 10 personas paga su consumo; 3 de cada 10 piensa que el costo excesivo y 54 por ciento no estaría dispuesto a pagar más para tener un mejor servicio, añade el estudio.

Mujeres y personas de escasos recursos, en desventaja

Al participar en la mesa “El agua: Derecho o Bien Económico”, Claudia Campero Arena, de Blue Planet Project and Food and Water Watch in México, informó que las mujeres son el sector más afectado por la escasez de agua, ya que son quienes comúnmente la utilizan al estar encargadas de las actividades del hogar.

Sin embargo, continuó, son quienes tienen menor injerencia en la toma de decisiones sobre el uso y aprovechamiento del vital líquido.

Pidió no usar el pretexto del “derecho del acceso al agua” para pisotear otros derechos, y menos si es para ser entregada a empresas y no al consumo humano.

Rodrigo Gutiérrez Rivas, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, advirtió que de intentar comercializar el acceso al agua, “estaríamos regresando a la exclusión que vivían las personas en el siglo XIX.

Cuestionó las acciones que se llevan a cabo para despojar de los recursos hídricos a distintas poblaciones para beneficiar a otras o al sector privado. “Hay cientos de localidades que hoy en día defienden su territorio, su agua y su vida”.

El director del Registro Público de Derechos de Agua de la CONAGUA, Juan Jaime Sánchez Meza, expresó que en México el mercado de este recurso no está regulado.

Sostuvo que aunque las legislaciones locales contemplan la licitación del servicio de la distribución, esto no quita la responsabilidad a los gobiernos de garantizar el acceso de los ciudadanos a este líquido.

Respecto a los efectos del cambio climático, dijo que su impacto es socialmente diferenciado, por lo que se debe comenzar a desarrollar la infraestructura que ayude a mitigarlos.

Por pate de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Luis Miguel Galindo Paliza estimó que considerar los aspectos económicos del agua no significa privatizar el servicio. “No se le puede tratar igual que a otras mercancías, es un bien público limitado”, expresó.

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