• Estancamiento de 30 años en el sector no puede seguir; México requiere crecimiento: Villarreal

29-09-2014.- El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, diputado Víctor Serralde Martínez (PAN), afirmó que la LXII Legislatura “no debe concluir, simple y sencillamente, con un arreglo en las políticas públicas del campo, sino con el cambio legal de una reforma que garantice el desarrollo del sector en los años por venir”.

Durante una reunión con René Villarreal, coordinador de Asesores y Planeación Estratégica de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el legislador destacó las coincidencias para construir un marco que incluya todas las visiones respecto a la reforma rural.

Sin embargo, “el camino es largo todavía para propiciar un cambio de fondo”, el cual depende de un mayor esfuerzo de legisladores, gobierno federal y actores del campo.

Por su parte, René Villarreal reconoció que la situación del sector rural y agropecuario es altamente incierta, volátil y más riesgosa, por lo cual se requiere que el Estado participe apoyando en todos los procesos.

Manifestó: “no es posible que México tenga 30 años de estancamiento y no se valore lo que eso implica. El país requiere crecimiento, y por ello la importancia de las reformas estructurales que permitirán elevar la frontera de producción al 4 y al 5 por ciento”.

Dijo que falta mucho por hacer, pues en el sector rural viven 26 millones de mexicanos, de los cuales sólo seis millones están empleados, cuando “ahí se produce casi 9 por ciento del Producto Interno Bruto agroalimentario”.

Señaló la necesidad de orientar los programas hacia la asociatividad con los agro-clústers, para que el pequeño productor se asocie, y que en lugar de cultivar cinco hectáreas o menos, unido a 100 productores abarquen 500 hectáreas y se les pueda apoyar en toda la cadena productiva. “Hay que generar una filosofía, no de productores, sino de agroempresarios del campo”.

Indicó que en el primer semestre de 2014, las actividades primarias crecieron más que el resto de la economía, presentando una tasa de 3.7 por ciento.

Agregó que la balanza comercial agroalimentaria con el exterior –que incluye agricultura, pesca y agroindustria— disminuyó su déficit de 817 a 751 millones de dólares.

En tanto, la balanza comercial agropecuaria y pesquera presentó un superávit de 281 millones de dólares, el mayor en los últimos años.

Refirió que los pilares del cambio en el campo tienen que ver con elevar la productividad del minifundio a través de modelos “clúster” y la integración de la cadena productiva; la tecnificación, uso óptimo y sustentable del agua; promoción de la producción nacional fertilizantes y semillas mejoradas; impulsar la innovación, el desarrollo tecnológico aplicado y la asistencia técnica con un nuevo extensionismo, así como prevenir riesgos climáticos y de mercado.

Planteó promover la producción de alimentos sanos e inocuos; fomentar el financiamiento oportuno y competitivo; impulsar el desarrollo regional, agroparques y proyectos estratégicos; planeación del balance entre oferta y demanda y crear un nuevo modelo organizacional de la secretaría que sea Innovador, Flexible, Ágil y Transparente (IFAT).

Reconoció que aún falta mucho por hacer; pero, afirmó, “se está en la dirección correcta y no podemos parar, por el bien del desarrollo rural, de la población en el campo y del país”.

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