Boletín N°. 4148 | Estudiantes de bachillerato podrán gozar de libros de texto más baratos |
17-09-2014.- El Pleno camaral avaló por unanimidad de 354 votos una modificación a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, con la finalidad de que los textos necesarios para desarrollar y aplicar los currículos de la Educación Media Superior obligatoria en México, puedan gozar de un precio de venta más bajo al fijado por editores o importadores.
Al fundamentar el dictamen, la diputada Leticia López Landero (PAN) explicó que un libro tiene un precio único de venta al público en todo el territorio nacional, el cual es establecido libremente por el editor.
Consideró conveniente avalar excepciones al precio único, de tal manera que esta propuesta de reforma excluye de tal costo a los libros utilizados por los jóvenes estudiantes de nivel medio superior y “crea condiciones necesarias a fin de generar oportunidades de educación que los mexicanos exigen”.
La Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, dictaminadora de la propuesta, apunta que esta medida tendrá efectos en el mercado, elevando la demanda de libros de texto para el mencionado nivel educativo y, por lo tanto, generando presiones sobre los precios.
“Los vendedores de libros se verían beneficiados al poder desplazar una mayor cantidad de producto; por lo que corresponde al demandante, el beneficio vendría tanto por la posible reducción de precios, así como por la mayor cantidad disponible de libros”, enfatiza una de las consideraciones de la comisión.
López Landero refirió que el elevado nivel de deserción en el nivel medio superior debe llamar la atención a legisladores, pues cuatro de cada 10 jóvenes abandonan el bachillerato debido a la falta de recursos económicos, entre otros factores.
“Debemos orientar nuestras acciones fundamentalmente hacia el otorgamiento de materiales didácticos y útiles escolares, así como otros apoyos para la gestión escolar”, meta que pretende alcanzar esta iniciativa, sostuvo la diputada.
Defendió la implementación de acciones compensatorias a fin de disminuir el rezago educativo, ya que sin ellas, y por condiciones de marginación y situación socioeconómica que potencian la vulnerabilidad de los estudiantes, “estaríamos condenando a que miles corran el riesgo de abandonar la escuela”.
“México, es un país de jóvenes. Estoy convencida de que ellos son el principal motor de cambio para nuestro país”, enfatizó López Landeros y recordó el pensamiento de Malcom X de que “la educación es el pasaporte hacia el futuro y el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él, hoy en día”.
En la manifestación de posicionamientos, la diputada María San Juana Cerda Franco (Nueva Alianza) sostuvo que el Estado mexicano tiene muchos retos para garantizar la educación en el país. “Las condiciones actuales obligan al Poder Legislativo a apoyar este nuevo anhelo de la sociedad”, subrayó.
“Estamos ciertos que con la implementación de esta reforma, se beneficiará a miles de estudiantes de bajos recursos, además de que se impulsará progresivamente a reducir el alto índice de deserción y reprobación en la educación media superior”, enfatizó.
Por su parte, Héctor Hugo Roblero Gordillo, diputado por el PT, recordó que, de acuerdo a la UNESCO, la lectura no es un hábito entre los mexicanos, pues al año se leen 2.8 libros, “porque la gente prefiere ver televisión”. El mismo organismo nos ubica en el penúltimo lugar de un listado de 108 naciones en los índices de lectura a escala mundial, añadió
“Si a este fenómeno adicionamos la imposibilidad de comprar los libros, se entiende de manera muy clara el por qué tenemos un bajo promedio”, enfatizó y coincidió en que la lectura es parte integral del desarrollo de los mexicanos, por lo que es menester protegerla de forma inalienable y fortalecerla para lograr lo estipulado en la Carta Magna.
A su vez, la diputada Nelly del Carmen Vargas Pérez (MC) acusó que en México “no existe la educación gratuita; ésta solo se contempla en la educación básica, primaria y en algunos casos secundaria”, y estimó que “quien asegure que sí y defienda la especie, miente o defiende intereses ajenos a la sociedad”.
Sostuvo que quien accede a la educación media superior debe comprar sus libros y sigue sin importar a las autoridades si los alumnos tienen o no las condiciones económicas para adquirirlos.
“No olvidemos que en la franja de ciudadanos que sufren la pobreza se encuentra la mayoría de los jóvenes que se debaten entre educarse y subsistir”, precisó.
En su turno en tribuna, la legisladora Carla Alicia Padilla Ramos (PVEM) dijo que los libros de texto constituyen un factor fundamental en la formación de los sujetos y la transmisión del saber, pues cumplen con la función de proporcionar a los alumnos los conocimientos complementarios sobre temas que, dada la dinámica del calendario escolar, no pueden ser abordados en el aula.
Asimismo, con la reforma constitucional hecha en el 2012, se estableció la obligatoriedad de cursar la educación media superior, lo que supone una serie de retos muy importantes para el Estado mexicano, ya que se incorporaron al sistema educativo nacional aproximadamente cuatro millones y medio de alumnos más, con todo lo que ello implica, abundó.
En tanto, el diputado Fernando Cuéllar Reyes (PRD) instó a respaldar esta iniciativa y a poner a la educación en el papel central para la construcción de una sociedad que garantice a hombres y mujeres abrir nuevos horizontes con un rango cultural creciente.
“Al permitir que los costos de los libros de texto vinculados al currículum de educación media superior puedan reducirse, se estaría disminuyendo la restricción económica que enfrentan los jóvenes e indirectamente el abandono por motivos económicos”, opinó.
Por último, el panista Rodolfo Dorador Pérez Gavilán, autor de la iniciativa, sostuvo que ésta representa una oportunidad para contribuir a que la educación sea más barata y a que libros tan necesarios puedan ser de más fácil acceso, además de ayudar a la economía de las familias mexicanas.
Se congratuló de que la misma se haya convertido en un dictamen y “ojalá proceda para poder generar una oportunidad para que los libros de texto, que son necesarios para la educación media, pudieran ser más baratos”, abundó.
El dictamen que modifica al artículo 26 de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, fue avalado y turnado al Senado de la República para sus efectos constitucionales.
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